Juan González

Aplicaciones inteligentes para enfrentarse a la incertidumbre empresarial

Las organizaciones en todo el mundo se han dado cuenta de que el proceso de transformación digital que estaban afrontando de forma progresiva debe acelerarse, a la vista de las incertidumbres surgidas a partir de la pandemia provocada por el Covid-19. Ante las condiciones de mercado más impredecibles que se recuerdan, y la necesidad de mantener la continuidad del negocio, compañías de todos los sectores y tamaños han encontrado en la tecnología de gestión su aliado perfecto. Y el respaldo de la nube, ya se considera fundamental.

Precisamente desde IFS, hemos detectado una mayor sensibilización general en grandes firmas multinacionales, como Enagás, Alfa Laval, Amentum, BRITA, Carlsberg o Panasonic, entre otras, que han comprendido que llega el momento dar un salto en cuanto a productividad, con la ayuda de soluciones avanzadas de gestión.

En paralelo, tanto profesionales como empresas han comprobado en su propia piel la importancia de ese recurso tan conocido, pero que también se utilizaba a pequeña escala o incluso de modo marginal; el Cloud.

Los consejos de administración de las organizaciones han tomado decisiones en muy poco tiempo, para ajustar sus recursos, modificar sus estrategias y organizar sus plantillas de forma diferente, con el teletrabajo, los sistemas y redes informáticas y la nube como principales aliados.

Nuevas estrategias que respondan a lo imprevisible, flexibles y eficaces para estos nuevos tiempos, pero que les ayuden también a tomar mejores decisiones, en tiempo real. Y ahí es donde las soluciones de gestión y el Cloud son una fórmula ganadora. Cuando se trata de optimizar costes y procesos para mejorar la rentabilidad. Para ganar ventaja competitiva.

Conviene saber que esta migración hacia la nube requiere de una adecuada infraestructura de base, que sea capaz de aprovechar todas las ventajas de su implantación y garantizar el crecimiento del negocio.

Son tecnologías que tienen un largo recorrido y que la clave de su éxito ha sido siempre una correcta planificación y personalización a cada caso concreto. Por eso, es más importante contar con el ‘know how’ y la experiencia necesarios para su implantación y despliegue.

Profesionales que llevan años poniendo en marcha proyectos de transformación a partir de estos dos grandes vectores, gestión y Cloud, que aportan un modelo de relación flexible y rentable, evitando costes innecesarios o perdidas a largo plazo.

El respaldo de la nube es crucial para ello, pero en la mayoría de los casos también implica replantear los sistemas ya existentes, para que se ajusten a sus peculiaridades, y que sean robustos, agiles y seguros, y aprovechen sus claras ventajas en cuanto a reducción de costes, escalabilidad ilimitada, máxima compatibilidad, robustez y seguridad, o acceso en cualquier momento y lugar, por mencionar las más evidentes.

Los proveedores que llevamos años trabajando en este mercado solemos recomendar a nuestros clientes poner el foco en la solución ERP, en los sistemas EAM de planificación y gestión de activos y en los servicios de campo, para cohesionar las diferentes áreas de la organización en un mismo entorno.

De esta forma, las compañías optimizan sus procesos de gestión, unifican los sistemas y homogenizan su información, reduciendo al mínimo los costes de gestión y aumentando su productividad.

Buen ejemplo de este tipo de iniciativas que buscan mejorar la productividad lo tenemos en las tecnologías de gestión de servicios de campo, así como una tendencia que se encuentra al alza hoy en día como la “servitización”. Se entiende como una intervención predictiva y avanzada que termina con los costosos servicios reactivos. Precisamente, la solución que ofrece IFS, Field Service Management, proporciona una verdadera gestión de los servicios de campo, de extremo a extremo, automatizando y optimizando las operaciones durante todo el ciclo de vida del servicio.

La solución está diseñada para ayudar a las organizaciones de servicios de más alto rendimiento del mundo a ofrecer servicios a sus clientes de la forma más eficaz y rentable posible. Esto tiene en cuenta también las necesidades de rapidez para cubrir las demandas de los usuarios ágilmente, en un escenario muy cambiante. Una respuesta adecuada, de un técnico especialista, que resuelva las incidencias lo antes posible.

Este tipo de servicio solo puede prestarse si se cuenta con el respaldo de un partner o socio que sea capaz de integrarse al 100% en su modelo de negocio, quie le lleve a conocer sus puntos fuertes, pero sobre todo sus posibles vulnerabilidades. Y por ello es fundamental una correcta aplicación de la “servitización”, que garantice un seguimiento completo de los proyectos, desde una actitud proactiva que permita al proveedor de servicio adelantarse a lo que el cliente puede demandar.

Un partner digital que no coleccione referencias de clientes, sino que se implique a fondo en ellos y sus proyectos, que los acompañe todo el tiempo en sus transiciones tecnológicas. Un cambio de mentalidad que sin duda transformará las relaciones entre empresas, en general, y el sector industrial, en particular. Un cambio cultural que, sin lugar a duda, supondrá un enorme desafío, pero que a largo plazo aportará estabilidad presupuestaria y una mejora del modelo de relación con el cliente, más sólido y de confianza.