Talento femenino para liderar la transformación del supermercado

Rosa nació en A Coruña en 1966, pero lleva viviendo en el País Vasco desde hace casi veinte años. Cada mañana se levanta y acude a primera hora a su trabajo en Eroski en la localidad vizcaína de Elorrio. Es posible que la primera imagen que el lector tenga al leer estas líneas es que Rosa trabaja como cajera en el supermercado local. Pero nada más lejos de la realidad. Licenciada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela, MBA por la Escuela de Negocios de Vigo y Advanced Management Program por el IE Business School, Rosa Carabel ejerce como consejera delegada del grupo de distribución vasco y es ya la mujer que más alto ha llegado en la distribución alimentaria española. En un mundo en el que los hombres siguen protagonizando la gestión, pero donde las mujeres suponen más del 70% de media del conjunto de las plantillas, son cada vez más las directivas que se abren paso en los puestos ejecutivos para liderar la transformación del sector hacia un modelo cada vez más eficiente, competitivo y sostenible. En muchas ocasiones solo saltan a los medios de comunicación el 8 de marzo de cada año, con motivo del día de la mujer trabajadora, pero su papel se construye jornada a jornada, los 365 días del año. “Queda mucho trabajo por hacer”, reconoce Rosa Carabel, que admite que aunque las mujeres ocupan muchos de los puestos de responsabilidad el porcentaje se reduce según se sube en la escala de mando. “El talento no es una cuestión de género, pero si las mujeres no llegan a la dirección estamos perdiendo a una parte de la sociedad”, asegura. En el consejo de dirección de Eroski, además de Rosa Carabel, están también Beatriz Santos, la directora comercial de la compañía y Eva Ugarte, directora de Marketing Estratégico y Cliente. Entre las tres representan ya casi un tercio del máximo órgano ejecutivo de la empresa, donde, al igual que ocurre en otras compañías, la mujer cobra cada vez un mayor protagonismo.

“La presencia de las mujeres en puestos de alta dirección es cada vez más notable, pero todavía queda camino por recorrer. Las mujeres a lo largo de nuestra carrera encontramos dificultades que afectan a diferentes ámbitos, desde el profesional al personal”, explica Sagrario Fernández, General Counsel y vicesecretaria del consejo de administración de Dia. En su opinión, no hay duda, de que sigue habiendo obstáculos para llegar a lo más alto. “Entre los más importantes está el llamado techo de cristal, esa barrera invisible pero existente, que dificulta el desarrollo y el ascenso a puestos de responsabilidad dentro de las compañías”, asegura.

Según los últimos datos oficiales, en España el 36% de los puestos directivos están ocupados por mujeres. Aun siendo un porcentaje mejorable, también es verdad que es el porcentaje más alto de nuestra historia y nos sitúa en el top 10 de países a nivel mundial. “Se ha avanzado mucho en este sentido y es que las empresas juegan un papel clave en esta transformación más humana, que sitúa a las personas en el centro. Y aquí está la clave: pensar en las necesidades particulares de todos los colaboradores sin importar el género”, dice la General Counsel de Dia.

Pero, ¿quién tiene la responsabilidad final de que las mujeres puedan llegar a los puestos de dirección. Arminda Abreu, directora general de Personal de Lidl, apunta al papel fundamental que deben jugar las propias empresas. “Tenemos la responsabilidad de velar por la igualdad de oportunidades en la gestión del talento, independientemente del género. En este sentido, desde el área de Personas debemos fomentar y garantizar que las políticas corporativas favorezcan la diversidad a todos los niveles dentro de la empresa”, asegura.

Para la directiva del grupo de supermercados alemán, “los equipos directivos somos los primeros que debemos liderar este cambio de mentalidad, porque apostar por el talento diverso no solo aporta visiones distintas, sino que enriquece enormemente a las organizaciones. En nuestro sector es especialmente relevante disponer de puntos de vista diferentes para encontrar soluciones a las demandas de una sociedad cambiante que evoluciona constantemente”.

