Marta Ramos

Dolfie, una alternativa sostenible a la moda fugaz

La marca malagueña elabora zapatillas de deporte con desechos de plástico recogidos del mar

Cada vez compramos más ropa y además la utilizamos durante menos tiempo. La fast fashion o moda fugaz, con prendas de baja calidad y que apenas pasan unos meses en nuestro armario, ha convertido a esta industria en la segunda más contaminante del planeta. Según la ONU, produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos. Cambiar este negocio que mueve millones de euros a costa del planeta y de los derechos humanos no es tarea fácil, pero Dolfie Paradise lleva 14 años aportando su granito de arena con sus zapatos sostenibles.

Esta marca malagueña fue creada en 2007 por los diseñadores Bárbara De Assis y Adolfo Lendoyro con el principal objetivo de fabricar ropa y calzado de calidad dejando la mínima huella y contribuyendo a la protección y preservación del medio ambiente. Entre sus objetivos medioambientales está salvar el Mediterráneo. Para ello, a través del proyecto Dolfie Save The Ocean consiguen producir zapatillas deportivas confeccionadas a partir de desechos plásticos recogidos del mar, que son transformados en hilos y tejidos.

Una red global de pescadores voluntarios es la encargada de sacar del mar los residuos que después se convierten en tejidos. Cada par de zapatillas supone alrededor de siete botellas de plástico menos contaminando los océanos.

“Este es un sector que parece haber perdido el control. Consumo sin sentido, producción desorbitada. La máxima de la rentabilidad ha hecho que nos olvidemos, incluso, de los derechos humanos y, por supuesto, de los derechos del planeta. Es vergonzoso y absolutamente desolador que un universo tan hermoso como el de la moda, se haya convertido en la segunda industria más contaminante. Siempre fuimos conscientes de que un solo grano de arena no cambia el mundo, pero alguien debe dar

el primer paso. Se puede. Es difícil, es más caro, pero se puede y el resultado, vale la pena”, comenta a elEconomista Andalucía Bárbara De Assis, cofundadora de la marca.

Otra de las materias primas sostenibles que utiliza esta marca para elaborar sus productos es el tejido de cáñamo, una fibra mucho menos contaminante que el algodón, porque no requiere del uso de pesticidas y además necesita un 50% menos de agua. “También trabajamos con algodón reciclado, proveniente de prendas desechadas, porque, lamentablemente, la cultura de usar y tirar, nos ha llevado a comprar cinco veces más moda, que en los años 80 y a tirar un preocupante porcentaje de la misma, en apenas un año”, explica la diseñadora.

La marca elabora zapatos de piel, solo con materia prima derivada de la industria alimentaria, también veganos, y ahora trabaja en la creación de un modelo 100% biodegradable.

“La piel es el material más biodegradable que existe, la clave son los tratamientos y extracción de la materia prima, por lo que solo trabajamos con fábricas que certifican que la procedencia es la industria alimentaria. Millones de animales son sacrificados para dar de comer al ser humano. En Dolfie decidimos dar una segunda vida a sus pieles que, de otra forma, serían desechadas. No obstante, nuestros proveedores garantizan procedimientos ecológicos en los tratamientos, de manera que el lavado, curtido o tintado de ese material sea lo menos contaminante posible”, destaca la responsable de la compañía.

Los zapatos sostenibles de Dolfie son elaborados a mano por zapateros artesanos de España y Portugal con esos materiales sostenibles y de origen local, para reducir aún más la huella de carbono. A los clientes llegan de dos modos: mediante boutiques multimarcas y a través de su página web. El primer mercado internacional en el que se comercializó la marca fue Francia, después llegó a Italia, Alemania, España, Portugal, Suecia, Noruega, Holanda, Bélgica, Israel, Reino Unido, Japón y Canadá

La pandemia ha reducido un 19% las ventas globales de Dolfie, principalmente por la caída en las tiendas físicas. No obstante, ha crecido su comercio electrónico notablemente y la empresa ha logrado mantener las cifras de la temporada Navideña de 2019. El sobre stock derivado de la reducción de ventas ha tenido un fin solidario y la marca ha donado más de 500 zapatos a Cruz Roja que llegarán como regalo de Reyes a familias sin recursos.