Marta Ramos

Las Bodegas de Jerez perderán el 35% de sus ventas este año

La cancelación de las principales ferias y el cierre de la hostelería durante más de dos meses pone en jaque al sector del vino en su temporada clave

La primavera es la temporada clave del sector del vino en Andalucía, ya que comienzan las principales ferias y fiestas tradicionales, con las que la hostelería también da inicio a su temporada alta. En los meses de abril, mayo y junio las bodegas de la Denominación de Origen (D.O) Jerez generan el 35% de las ventas de todo el año. La cancelación de prácticamente la totalidad de los eventos festivos del país y el cierre de la hostelería, durante más de dos meses en algunas zonas, ha sembrado la incertidumbre en el sector en su momento álgido.

“La feria además de ser un momento en el que se consume mucho vino, supone un gran escaparate para las bodegas de Jerez, sobre todo para el Manzanilla y el Fino. La cancelación de las fiestas ha sido una pésima noticia, pero para nosotros es aún por el cierre de la hostelería”, ha comentado a elEconomista Andalucía César Saldaña, director general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jerez.

Las Bodegas del Marco de Jerez, que abarca principalmente Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, Chipiona y Chiclana, venden cada año unos 40 millones de botellas de vino, de las que el 4% se comercializa durante las ferias y fiestas tradicionales como El Rocío. Al cancelarse todo el calendario festivo andaluz se dejan de vender alrededor de 1,6 millones de botellas.

A esta situación se suman las pérdidas que ha provocado en el sector el cierre total de todos los bares y restaurantes del país durante dos meses y la incierta reapertura a medio gas que está experimentando la mayoría de ellos. Teniendo en cuenta ambos parámetros desde el Consejo Regulador estiman que las bodegas podrían perder este año más del 35% de su facturación, que según la Federación de Bodegas Fedejerez, ronda los 800 millones de euros.

“Lo que más nos preocupa es como se va a recuperar la hostelería, eso es lo que va a determinar nuestras pérdidas. Esto ha venido en un momento muy malo para el sector del vino, la primavera es nuestra temporada álgida”, ha comentado Saldaña.

El sector del vino es muy heterogéneo y en el Marco de Jerez conviven bodegas muy diversas, por lo que esta crisis no está afectando a todas por igual. Las bodegas más centradas en las exportaciones son las que están soportando mejor la situación, ya que en el mercado exterior el consumo de vino es principalmente doméstico. En contraposición, los vinos que se venden principalmente en España son los que están sufriendo peores consecuencias por su dependencia de los eventos festivos y de la hostelería.

Algunas variedades como el Manzanilla y el Fino venden durante la temporada de ferias más del 38% de su producción anual, por lo que las bodegas que producen estos vinos están sufriendo con más virulencia está situación que está provocando importantes consecuencias en localidades como Sanlúcar de Barrameda, muy centrada en su producción.

Al ver como sus ventas se desplomaron de manera repentina, algunas de estas bodegas decidieron reinventarse creando lotes de vinos acompañados con farolillos, catavinos y enfriadoras con los que pretendían llevar el sabor de la feria a los hogares de sus clientes.

“Las ferias además de ventas suponen imagen y lo que intentábamos es que en estos momentos los vinos no perdieran presencia y posicionamiento para seguir en la mente de los consumidores”, ha dicho.

Las ventas online pretenden ser un impulso para paliar la situación, antes solo suponían un 1% y ahora la mayoría de las bodegas está ampliando sus capacidades digitales para vender a través de Internet.

Otro de los parámetros con los que cuenta el sector para superar la crisis es el el turismo, el Marco de Jerez es el principal destino español de enoturismo, por sus bodegas pasan cada año más de 600.000 visitantes. “El parón del turismo también ha sido un problema importante para nosotros, pero somos optimistas, creemos que vamos a salir beneficiados porque este año el turismo va a ser nacional y de proximidad”, comenta Saldaña que confía en que las bodegas sabrán adaptarse con éxito a la nueva normalidad.