Àlex Soler Fontán

Fiare Banca Etica garantiza liquidez a empresas sociales durante la crisis

Fiare Banca Etica actuó con rapidez al inicio de la crisis para garantizar un acceso cómodo y sencillo a créditos para todas aquellas empresas sociales que lo necesitaran, aportando más de 16 millones de euros desde marzo, al tiempo que han facilitado el pago a los clientes que ya estaban amortizando uno

La crisis causada por la pandemia del Covid-19, un virus del que no se tenía constancia hace poco más de medio año, ha hecho tambalear las bases económicas de muchos países, obligados a detenerse para capear los efectos de un virus que ha resultado devastador tanto para la sociedad, como para las empresas. En el número de la revista de elEconomista Catalunya del pasado mes de junio, representantes del sector terciario advertían de que las consecuencias de la pandemia todavía son difíciles de predecir y explicaban que muchos negocios no podrán resistir una crisis que les ha cortado los ingresos, pero que ha mantenido costes fijos como el alquiler. Entonces, se instó a la banca a estar a la altura tal y como estuvo la sociedad en la crisis económica de principios de década donde se tuvieron que rescatar muchos bancos. Muchas entidades bancarias han reaccionado, aunque muchos opinan que de forma poco eficaz, otras, como Fiare Banca Etica, se han volcado para ayudar a sus clientes. “Lo que hacemos es la idea tradicional de la banca: coger ahorros, es decir, excedente de dinero, y canalizarlos hacia donde hay necesidad de liquidez”, apunta Sònia Molina, coordinadora de la delegación de Barcelona de Fiare Banca Etica. “Eso sí, lo que nos diferencia, nuestra esencia, es vigilar hacia donde va el dinero, asegurándonos que va a tener un impacto positivo en la sociedad, el medioambiente, en la atención a las personas... Cualquier cosa que tenga un impacto positivo”, detalla.

Fiare Banca Etica es una cooperativa, es decir, el dinero lo aportan los socios de la entidad. “No hay unos propietarios detrás, hay socios y socias. Somos una entidad democrática, independiente, sin presiones de grupos financieros y totalmente transparentes. Toda nuestra actividad se publica en la web, así como un balance detallado de todo lo que hacemos. Esta esencia es vocación transformadora”, explica Molina, que reitera que “desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir todo lo que hacemos tiene consecuencias, tenemos que defender aquello en lo que creemos, como la educación pública, la atención a la gente mayor... Estaría bien aprovechar la crisis como un punto de inflexión”. Sobre la crisis, Molina asegura que “es pronto para evaluar cómo nos afectará a nosotros”, aunque reconoce que “es verdad que hemos tenido un volumen elevado de solicitudes a raíz de esta crisis”. Desde Fiare se han identificado “una necesidad real de liquidez” en sus entidades y otras que han recurrido a la cooperativa en busca de dinero. “Cualquiera que reciba subvenciones públicas ha visto como estas se han retrasado y luego hay entidades que, por ejemplo, trabajan con personas con discapacidad que han tenido que cerrar. Esta caída de ingresos amenaza lugares de trabajo y las empresas temen por su futuro”, matiza Molina.

Ayudas a empresas sociales

Fiare, nada más iniciarse el estado de alarma, atacó el problema inmediatamente. “Tuvimos que dar una respuesta muy ágil. En abril había muchas organizaciones con problemas”. Desde entonces, Fiare ha concedido préstamos por un importe total de 16 millones de euros. “Nos centramos en agilizar los procesos para que las entidades accedieran rápido a la liquidez”, dice Molina, que recuerda que fue clave firmar acuerdos con el FEI, el Fondo Europeo de Inversión, y con el ICO, el Instituto de Crédito Oficial, para ofrecer más garantías y avales a sus clientes. Asimismo, Fiare rebajó los tipos de interés para todos los solicitantes. “No miramos tamaño, posiciones o la cantidad de trabajadores que tengan. Todos pagarán el mismo interés. Solo en el caso de los créditos avalados por el ICO sí que se discriminan por tamaño pero porque el aval es mayor o menor en función de la empresa”, puntualiza Molina. Por otro lado, para las empresas que ya estaban pagando el crédito se les ofrecieron moratorias de las cuotas o la opción de solo pagar los intereses. “Nos hemos movido para dar respuestas rápidas para nuestros clientes”, acaba Molina.

Pese a todo, Fiare Banca Etica no ha dejado de asegurarse que las empresas a las que ha ayudado serán capaces de devolver el crédito. “Cualquier entidad de crédito debe ser responsable con el dinero que da y no dejar dinero allí donde puede que no lo recupere”, no duda en admitir Molina. “Si damos un crédito a una empresa sin capacidad de pago, no les estamos haciendo un favor”, añade. No obstante, la coordinadora de la delegación de Barcelona de Fiare Banca Etica recuerda que, en caso de no poder garantizar la devolución del crédito se invita a las empresas a explorar otras líneas de financiación. “Tenemos que vigilar. Por mucho que nos guste promocionar el tercer sector, no podemos dejar de ser responsables”, dice Molina. “El dinero es de los socios y socias y por tanto se tiene que devolver. Tenemos una responsabilidad importante si queremos que el proyecto, que en esencia busca ayudar, funcione y tenga futuro”, cierra.