Montecillo, un vino que nos traslada a la viña para tomar esta Navidad

Nos adentramos en Bodegas Montecillo, pionera en la D.O.Ca. Rioja que aúna más de siglo y medio de legado, con una renovada propuesta enológica que no deja de ganar los mejores premios avalando su calidad.

Una elección ideal para regalar en las próximas fiestas se encuentra en Bodegas Montecillo, una de las bodegas pioneras en la Denominación de Origen Calificada Rioja. Mercedes García Rupérez, su directora y enóloga, nos introduce en ellas y nos explica cómo combina las técnicas más respetuosas con el medio ambiente y el respeto del terroir con el tratamiento de la uva.

“Lo que pretendemos al hacer nuestros vinos es sobre todo ser honestos y trasladar al consumidor lo que lo que la viña nos da”, explica. De dónde viene el vino, qué es la uva y transportarlo a cada botella.

Desde que Don Celestino Navajas Matute fundase en 1870 Bodegas Montecillo, han pasado 150 años de elaboración de vinos ininterrumpidos. Se mantiene la bodega original con sus calados subterráneos y depósitos intactos. En ella, hay unas 16.000 botellas de 1926.

Respetuosos

El objetivo es que el consumidor pueda percibir su terroir; tanto las características del suelo y toda la naturaleza que rodea al viñedo como los métodos, la tradición, la cultura y el esfuerzo que las diferentes personas en el proceso de creación ponen en él. “Esa fruta de altísima calidad que tenemos dentro de nuestra denominación de origen. También, la forma de elaborar los vinos de Montecillo, que es sobre todo siendo respetuosos, utilizando técnicas muy modernas, pero basadas en nuestros antepasados y en los que fundaron la bodega, como puede ser el hecho de trabajar en altura, de no utilizar en la medida de lo posible agresiones en el vino, en los depósitos por gravedad, en no usar calentamiento en tanques, aprovechando la propia temperatura de la zona subterránea de la bodega”, puntualiza.

El suyo es un vino muy honesto, muy creíble, muy de verdad. Mercedes García Rupérez y su equipo han sido claves para este éxito. Durante más de 12 años, ella ha asumido la responsabilidad de actualizar y mejorar los vinos de Montecillo sin perder nunca su esencia, tradición y raíces.

Un vino que ya podemos regalar es su Reserva 2015, destacando su complejidad y suavidad, y el reconocimiento de los críticos. Querremos tener en casa su Crianza 2019, muy frutal y expresivo para que la gente pueda disfrutar con él de una buena comida o de un pincho. Y nos enamoraremos del Gran Reserva 2012 y, por supuesto, de la nueva añada en Graciano, de Viña Monty, el Reserva 2015, que fue el que consiguió uno de los diez oros para vinos de Rioja y dos trofeos como mejor Graciano y mejor vino Rioja otorgados por International Wine Challenge (IWC). Será nuestra joya de la corona, al igual que si nos hacemos con alguna de las 1.660 botellas de la colección de 22 Barricas, un Gran Reserva de elaboración limitada que no nos podemos perder.