Florette lleva ahora al campo su búsqueda de alternativas al plástico

El mayor fabricante de ensaladas listas para consumir de nuestro país ha logrado reducir en una media de 160 toneladas anuales el uso de plásticos en su actividad, principalmente en el envasado. Ahora trabaja en la sustitución de los plásticos empleados en determinados cultivos por materiales alternativos

El principio de circularidad está presente en la actividad de la compañía de origen navarro Florette desde su nacimiento como empresa hortofrutícola en la Ribera del Ebro en 1988. Desde que creara la categoría de ensaladas listas para consumir, la compañía ha ido perfeccionando su operativa interna para sacar el máximo rendimiento, con el menor consumo de recursos, a los terrenos donde se cultivan nada menos que el 42% de las que se fabrican en España.

“Nos movemos al ritmo que marca la naturaleza gracias a las diferentes zonas de producción que tenemos en toda España. Vamos moviendo nuestra producción estacionalmente por diferentes zonas como Murcia, Soria, Albacete, Alicante, Navarra o Canarias, para mantener los cultivos, tanto de exterior como protegidos”, explica Fermin Aldaz, director Comercial y de Marketing de la firma. Todo un reto logístico que requiere de un esfuerzo de planificación diaria para mantener la uniformidad del sabor, calidad y textura de los productos que comercializan y que, en el caso de las ensaladas, son recogidos y envasados apenas 24 horas antes de ser colocados en los lineales de la gran distribución.

Logrado este reto, el siguiente hito para avanzar en una actividad más sostenible en Florette se dirige ahora a la reducción del uso de un material fundamental en la propia creación de la categoría de ensaladas y verduras frescas listas para consumir: el plástico. Según reconoce Aldaz, “el plástico sigue siendo un material fundamental para nosotros por dos motivos. En primer lugar, nos permite alargar la vida del producto fresco listo para comer por sus propiedades únicas de permeabilidad, y, además, hacerlo con los más altos estándares de seguridad alimentaria”.

“Llevamos cuatro años trabajando en un proyecto en torno al plástico que ha transformado nuestra empresa”, aclara el directivo. “Las medidas de reducción y ecodiseño implementadas en los envases de nuestras ensaladas nos han permitido obtener grandes resultados. Así, en los envases de nuestras bolsas de ensaladas, que son 100% reciclables, hemos reducido un 15% el plástico y hemos conseguido retirar del mercado más de 160 toneladas de este material el último año al año”.

Estas medidas incluyen desde una reducción del tamaño de los envases para que contengan la misma cantidad de producto, hasta la modificación del gramaje y el grosor del plástico empleado en su fabricación. “Actualmente, el 100% de los plásticos que usamos en nuestros envases son reciclables y el 60% es de origen reciclado”, resume Aldaz. En el caso de los boles de sus ensaladas completas, Florette lleva ya dos años empleando un material plástico reciclado que los ha transformado en 100% reciclables, convirtiéndose así en la empresa pionera en lograr este hito en esta categoría.

En paralelo, la compañía colabora con diferentes fabricantes e institutos de investigación en la búsqueda de soluciones alternativas al plástico, fruto de la cual ha surgido la iniciativa AgroPaper. “En determinados cultivos de exterior es habitual emplear cubiertas plásticas bajo la tierra para controlar la temperatura de los suelos, reducir el desperdicio de agua y no usar herbicidas; esta práctica agrícola que busca la sostenibilidad, sin embargo emplea plástico. Ahora, hemos conseguido una alternativa en papel acolchado para sustituir este plástico de manera que, cuando se termina de usar, no hay que recogerlo y reciclarlo como hasta ahora. El nuevo material, biodegradable y compostable, acaba integrándose como materia orgánica en el propio suelo. Tras testar AgroPaper en fase de pruebas en cultivos de Navarra y de Murcia, ahora nos encaminamos a la fase comercial y de implementación progresiva en nuestros cultivos”, explica el portavoz de Florette.

El proyecto, que recibe financiación de la Comisión Europea, se estructura en torno al consorcio LIFE AgoPaper, integrado por el fabricante de papel y cartón Smurfit Kappa, las cooperativas Agrial y Grupo AN, Florette, el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-Csic), así como la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (Seae). AgroPaper ha sido reconocido con varios premios de innovación sostenible, además de haber recibido la máxima calificación de proyecto de I+D del Gobierno de Navarra y Premios Europeos de Medio Ambiente a la Empresa.