Wingstop trae a España sus alitas de pollo con cuatro cocinas virtuales

Wingstop, la enseña de norteamericana de alitas de pollo con 1.700 locales repartidos por todo el mundo, acaba de desembarcar en España, aunque no lo ha hecho inaugurando restaurantes, sino cuatro cocinas virtuales en Madrid y con un servicio de entrega a domicilio a cargo de la aplicación de Glovo. Tres de estas cocinas se abrieron en la semana del 4 al 10 de abril en el barrio de Salamanca, la zona centro y Las Tablas, en el norte de la capital, y una cuarta se inaugurará ya después del verano, en una ubicación por determinar. Nicolas Boudet, presidente de Wingstop Internacional, explica que han decidido entrar en España con este modelo de negocio “para poder integrar rápidamente la marca en España, donde vemos un fuerte potencial, y esperamos que la oportunidad de una franquicia tradicional llegue con el tiempo. Estamos buscando activamente un socio para liderar nuestro crecimiento con tiendas físicas, puesto que España se considera un mercado clave para Wingstop”.

Boudet precisa que, en un primer momento van a supervisar el rendimiento de sus cocinas antes de abrir más, y que sus planes de expansión en nuestro país pasan por por tener tanto restaurantes físicos como cocinas virtuales. Sobre la controversia en torno aas las cocinas virtuales o dark kitchens ubicadas en edificios de viviendas utilizando locales sin licencia para uso comercial que tantos problemas ocasionan en las comunidades de vecinos, Boudet responde alegando que “la ubicación de nuestras cocinas funciona en zonas totalmente industriales o semi-industriales para evitar cualquier de estos problemas. Por último, para impedir que los riders bloqueen las calles ofrecemos plazas de aparcamiento específicas en las instalaciones”.

Con el fin de competir en España con cadenas especializadas en pollo como Popeyes y KFC, el máximo responsable de Wingstop nuestro país apunta que el valor añadido de su marca radica en que “ofrecemos diez sabores característicos, atrevidos y distintivos, que van desde opciones súper picantes, como Atomic, hasta variantes dulces, como la Hawaiana, y sabores icónicos como Lemon Pepper. Nuestro compromiso con el cocinado al momento y nuestro proceso de salseado nos distingue de todas las demás opciones”.

Además de alitas de pollo, alitas de pollo sin hueso y tenders o tiras de pollo, la oferta de la cadena se completa con patatas sazonadas con mezcla de dulce o salado, o pimienta con limón (considerado su sabor icónico) y cajún. “También ofrecemos patatas fritas con queso y patatas fritas con rancho de búfala. La experiencia de ‘mojar’ es una parte importante de comer en Wingstop y los clientes en España podrán elegir entre ranch, spice ranch, honey mustard y cheese dips; entre las salsas más populares, así como una amplia gama de bebidas y postres”, refiere Boudet.

Aunque no establece una fecha concreta, el presidente de Wingstop cree que la enseña puede alcanzar 7.000 restaurantes en todo el mundo (3.000 de ellos fuera de Estados Unidos). “La región de Emea es un componente importante en la estrategia de crecimiento global, con nuevos mercados dirigidos a Oriente Medio y Europa Occidental. Tenemos una oferta única para llevar a España que no existe actualmente, ofreciendo un concepto fast casual premiun que se diferencia por el sabor. También está prevista una mayor expansión en países donde Wingstop ya se ha lanzado, como el Reino Unido”. Actualmente, la enseña, con sede en Dallas (Texas, EEUU), gestiona 1.700 locales - 25 son cocinas virtuales- en países como Estados Unidos, México, Indonesia, Emiratos Árabes, Singapur, Reino Unido o Francia, la mayoría en régimen de franquicia. Solo en su país de origen la enseña incrementó sus ventas en un 20,2% en 2021, hasta los 2.000 millones de euros. El 61,3% de los ingresos de la enseña procedieron del canal online y se inauguraron total de 193 restaurantes a lo largo del año pasado.