Urge tomar decisiones para aliviar la situación en el campo español

La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha dejado al campo español en una situación agónica, con los costes disparados y sin poder repercutirlo a las cadenas de distribución. De acuerdo con el último informe elaborado por Coag, correspondiente al mes de febrero, hay ya algunos casos, especialmente cítricos, donde la diferencia entre lo que se paga en el supermercado y lo que cobra el agricultor es de hasta diez veces. Pero es que no solo es eso. Más allá del problema con los precios, la guerra ha provocado una alarmante escasez de materias primas. Una parte de la industria agroalimentaria quedará paralizada si en cuatro semanas no encuentra un sustitutivo para el aceite de girasol, usado para la elaboración de multitud de productos, desde bollería y conservas a salsas y fritos, y cuyas reservas no aguantarán más de un mes. La guerra en Ucrania ha detenido la actividad en las refinerías de ese país, desde el que España recibe el 62 % del aceite de girasol que utiliza, los barcos no circulan por el estrecho del Bósforo y ya sólo queda el aceite que estaba en existencias.

Este pasado fin de semana, desde Produlce, asociación que representa a las empresas del sector de los dulces, las galletas y la pastelería y a la que pertenecen Bimbo, Gullón o Nestlé, entre otras muchas, admitían de hecho que “el desabastecimiento es inminente” y que “los stocks están al límite y dentro de un par de semanas las empresas más tempranas se habrán quedado sin aceite de girasol y en un plazo máximo de cuatro semanas todas las empresas"

Y en el mismo sentido se han manifestado también representantes de la Agrupación Española de Fabricantes de Conservas Vegetales (Agrucón) y también lo ha dicho el secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados (Anfaco-Cecopesca), Juan Vieites, quien ha afirmado que el desabastecimiento es cuestión de tres semanas o de un mes. Es urgente por todo ello la toma de decisiones, tanto desde el Gobierno español como desde la Unión Europea.

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha planteado el aprovechamiento de las hectáreas de barbecho que hay en España, debido a las ayudas que reciben de la Política Agraria Comunitaria, y puede ser una buena solución a medio plazo. A corto, sin embargo, es necesario permitir una reformulación de los productos y buscar importaciones de otros mercados. Y hay que hacerlo cuanto antes o la cadena alimentaria empezará a tensionarse.