Marta Ramos

La moda primavera-verano tendrá que esperar

El cierre de los centros comerciales provoca más de 13.000 despidos en Andalucía y el sector textil prevé un descenso de la facturación del 8,5%

La crisis del Coronavirus ha pillado a las tiendas andaluzas, como a las del resto de España, haciendo el cambio de escaparates para la temporada primavera-verano, la época de más ventas en el sector textil por la gran cantidad de eventos que se celebran en estos meses en todas las provincias. Una temporada alta que este año ha quedado completamente anulada y con la previsión de importantes pérdidas económicas tanto en la industria de la moda andaluza como en el comercio. Según un informe elaborado por el Centro de Predicción Económica Ceprede, la industria textil será uno de los sectores andaluces más afectados por el parón económico del Estado de Alarma. En concreto se estima que perderá un 8,5% de las riquezas que genera.

En lo que se refiere al empleo, según estas estimaciones el sector textil en Andalucía podría perder más de 970 puestos de trabajo. Uno de los sectores más afectados por esta situación es del de la moda flamenca, ya que, la mayoría de talleres que se encontraban en plena temporada alta de producción de trajes han tenido que cerrar sus puertas por el Estado de Alarma, a lo que se suma la cancelación masiva de pedidos que venían registrando desde que comenzaron a aumentar los casos de coronavirus en España.

Ante esta situación, la Asociación de Diseñadores de Moda y Artesanía Flamenca de Andalucía (Mof&Art) confían en que algunas grandes ferias canceladas esta temporada, como por ejemplo la de Sevilla, puedan celebrarse finalmente en septiembre como estudian algunos ayuntamientos. "Confiamos en que entre un 70 y un 80% se recuperarían las ventas en nuestro sector. No llegaremos al nivel previsto si hubiera sido en primavera, pero nos daríamos por satisfechos", comentaba la presidenta de la entidad, Pilar Vera.

Álvaro Moreno, uno de los referentes andaluces en moda masculina, también decidió cerrar su taller ante la pandemia del virus y con el fin de proteger la salud de sus empleados. La postura de la compañía fue similar a la que han tomado la mayoría de empresas del sector: venta online activa para mantener un cierto nivel de ingresos, pero con la producción parada y las tiendas físicas cerradas para evitar contagios entre la plantilla.

Esta crisis también ha sido un varapalo para la marca cordobesa de ropa de hombre Silbon, que tras cerrar el 2019 con una facturación de más de 13 millones de euros, se ha visto obligada a aplicar un ERTE que afecta al 90% de su plantilla. La compañía ha aplicado esta medida sobre el 100% del personal de tienda, así como el 70% del personal de su sede central.

Los ERTE se han ido multiplicando en el sector tanto en las empresas andaluzas como en las firmas internacionales que trabajan en Andalucía. Con todas las tiendas y centros comerciales cerrados y sin fecha cierta de apertura, las grandes franquicias que trabajan en Andalucía como H&M, Adolfo Domínguez, Bimba y Lola, El Ganso o Pompeii han comenzado a despedir a sus trabajadores.

El gigante español Inditex, el que más empleo genera del sector en la región, también planteaba aplicar un ERTE para casi la totalidad de sus trabajadores, aunque finalmente la presión de los sindicatos ha logrado que el imperio de Amancio Ortega aplace estos despidos temporales.

La empresa comunicó al sindicato CCOO que no aplicará el ERTE de momento, pero que sí lo hará a partir del día 15 de abril si sigue vigente el Estado de Alarma. El comercio será una de las principales víctimas de esta crisis, Ceprede estima para el sector una caída del 3% y la pérdida de casi 14.000 empleos a causa de los ERTE. Una situación que supone un duro golpe sobre todo para el comercio tradicional andaluz que lleva años sumido en una importante crisis luchando contra enemigos tan potentes como las grandes franquicias internacionales y el auge de la venta online.