Patrik Bergareche, director general de Just Eat Takeaway.com España: “La ‘Ley Rider’ ayudará a generar sostenibilidad en el sector del reparto de comida a domicilio”

Desde hace años, Just Eat lidera el mercado de la comida a domicilio en España bajo un modelo que apuesta por trabajar con repartidores contratados. La reciente entrada en vigor de la ‘Ley Rider’ refuerza esta filosofía y los usuarios parecen premiar su esfuerzo al haberles colocado de nuevo como su plataforma favorita.

Arranca un nuevo curso bajo la normalidad de las vacunaciones. ¿Qué evolución de pedidos esperan sin el confinamiento?

El efecto pandemia ha sido un acelerador indiscutible para el delivery en España. En 2020 incorporamos más de 10.000 restaurantes en el país, duplicando los adquiridos desde nuestra llegada en 2010. La tendencia de crecimiento ha venido para quedarse. Los usuarios se han acostumbrado a recibir su comida de forma rápida. Así lo confirman los datos de evolución de pedidos en la primera mitad del año, que ha sido positiva; aunque creemos que la velocidad se estabilizará conforme la crisis sanitaria se apacigüe.

¿Cómo ha afectado al mercado de los agregadores de comida a domicilio la ‘Ley Rider’?

Como líderes del sector, celebramos la nueva regulación. Creemos que la ley genera la necesaria seguridad jurídica para garantizar los derechos de los repartidores, dándoles un contrato de trabajo, y asegura que todos los operadores desarrollen su actividad bajo las mismas reglas. Esta ley ayudará a generar sostenibilidad en el sector y poner fin al improductivo proceso de judicialización de los últimos años.

Algunos datos hablan de que las grandes damnificadas de la medida serían las ciudades de menos de 100.000 habitantes. ¿Cómo se ha visto afectado su servicio?

Just Eat tiene presencia en toda España, no solo en las principales ciudades, y cubre el 95% del territorio. Trabajamos para que nuestros usuarios, independientemente de donde se encuentren, tengan el mejor delivery. Acabamos de anunciar que tendremos una de las mayores flotas eléctricas del país, que estará disponible en más de 30 ciudades en modalidad de renting con Cooltra.

Antes de la llegada de la ley en agosto, ya habían anunciado en noviembre de 2020 un nuevo modelo de contratación de repartidores. ¿Qué balance hacen de la iniciativa?

Es positivo y seguimos trabajando en un modelo de negocio sostenible y con la tecnología como aliada. Como paso natural a la Ley Rider, estamos negociando el primer convenio colectivo nacional con los dos sindicatos mayoritarios. Este ayudará a organizar por primera vez las relaciones laborales en el marco de la economía de plataformas en el reparto de comida a domicilio, y será un ejemplo de cómo conciliar innovación y protección social en un entorno donde la tecnología es fundamental.

¿Qué proporción mantienen de personal propio y personal ‘Scoober’?

Trabajamos con restaurantes que tienen su propio servicio de reparto y con otros que no. Para ofrecer este servicio, Just Eat cuenta con repartidores contratados por cuenta ajena. Estos provienen, o bien de nuestra red propia, que es un modelo que está en fase de lanzamiento, o bien a través de empresas especializadas en logística de última milla, con las cuales Just Eat tiene contratos por obra y servicio, y que emplean a repartidores por cuenta ajena.

Statista les sitúa como la plataforma de comida a domicilio favorita de los españoles

y ustedes llevan años apostando por un colectivo de repartidores en plantilla; ¿creen

que su apuesta les ha beneficiado frente a otros competidores?

Desde Just Eat no entramos a valorar las decisiones de negocio de otros operadores, pero siempre hemos defendido nuestro compromiso con cumplir estrictamente el marco regulatorio laboral y en crear un empleo de calidad y, como demuestran los datos de Statista, el mercado avala ese compromiso.

Just Eat ha mostrado un apoyo incondicional a la hostelería en lo peor de la pandemia. ¿Qué impacto ha tenido en el sector?

Just Eat ha ofrecido más de 1 millón de euros en ayudas a los restaurantes españoles. De 280.000 bares y restaurantes que tenemos en España, se estima que han cerrado 60.000. Esto supone una pérdida considerable, no solo en términos económicos y sociales, sino también en patrimonio cultural. En este contexto se ha desarrollado el sector de la comida a domicilio a una velocidad sin precedente. Las crisis, por otro lado, agudizan el ingenio y empieza a haber aperturas que pueden compensar los cierres. Y muchas de ellas incluyen desde el principio el delivery, lo que hace que los restaurantes sean más resilientes ante eventuales crisis. Confío en que el sólido tejido empresarial del sector de la restauración, tan estratégico para nuestro país, será capaz de recuperar pronto el pulso.