La inversión en alternativas vegetales crece un 60% y roza los 5.000 millones

Las grandes compañías de la industria se posicionan al frente del cambio del modelo de alimentación con inversiones millonarias para el desarrollo y lanzamiento de productos elaborados con alternativas a la proteína de origen animal que contribuyen a democratizar su consumo en la gran distribución.

El momento definitivo para afrontar el cambio de modelo alimentario parece haber llegado a nuestro país. Y lo hace después de décadas en las que se ha producido una mayor concienciación medioambiental, las dietas veganas o con una reducción del consumo de proteínas de origen animal se han extendido y la población, espoleada por la pandemia, ha asimilado la necesidad de mantener hábitos de vida más saludables.

Así, uno de cada dos españoles, según datos del Informe The Green Revolution 2021, publicado por la consultora de innovación Lantern, manifiesta estar dispuesto a consumir carne de laboratorio, es decir, alimentos con aspecto de carne, pero elaborados con proteína de origen vegetal. Se trata de una cifra con unas perspectivas de crecimiento enormes gracias a una población infantil cada día más reticente al consumo de alimentos de origen animal, tal y como demuestra la investigación publicada recientemente por la revista Social Psychological and Personality Science. Sus autores, investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido), recalcan que los seres humanos no nacen con los procesos mentales para justificar el consumo de carne y que es a partir de los 11 años cuando las personas categorizan a ciertos animales como mascotas y a otros como comida. Es decir, que los niños son menos propensos a ver una jerarquía moral entre los humanos y los animales, y a clasificar como alimento a los que son criados en granjas.

Sin embargo, a la industria alimentaria mundial no le ha hecho falta manejar otros estudios más allá de las tendencias de consumo de los productos que comercializan, con un peso creciente de las referencias que surgen como opción frente al consumo de carne. Lo demuestra el hecho de que en 2021 la inversión mundial en el desarrollo de alimentos alternativos a la proteína animal viviera un aumento del 60% hasta los 5.000 millones de dólares (4.600 millones de euros), según datos de The Good Food Institute, organización sin ánimo de lucro que promueve a nivel internacional el consumo de este tipo de alimentos.

Este interés también se plasma en la industria agroalimentaria española. Solo el año pasado, había activas en nuestro país 407 startups dedicadas a lo que se conoce como foodtech, es decir, innovación tecnológica aplicada a la cadena de valor del sector. Según datos de la aceleradora Eatable Adventures, entre todas concentraron una inversión de 695 millones de euros, un 220% más que en 2020. Dentro de esta inversión, más de un tercio se destina a la innovación en el procesamiento de alimentos, con especial peso (47%) de la búsqueda de ingredientes para producir alimentos alternativos.

Esta respuesta de la industria alimentaria no parece una cuestión de moda sino una reacción ante las diferentes alarmas sobre el actual modelo de consumo. En 2050 la ONU prevé que la humanidad tendrá que hacer frente a la demanda alimentaria de 10.000 millones de personas en un mundo donde se agudizará la falta de recursos naturales. En este sentido, The Good Food Institute calcula que para 2030, las alternativas vegetales habrán ganado un 6% de la cuota de mercado a la carne, el marisco y el pescado, lo que se traducirá en una demanda de producción equivalente a 25 millones de toneladas métricas. La organización estima que esta demanda solo podrá satisfacerse con una inversión de casi 25.000 millones de euros, la cantidad necesaria para la puesta en marcha de 800 fábricas en todo el mundo capaces de procesar unas 30.000 toneladas métricas de alimentos al año.

De momento, la reciente celebración en Fira de Barcelona de Alimentaria, el salón internacional de referencia para la industria en nuestro país, ha puesto de manifiesto la apuesta de las grandes firmas, no solo de las startups, en el desarrollo de las alternativas vegetales a través de las novedades presentadas en su zona de exposición. En muchos casos, son las propias especialistas en productos de origen animal las que potencian nuevas marcas con ingredientes vegetales. Es el caso de Noel, que ha invertido más de dos millones de euros en el lanzamiento de Verday o de Vall Companys, que en 2019 creó el sello Zyrcular Foods con el que empezó a distribuir la conocida referencia de productos de carne vegetal Beyond Meat, con un alto índice de penetración en cadenas de restauración organizada. Asimismo, en 2021 comenzó directamente a fabricar en su planta de Seva, en la comarca de Osona (Barcelona), las hamburguesas vegetales de con sabor a bacalao y a pollo de la marca blanca Veggirena.

Unas semanas antes de la cita barcelonesa, el grupo Sigma, dueño de Campofrío, escogía Madrid para la presentación a nivel mundial de Better Balance, su marca de productos alternativos a la carne, elaborados con hasta seis plantas diferentes, que se estrenaba de forma simultánea en Estados Unidos y México. Tras testar su producto en más de 200 establecimientos de nuestro país a través del canal de foodservice, la enseña avanzó que en los próximos meses sus salchichas vegetales ya estarían disponibles en los lineales de la gran distribución. A esta especialidad le seguirán otras referencias como la ternera, el pollo, la hamburguesa, la picada de carne o el escalope, pero todo 100% plant-based.