Entre las empresas donde la mujer está cobrando cada vez una mayor relevancia figuran grupos como Carrefour o Alcampo. En la primera hay ya cuatro que forman parte del comité ejecutivo: Lola Bañón, directora de Carrefour Property; Rosa Nuñez, directora de Carrefour Market; Beatriz Faustino, directora de Marketing y Comunicación y María Quintín, directora del Club Carrefour, RSC y Medioambiente.

En Alcampo son muchas también las mujeres que están asumiendo puestos de responsabilidad. Patricia González es directora de Desarrollo Humano y miembro del Comité de Dirección, pero hay también otras muchas que ejercen puestos de dirección. Clara Duque, por ejemplo, es directora de Oferta Producto Alimentación Libre Servicio; Maribel García Grajalva, directora de la Marca; Isabel Jiménez, directora de Calidad; Carolina Pastor, es directora de Jurídico y Fiscal, Natalia Casas, directora de Control Interno y Riesgos y Belén Sáinz, es directora de Relaciones Laborales.

“El 39% de puestos de responsabilidad está desarrollado por mujeres. Este dato, mejorable y con planes concretos para que dicha mejora sea realidad, supone haber incrementado dos puntos la presencia de mujeres en el colectivo de mandos respecto al pasado año”, dice la directora de Desarrollo Humano de Alcampo. La cadena francesa está trabajando ahora en el tercer Plan de Igualdad junto a representantes de los trabajadores. “aplicando en la actualidad el vigente que favorece la corresponsabilidad de mujeres y hombres e incorpora la perspectiva de género en la propia gestión de la empresa, en todas sus políticas y a todos los niveles”. Además de asegurar la participación paritaria y favorecer la contratación de mujeres en nuevos procesos de selección, la empresa ha desarrollado a lo largo de 2022 la segunda edición del programa Empowering Women’s Talent, destinado a mujeres de la empresa y puesto en marcha por Equipos & Talento, una iniciativa de desarrollo del liderazgo y talento femenino que pretende enseñar, compartir e inspirar sobre igualdad y diversidad de género. En el pasado ejercicio el número de participantes ascendió a 60.

En el sector, no obstante, hay también autocrítica y las mujeres urgen la necesidad de que se cuenta con ellas en puestos cada vez de mayor responsabilidad y no quedarse solo en un escalón intermedio. “Es cierto que en el retail hay gran presencia de mujeres, pero se limita cargos de baja responsabilidad y sigue habiendo escasez en puestos de alta dirección”, apunta la General Councel de Dia, Sagrario Fernández. En el caso de Dia hay una fuerte apuesta por el talento en igualdad, y “podemos contar con orgullo que casi la mitad de la fuerza franquiciada de Dia son mujeres, reflejo de la fuerte pujanza que está viviendo el emprendimiento femenino en nuestro país situándose prácticamente al mismo nivel que el masculino”. Mercadona es una de las compañías donde la mujer tiene una mayor representación en el comité de dirección ocupando seis de las catorce direcciones generales. Elena Tejedor es directora general de Relaciones Externas; Teresa Pol, directora general de Compras Horno; Marga Santos, directora general de Compras Transformados del Campo; Rosa Aguado, directora general de Logística; Pilar Sanz, directora general de Obras y Expansión y Patricia Tobía, directora general de Informática. En Ahorramás hay dos mujeres en puestos de dirección -Graciela Ramallo, directora de Comunicación, Marketing y Sostenibilidad y Raquel Medina, de Asuntos Jurídicos- ; en Ifa dos más -Raquel Benítez, directora de Internacional y Desarrollo y Ana Lorenzo, de Asuntos Públicos, ESG y Sostenibilidad- y en Makro otras dos: Milagros Brousset, directora de Marketing y Clientes y Alejandra Banegas, de Recursos Humanos.

Queda aun un camino muy largo por recorrer, pero se avanza. El faro, además de Rosa Carabel en Eroski, lo llevan otras mujeres que han llegado lejos en el sector de la distribución, más allá de la alimentación. Es el caso, por ejemplo, de Marta Ortega, como presidenta del grupo Inditex; Marta Álvarez, que preside El Corte Inglés o Annabel Chaussat que desde hace dos años ocupa el puesto de consejera delegada de Fnac en España. Ellas son el ejemplo de que el techo de cristal se puede y se debe romper.