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Fomento entra en escena con su próxima Ley de Movilidad Sostenible

El Covid-19 ha subrayado de forma súbita una realidad tan evidente como soterrada. Por su saturación, por su organización urbanística y por los sistemas de movilidad, la gestión de emergencias sanitarias resulta mucho más compleja en las ciudades superpobladas.

Asimismo, el modelo estructural predominante en las principales metrópolis precipita la conformación de espacios poco saludables. Tan solo una de cada diez ciudades del mundo cumple las normas internacionales relativas a la limpieza del aire, y la contaminación se revela como la causante de la muerte de millones de personas en el mundo cada año. Una reciente investigación de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (Alemania) ha puesto de manifiesto que las elevadas tasas de contaminación atmosférica en las ciudades podrían estar relacionadas con una mayor incidencia de enfermedades cardiorespiratorias, como el Covid-19, aunque el Instituto Carlos III sigue manteniendo las dudas sobre esta relación.

Hace unas semanas, Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, señalaba que tanto el coronavirus como la crisis climática son “dos problemas muy serios”, pero con una naturaleza muy distinta. "El virus tendrá a priori un impacto temporal, mientras que la emergencia climática es una cuestión que se mantendrá por décadas y requiere de acción continua”, subrayó.

Con toda esta situación se hace más urgente una nueva Ley de Movilidad Sostenible de modo que la contaminación del aire en las grandes ciudades logre soluciones. Para ello, el análisis debe ser ambicioso y no mirar únicamente al usuario particular y al vehículo privado como los únicos culpables. El estudio deberá incluir la repercusión de la cercanía de grandes centros logísticos o aeroportuarios para poder valorar adecuadamente el impacto de cada cual y que se aplique en su justa medida el principio de quien contamina, paga.

Desde el pasado lunes, el Ayuntamiento de Madrid ha vuelto a poner en marcha los pagos por aparcar. El proyecto de Ley de Cambio Climático ya está en el Congreso de los Diputados y el plazo para enmiendas se ha iniciado. En esta normativa se incluye la obligación de fijar zonas de restricción de tráfico en ciudades de más de 50 habitantes, aunque no se concreta ni cómo, ni cuánto, un extremo que solo servirá para profundizar en las diferencias entre ciudadanos. Y a esta situación se añade un problema: Fomento anuncia ahora una Ley de Movilidad Sostenible. Es decir, con el mismo rango que la de cambio climático. La duda que se abre ahora a falta de conocer los primeros borradores es si mantendrá las medidas de limitar el uso del vehículo privado o si incentivará y cómo el cambio de los modos de transporte.