Información de valor en el etiquetado de los productos de alimentación sostenibles

De dónde vienen los productos que compramos? ¿Quién los ha elaborado? ¿Cómo y en qué condiciones? ¿Cómo llegan a nuestras tiendas, supermercados, restaurantes, casas u oficinas? Son preguntas ya habituales. De calidad, saludable, sostenible y libre de cualquier tipo de explotación. El consumo sostenible ya no es una excepción sino la tendencia que se está convirtiendo en “norma”. Nuestras decisiones, cada vez más, vienen dadas por el deseo de impactar de manera positiva en el medioambiente y en las condiciones laborales de las personas que producen lo que añadimos a nuestra cesta.

Así lo evidencian numerosas investigaciones, como el informe Understanding sustainable living through product claims de Euromonitor Internacional, publicado en diciembre de 2021, que define la apuesta por un estilo de vida sostenible como una “mega tendencia” y expone el aumento de la inversión de las marcas en sostenibilidad y en iniciativas que comuniquen y hagan visible su compromiso. En concreto, el 73% de las empresas considera que estos valores son clave para su reputación. En este sentido, las certificaciones sostenibles se alzan como uno de los elementos más importantes ya que, después de los sellos ecológicos, son el recurso más utilizado por las marcas para construir mensajes que apelan al origen sostenible de sus ingredientes y de todas las certificaciones. Y Fairtrade* es la más utilizada en el mundo y, además, es la que más crece: un 16% entre abril de 2020 y junio de 2021 lo que demuestra la confianza que generamos en todo el planeta.

En esta tendencia, España no es una excepción. De acuerdo con el estudio Quantifying Megatrends, también de Euromonitor Internacional, es el sexto país desarrollado en el que más ha crecido el consumo per cápita de productos sostenibles desde 2019. Es más, en nuestro país el etiquetado de los productos alimenticios con certificaciones sostenibles emerge como la principal oportunidad para desarrollar esta elección que está cobrando fuerza a nivel mundial. En ello coincide el informe Consumption and purchasing habits in Spain de Statista, que desvela que, con un 32%, la ética y la responsabilidad suponen el tercer factor decisor para las y los consumidores españoles a la hora de confiar en una tienda.

Y es que, pese a las dificultades provocadas por la pandemia, el comercio justo creció un 7% en nuestro país durante el 2020. Desde diferentes surtidos de cacao, café de origen, té, textil o flores, entre otros productos. Más de 150 nuevas referencias con la certificación de comercio justo Fairtrade han llegado al mercado español a lo largo de las últimas semanas del pasado año 2021 y el inicio de este 2022, lo que se suma al crecimiento del 384% experimentado desde 2015. Los datos son esclarecedores, las personas consumidoras están enviando un mensaje firme a empresas y gobiernos: el comercio debe ser responsable.

Impulsar modelos de consumo sostenibles, accesibles y asequibles para que todas las personas tengan a su disposición productos seguros y de alta calidad. Esta es la reivindicación que debemos remarcar, una vez más, este 15 de marzo, Día Mundial del Consumidor. En Fairtrade Ibérica, representante en España de Fairtrade, el sistema de certificación de productos de comercio justo líder mundial, trabajamos para que este mensaje sea escuchado y el retail pueda dar solución a esta demanda.

Los productos con sello Fairtrade tejen vínculos entre marcas y consumidores, y se diferencian porque marcan una diferencia en la vida de las personas que los cultivan y crean, y en la de aquellas que los compran. Esta certificación en el packaging confirma que productores y empresas han cumplido los estrictos criterios sociales, económicos y ambientales, y permite a las empresas responsables comunicar que sus productos son sostenibles. Es el indicador en la etiqueta que responde a todas esas preguntas y preocupaciones éticas con información de valor, y consigue que acaben en el carro de la compra los artículos que lo llevan en vez de otros que no proporcionan esa transparencia.

* El sello Fairtrade, que certifica productos de comercio justo, permite a las empresas comunicar a sus consumidores que sus bienes son sostenibles y han cumplido los estrictos criterios sociales, económicos y ambientales.