El Museo del Jamón se reinventa para devolver el ibérico a la Gran Vía

La marca familiar madrileña alcanza los siete locales operativos e invierte más de un millón de euros en renovar y reabrir su mítico local de Gran Vía. La empresa espera recuperar este año las ventas prepandemia y alcanzar los 25 millones.

Una de las marcas más reconocibles de la hostelería madrileña, El Museo del Jamón, vuelve a coger impulso tras dos años muy complicados en los que, además del descenso de clientes y de las restricciones de la pandemia, tuvo que afrontar el fallecimiento, en agosto de 2021, de uno de sus fundadores, Francisco Muñoz. Ahora, sus cuatro hijos lideran una nueva etapa de crecimiento con la reapertura el pasado día 10 de su legendario local de 700 metros cuadrados del número 72 de la Gran Vía. Con este reestreno, la compañía que lleva el nombre de su abuelo, Marcelo Muñoz e Hijos, alcanzará los siete museos operativos..

Esta reapertura llega tras la compra del local a la segunda rama familiar del negocio, la de los descendientes del otro co-fundador, Luis Muñoz, que lo mantenían cerrado desde el inicio de la pandemia y que conservan otras dos sedes en la calle Atocha y Alcorcón. De esta manera, la empresa mantiene los locales más emblemáticos de la marca, incluyendo el ubicado frente al Museo del Prado y que sirvió de inspiración para darle nombre en 1978. Para su remodelación, la compañía ha invertido más de un millón de euros en unas reformas que han transformado por completo el local (estética incluida) en un museo con tres espacios claramente diferenciados, uno con la tradicional barra, otro para la zona de restauración y un tercero dedicado a exposiciones y actuaciones en directo.

Luis Alfonso Muñoz, portavoz de la tercera generación al mando del negocio familiar, no esconde que este año esperan cerrar el ejercicio muy cerca de las cifras de 2019, cuando registraron alrededor de 25 millones de euros de facturación. En sus siete museos consagrados al jamón, sus dos tiendas y su hub de innovación (Delicias del Museo), la compañía vende más de 32.000 jamones al año, además de despachar 300.000 kilogramos de jamón en diferentes formatos. Según Muñoz, además de recuperar los niveles de facturación, esperan que 2022 sirva para retomar el modelo de crecimiento pausado y orgánico que les caracteriza, “siempre como propietarios de los locales, sin franquiciar, y mediante recursos propios”.