Hacia una colaboración sostenible

En España, la Industria de Alimentación y Bebidas (IAB) tiene un rol estratégico en nuestra economía, con una producción cercana a los 120.000 millones de euros, más de 30.000 empresas y medio millón de empleos presentes en todo el territorio nacional. Un sector esencial que durante la crisis del Covid ha jugado un papel preponderante para asegurar el suministro de alimentos a la población. Somos un sector importante y debemos liderar muchas de las corrientes que se vienen apuntando en nuestra economía. En los últimos tiempos hemos identificado varias tendencias que parecen haber llegado para quedarse en la “nueva normalidad”. Hoy ya parece indiscutible el auge de este nuevo mercado transformado, ágil, digital, sostenible, en el que la omnicanalidad es una realidad que ofrece al consumidor una experiencia de compra lo más extensa posible.

El consumidor empuja hacia drivers como la nutrición y la salud, cada vez más presentes en su decisión de compra. La calidad y la seguridad, la autenticidad, el compromiso, la demanda de marcas con propósito, la transparencia, la economía local, el medio ambiente, etc., en definitiva, nos está pidiendo sobre todo empresas con ética. La innovación en productos, envases, canales digitales de venta, tecnología industrial, sistemas medioambientales etc., está igualmente más presente que nunca, no podemos quedarnos atrás.

En este contexto, emerge otro elemento que debe marcar nuestro futuro, una correa de transmisión que engloba todo lo anterior y cuya influencia se torna básica para hacer frente a los desafíos: la cooperación. Una mentalidad que nos ayude a plantear negocios con una visión amplia y compartida, trabajar en proyectos comunes, asociativos, apuntar a la economía colaborativa. No solo entre empresas como, por ejemplo, aprovechando el auge del sector foodtech y de las relaciones con startups. También en la relación público-privada, ya que tenemos una gran oportunidad de colaborar en proyectos y partenariados multisectoriales e internacionales apoyados por los fondos Next Generation. Hemos adoptado los postulados del Pacto Verde Europeo y de la Estrategia “De la Granja a la Mesa” como una oportunidad para avanzar hacia un sector más sostenible. Nuestra aspiración es demostrar el compromiso y la alineación de la industria con estos objetivos.

Como destacó la ministra Nadia Calviño en el reciente Food&Drink Summit de FiAB, los fondos europeos son un pilar para la recuperación y el sector de alimentación y bebidas será uno de los “motores de crecimiento de Europa en los próximos años”. La transición ecológica, la transformación digital, la igualdad de género y la cohesión social y territorial son los grandes ejes del plan español, una apuesta por la inversión pública y privada para reorientar el modelo productivo. En definitiva, avanzamos hacia un mercado que cambia vertiginosamente, en el que la agilidad y la flexibilidad deben ir acompañadas de una enorme capacidad de generar verdaderas sinergias y nuevos modelos de negocios colaborativos, digitales y sostenibles.