José Luis Losa

Empresas de baños o cuadros se lanzan a producir mamparas

La producción se ha multiplicado con distintos materiales, desde cristal a metacrilato o PET, aunque la falta de materia prima amenaza con no poder cubrir la demanda

Las mamparas, pantallas y otros elementos mobiliarios de distancia personal se han convertido en el producto estrella de la etapa de desconfinamiento, no sólo en Andalucía sino en todo el mundo. La demanda ha crecido a tal velocidad que varias empresas andaluzas de distintos sectores se han lanzado a producir diferentes modalidades para dar respuesta a esta situación.

Es el caso de Andaluza de Marquetería, una empresa de la localidad sevillana de Dos Hermanas con más de 30 años de experiencia y que en estos días apenas da abasto para atender a los numerosos encargos que reciben. Su gerente, Miguel Ángel Rosa, explica a elEconomista que su empresa, líder nacional del sector especializada en marcos, cuadros, espejos y artículos para la decoración de paredes, ha cambiado su producción para fabricar mamparas. “Empezamos desmontando una máquina para hacer distintas pruebas y en este tiempo de estado de alarma hemos comprado cinco máquinas ya”.

Rosa señala que “en los primeros días los encargos eran de comercios, después llegaron los de empresas de hostelería y estos días estamos recibiendo ya los de organismos públicos, que van a ser los últimos en abrir”.

El mayor problema al que se enfrentan actualmente es la escasez de materia prima, tanto de metacrilato, como de PET. “Nosotros recibimos en febrero desde Alemania un container de diez palés con 500 planchas, de las que podemos sacar unas 3.000 unidades de mamparas, que ya tenemos prácticamente vendidas, y después hemos conseguido por otra vía nuevos materiales con los que haremos otros 3.000 o 4.000”. “El cliente que pida antes es el que se lleva el mejor material, porque nos consta que hay quien está aceptando hasta mamparas de colores, con tal de poder abrir un negocio”, subraya.

La empresa, que factura unos dos millones de euros, emplea ya a 30 personas y ha apostado por la innovación y el personal cualificado.

Algo parecido le ha ocurrido a otra conocida firma sevillana, Hispabaño, dedicada a la fabricación de mamparas de baño y ducha, que en los últimos días está notando este boom de las mamparas. La firma, que aplicó un ERTE a sus 28 empleados al principio del Estado de Alarma, lleva ya tres semanas abierta fabricando tanto mamparas de sobremesa como separadores de espacio.

Según cuenta a elEconomista su directora-gerente, Vanessa Muñoz, “estamos teniendo una gran capacidad de adaptación a lo que nos pide el mercado y estamos creando nueva línea de producción para atender a todos estos clientes”. La firma factura cerca de 4 millones de euros.

En su caso, la materia prima es el vidrio templado, más caro que los separadores de PET o metacrilato, pero esta circunstancia no está siendo un problema. “Muchos clientes se han dado cuenta de que una mampara de cristal es mucho más duradera y no tiene problemas a la hora de limpiarla continuamente con productos abrasivos, mientras que en otros productos se ve afectada su transparencia”, explica Muñoz, que también es presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Sevilla.