David Caré, director general de Biogran para el sur de Europa: “La cesta media del consumidor baja si va más por productos de proteína vegetal u orgánicos”

Biogran es la empresa de alimentos orgánicos para España del grupo Ecotone, presente en 92 países, que vende ‘online’, en la distribución y en tiendas especializadas con marcas como ‘El Granero’ o ‘Ecocesta’. La creciente demanda de productos bio la ha llevado crecer un 7% en 2020, hasta los 41,5 millones de euros

¿Qué productos podemos encontrar en Biogran, a quién van destinados y dónde se distribuyen?

En el portfolio de Biogran hay más de 1.600 productos presentes en unas 30 categorías. ¿Y para quién están destinadas? Pues para todo el mundo, tanto para los puristas -tenemos líneas de complementos, líneas de subfood para la gente que entra la categoría- o para los flexitarianos, que son los que hacemos una sustitución de carne o comemos algo más plant-based -proteína vegetal-. Hoy tocamos todos los canales, que van desde el foodservice, hasta el canal online, el canal especializado y el canal del gran consumo.

¿Con cuántas marcas cuentan en Biogran?

Trabajamos con 15 marcas propias. Tenemos marcas locales, como El Granero, que destinamos principalmente al canal especializado, con cadenas como Veritas, Pepe Navarro. Bioconsum o herbolarios, y tiendas de supermercados bio o veganos. Del otro lado, tenemos a Ecocesta, que es la marca para atender al canal de gran consumo y al online. Después tenemos marcas internacionales como Abbot Kinney’s, con un crecimiento de más del 100%, que son nuestros yogures orgánicos y plant-based -es una de las grandes innovaciones y éxitos que tenemos en el portfolio-, que está presente en los dos canales.Tenemos Cupper, que es la marca de té, que es de comercio justo y orgánico, y está en crecimientos por encima del 73%; y Whole Earth, que es la marca de crema de cacahuete, orgánica y sin aceite de palma, con la que en 18 meses hemos llegado al 44% de market share -cuota de mercado-.

Pertenecen a una multinacional

Somos un grupo de empresas líderes en nuestros mercados respectivos de alimentación ecológica que formamos Ecotone, con marcas presentes en más de 92 países. Tenemos operaciones en seis países: Inglaterra, Francia, Benelux, Alemania, Italia, España. Biogran es una decisión de enfocarnos en la península ibérica.

Presumen mucho de ofrecer una alimentación basada en la biodiversidad. ¿Esto en qué consiste?

Hay mucho green washing -marca limpia- en el mercado, mucha gente usa eso para crearse credenciales. Nosotros llevamos más de 40 años apoyando el sector ecológico con alimentación orgánica. Nos hemos dado cuenta de que hoy el orgánico ya no es suficiente, tenemos que hacer algo más. La biodiversidad son los individuos, las especies, las plantas, los vegetales que componen un ecosistema -en Europa el 80% de los insectos han desaparecido-. Si quitamos un elemento de este ecosistema, este ecosistema puede morir. Es decir: ¡orgánico sí!, pero qué más podemos hacer. Cuando le compramos a un proveedor, ¡si es orgánico!, ¿pero que más están haciendo para preservar el suelo, para no usar pesticidas, herbicidas? Como líderes en el mercado en España y a nivel europeo nuestro papel es realmente empujar estos límites y trabajar con los proveedores para que lleguen realmente a preservar esa biodiversidad.

¿Trabajan en España con producto local?

El 80% de lo que producimos es nacional y 50% local, lo que quiere decir que el proveedor está un máximo de 300: kilómetro cero. Queremos trabajar en mejorar el cultivo. España, con 2,3 millones de hectáreas, es el número uno en superficie agrícola en Europa, y nosotros queremos aprovechar esto. ¿Por qué ir a comprar fuera algo que podemos comprar en España? ¿Y para que voy a traer 40 camiones de un producto si lo tengo a 300 kilómetros de casa?

Dicen que su catálogo de productos es una alternativa a los nueve productos vegetales más consumidos ¿Favorece esto llevar una dieta más variada?

