El aceite de oliva creará un sello de autocontrol para evitar el fraude

El sector quiere combatir prácticas como las mezclas de aceites de diferentes temporadas, o evitar que los aceites de peor calidad pasen por virgen extra aplicando procesos químicos. El objetivo es ofrecer mayor transparencia y valorizar el producto de cara a los consumidores y mercados internacionales.

El sector del aceite de oliva está ultimando la creación de un certificado de autocontrol relativo a su elaboración que refuerce a la recién aprobada normativa de calidad del aceite con el objetivo de evitar el fraude, por ejemplo en las mezclas de aceites de diferentes temporadas, o evitando que el aceite lampante, el de peor categoría, pase a ser virgen extra aplicando procesos químicos que escapan actualmente a los controles. Se busca, en definitiva, ofrecer mayor transparencia de cara a los consumidores y a los mercados internacionales, lo que conllevaría valorizar aún más el aceite de oliva español, que supone el entre el 40% y el 60% de todo el aceite que se produce en el mundo.

Este sistema de autocontrol cuenta con el beneplácito de los principales agentes del sector. Así, Iñaki Benito, director gerente de Patrimonio Cultural Olivarero, se congratula de que detrás de este certificado “estén las principales organizaciones agrarias y las almazaras cooperativas e industriales. También están las industrias envasadoras y exportadoras y están las administraciones públicas con tres ministerios: Agricultura, Trabajo y Comercio, así como la Junta de Andalucía y la de Castilla-La Mancha”.

Para Benito la futura certificación de calidad del aceite a cargo de una auditora independiente es el complemento perfecto a la normativa de calidad del aceite de oliva, aprobada el 21 de agosto de 2021, “puesto que la anterior normativa databa de 1983 y solo hacía referencia a aspectos higiénicos sanitarios relacionados con el producto. Este proyecto de certificación va a dotar de la mayor de las transparencias mediante un control reforzado de los procesos industriales”. Benito explica que “si una empresa quiere comercializar bajo esta certificación tendrá que cumplir con unos parámetros de calidad y pureza más estrictos que los que marca la propia normativa”. Recuerda, además, que la certificación no se va a ceñir exclusivamente al aceite de oliva virgen extra, ya que se va a extender al aceite de oliva virgen y aceite de oliva refinado con mezclas de aceite de oliva virgen. “Vamos a tener un sistema robusto, pionero, que podrá ser importado por otros países o mercados. Queremos buscar la confianza del consumidor y blindar la imagen del producto y eliminar cualquier noticia de fraude”, dice.

En cuanto a la entrada en funcionamiento de esta certificación, Benito afirma que van a empezar en breve con las auditorías piloto, “podemos estar hablando de semanas o pocos meses”. Recuerda que este sistema de certificación es voluntario. Sobre esto último, la voluntariedad, Ignacio Silva, presidente de Deoleo, empresa líder en la distribución de aceite de oliva, señala que “no se imagina una categoría o sector en donde las compañías no se quieran sumar a esta dotación de transparencia. Somos líderes mundiales y si tenemos visión de largo plazo deberíamos estar todas las compañías”.

Por su parte, Antonio Luque, presidente de la cooperativa agroalimentaria Dcoop, confía en que este certificado de calidad lo adopten todas las compañías del sector, puesto que “es muy importante para la imagen del aceite de oliva español. Esta certificación en un pasito más en la nueva normativa, que permitirá que nuestras instalaciones estén abiertas a todo tipo de controles, las 24 horas, los 365 días del año, no solo por parte de las administraciones”.