Araceli Muñoz

“Es importante que el Gobierno tenga una política activa que fomente el capital privado y la deuda”

Daniel Herrero y Alfonso Erhardt, Socios fundadores de Oquendo Capital

Los fundadores de Oquendo Capital, Daniel Herrero y Alfonso Erhardt, montaron esta gestora hace 12 años, cuando el mercado de la deuda en el que operan era una rara avis en España. Poco a poco, el negocio fue evolucionando hasta convertir a este fondo de mid-market en un referente en el país, donde en los últimos años están aterrizando un buen número de fondos especializados en el negocio de la deuda. Sin embargo, los fundadores de Oquendo no temen la competencia -ni nacional ni internacional- y se encuentran inmersos en plena captación de recursos del que se convertirá en su cuarto fondo para invertir deuda mezzanine -una solución híbrida que combina deuda y equity-, que convivirá junto a su nueva estrategia de deuda sénior que pusieron en marcha hace poco más de año y medio, con la que ya han materializado varias operaciones, como la compra de Babaria por parte de Corpfin Capital.

¿Cómo va el ‘fundraising’ de los nuevos vehículos? ¿Qué tiempos y volúmenes manejan?

Daniel Herrero (DH): En lo que respecta a Oquendo IV, la acogida está siendo muy positiva, tanto entre inversores institucionales nacionales como internacionales, y esperamos poder completar el primer cierre entre marzo y abril de este año con 150 millones de euros. El objetivo del fondo es cerrar con 250 millones. Por otra parte, continuamos con la captación de Oquendo Senior I, nuestro primer fondo de esta estrategia. Nos habíamos marcado un objetivo inicial de 100 millones de euros (y hard-cap [tamaño máximo] de 150 millones) con un periodo de inversión de tres años. Tan solo nueve meses después del primer cierre del fondo, hemos superado el hard-cap, ampliando el tamaño máximo del fondo a 200 millones, y hemos completado varias inversiones, como –por ejemplo– la financiación de la compra de Babaria por parte de Corpfin Capital.

Siguen apostando por una estrategia continuista, ¿no temen el ‘boom’ de fondos de deuda en España?

DH: Desde nuestro primer fondo, lanzado en 2008, venimos desarrollando una estrategia continuista, que consiste en ofrecer instrumentos de financiación flexibles, totalmente adaptados a las necesidades de las compañías en cada situación, y que están diseñados para ser un complemento de la financiación bancaria. Si bien se ve un aumento del número de nuevos megafondos a nivel paneuropeo que pueden hacer de forma puntual operaciones en nuestro país, los financiadores activos en el mid-market local seguimos siendo los mismos.

Alfonso Erhardt (AE): Lo que estamos viendo más es que los grandes fondos paneuropeos están enfocándose más en operaciones grandes en España. Pero cuanto más grande son los fondos, menos compiten en nuestro mercado natural.

¿Qué opinan de la entrada de algunos bancos en el negocio del ‘direct lending’?

AE: La inversión en deuda privada atiende a una dinámica distinta a una financiación bancaria tradicional. Cuesta más asesorar, estructurar.. En todo caso, estamos seguros de que la entrada de bancos beneficiará a todo el sector, ya que dará más a conocer la financiación alternativa.

DH: Otra tendencia creciente que observamos de participación de la banca es a través del aseguramiento y sindicación posterior entre inversores institucionales, si bien es una dinámica más propicia para las compañías con un cierto tamaño, que quedan fuera del ámbito tradicional del
mid-market.

¿En qué segmento ven más oportunidades para su cuarto fondo: compras apalancadas, refinanciaciones...?

DH: Con este fondo podemos hacer operaciones de diversa tipología, incluyendo LBO [compras apalancadas] tradicional (primario y secundario), operaciones de MBO [compras de compañías por parte de sus equipos directivos], recapitalizaciones y refinanciación de deuda, financiación de adquisiciones y crecimiento orgánico, expansión geográfica y reestructuraciones accionariales... Lo cierto es que una mayoría de nuestras operaciones son con fondos de private equity, principalmente operaciones de LBO.

¿Tienen determinado un presupuesto para realizar operaciones fuera de España?