Los nueve ingredientes más usados -trigo, arroz, maíz, soja, aceite palma, patatas, azúcar de caña, azúcar de remolacha y mandioca- representan un 66% del consumo, es decir, cultivo más intensivo, hiperintensivo. Lo que estamos buscando es una selección de ingredientes que no formen parte de estos nueve para dar una alternativa. La alternativa es no sacarle al suelo hasta la última gota para tener un buen precio, es también para dar otras opciones. Hay productos como la espelta que tiene rendimientos mucho más pequeños, pero que tienen un aporte nutricional, una entrega a nivel del gusto que es mucho mejor que un trigo que se ha hecho de forma intensiva. La biodiversidad es también escoger lo que hacemos y muchas veces vamos por el camino más difícil. Encontrar la cantidad que se necesita al precio correcto es un desafío de cada día para nosotros.

¿Por qué la alimentación ecológica es más cara que la convencional?

Es verdad que es más cara, pero nosotros lo incorporamos dentro de una dieta. Es decir, alguien que consume a la semana tres o cuatro veces carne o charcutería va a tener una cesta bastante cara. Si la gente deja de comprar tanta carne o tanta charcutería -no digo que tenga que dejar de consumir, pero reducirla-, hemos visto que la cesta media del consumidor baja si la gente va más por productos de plant-based. Ahí sí se puede permitir ese pequeño premium, y a veces va de un 5% o 10% hasta un 50% dependiendo de la tipología de producto. Aquí sí, con esa dieta más vegetal, más de plant-based, la cesta media le vendría más barata incorporando productos orgánicos.

¿Qué opina del auge que están teniendo los productos ‘plant-based’ o de proteína vegetal?

Estamos felices de ver a tanta gente entrar en esto porque al final cuantos más seamos ayudando a ese movimiento de plant-based, menos impacto tendremos sobre el planeta. Llevamos 12 meses con el desarrollo de una hamburguesa, y no la hemos sacado porque no queríamos sacar una hamburguesa plant-based convencional, queríamos una hamburguesa plant-based orgánica igual de jugosa o con ese sabor barbacoa, y eso tiene sus desafíos: no podemos usar productos químicos o saborizantes artificiales, que vienen por ejemplo de la industria petroquímica. Y ahí el desarrollo es mucho más largo. Se lanza en noviembre y llegaremos con la única hamburguesa meat like orgánica parecida a la carne con proteínas de guisantes del mercado.

¿Dónde se va a distribuir esta nueva hamburguesa orgánica?

En España, primero en el canal especializado y después en el canal del gran consumo. Ese desarrollo, que se ha hecho en España con empresas españolas, ya tiene todo el interés del grupo. Estamos viendo si podemos traer ese saber hacer -porque España está bastante bien posicionada a nivel europeo para ese tipo de producto- en el resto del grupo Ecotone. Cada país podrá usarla con la marca que quiera, pero será la tecnología y la receta elaborada en España.

¿En qué medida les ha afectado la pandemia por coronavirus?

En alimentación ecológica vimos un crecimiento muy importante en el consumo de productos orgánicos y hemos sido impactados por una demanda, que llegó de repente, muy importante. Nosotros tenemos capacidad de reacción, con marcas que han crecido un 73%. Biogran ha crecido en comparación con el año anterior un 7%. En 2021 esperamos cerrar por debajo de 5%.

¿España está lejos de sus vecinos europeos en el consumo de proteína vegetal?

Actualmente, España es uno de los últimos países en porcentaje de consumo. Estamos entre el 1,5% y el 2,2% en comparación con Francia, que está en el 6% o los países nórdicos, donde la penetración llega al doble dígito. Tenemos un papel importante a la hora de ayudar al consumidor a entender qué es el orgánico y cuáles son sus beneficios, y también necesitamos ayuda de parte de las grandes cadenas y de las cadenas pequeñas regionales para darle a bio el espacio que se merece para poder crecer y estar disponible El canal especializado ya tiene una capilaridad bastante importante, ahora tenemos que hacer que todos los players -actores- del mercado hagan los mismo.