DH: El reglamento de gestión del nuevo fondo permite que hasta un 25%
del importe total sea invertido fuera de España. Nuestra idea no es hacer marketing activo fuera de nuestras fronteras, con excepción de Portugal,
pero sí tener esa flexibilidad que nos permita acompañar a fondos de capital riesgo españoles que puedan necesitar de estructuras flexibles de financiación para completar operaciones en extranjero, hacer un add-on [compras para reforzar participadas], etc.

¿Cuál es la base inversora de este fondo?

DH: Estamos confiados en que la base inversora de Oquendo IV estará formada principalmente por los mismos inversores que han estado con nosotros desde 2008 en los fondos predecesores, con algunas incorporaciones relevantes de inversores institucionales europeos. En Oquendo III, por ejemplo, el 97% de la base inversora proviene de inversores de Oquendo II. Los inversores han confiado en nosotros
desde hace muchos años y estamos cumpliendo con sus expectativas,
así que confiamos en que mantengan su apuesta por nuestro equipo
y estrategia.

¿La situación política ha afectado a la captación de recursos?

AE: No, España se percibe como un país atractivo para invertir y a los inversores no les preocupa demasiado.

DH: Por el momento no estamos percibiendo que el cambio político esté afectando a la captación de los fondos. De hecho, España se configura cada vez más como un mercado preferencial del Sur de Europa para los LPs (inversores) internacionales.

¿Y qué piden al nuevo Gobierno?

DH: Creemos que es importante que se mantenga una política activa de fomento del private equity y la deuda privada, a través de instrumentos como Fond-ICO Global, que han demostrado sobradamente su eficacia. Estamos firmemente convencidos de que el capital expansión está llamado a jugar un papel fundamental en la modernización y desarrollo internacional del tejido empresarial español, y debe ser un actor clave en la convergencia con las economías europeas más desarrolladas.

AE: Lo que pedimos es que no hagan muchos cambios que afecten a la economía. Si hay cosas que han funcionado bien en la economía en los últimos años, es mejor no cambiarlas. A nivel fiscal, se podría armonizar con los estándares europeos.

Son pioneros en este negocio en España, además de la mayor competencia, ¿qué ha cambiado en la industria en el país?

DH: Son muchas las circunstancias que han cambiado durante los doce años transcurridos desde el lanzamiento de nuestro primer fondo, empezando principalmente por el desarrollo mismo de la deuda como clase de activo. Cuando iniciamos nuestra actividad en 2008, los fondos de deuda éramos una categoría marginal encuadrada en una tipología más genérica de private equity. Fue a raíz de la crisis bancaria cuando la deuda se configura como un tipo de activo con carácter propio y naturaleza diferenciada, y desde entonces, no ha dejado de desarrollarse de manera gradual, alcanzado un elevado grado de sofisticación y complejidad, tanto en la oferta como en la configuración de la base de inversores (LP, por sus siglas en inglés). Creemos que este desarrollo continuará durante los próximos años, y que queda aín mucho camino, tanto en estrategias como en penetración de mercado.

¿Están estudiando desarrollar una nueva línea de negocio?

DH: En este momento estamos centrados en invertir Oquendo Senior y captar Oquendo IV. Hemos ampliado el equipo, siendo ahora 18 personas, y estamos centrados en la captación, inversión y gestión de ambos vehículos. En todo caso, siempre estamos evaluando potenciales oportunidades de desarrollo y mejora de la gestora.

¿Hacia dónde irían estos nuevos negocios?

AE: Buscamos cosas nuevas, más de nicho y poco saturadas. Este sería el caso de infraestructuras, donde podrían surgir oportunidades concretas, pero falta tamaño para poder entrar en este negocio y las rentabilidades que ofrece son más bajas.

¿En qué sectores vamos a ver más oportunidades?

AE: Nosotros somos generalistas y no dependemos de un sector en particular, lo que es una ventaja. Creemos que va a haber muchas oportunidades en los sectores percibidos como sostenibles o las inversiones socialmente responsables (ESG, por sus siglas en inglés) porque es una cosa que piden mucho los inversores y la sociedad.
En tecnología también se empieza a ver algo, que hace años era impensable, y se mantienen sectores tradicionales como la alimentación.