El primer pulpo de acuicultura
del mundo será gallego

Grupo Nueva Pescanova es la primera empresa del mundo en lograr que el pulpo se pueda reproducir mediante acuicultura. Lo comercializará a partir del verano de 2022

El primer pulpo de acuicultura del mundo será español, concretamente gallego, gracias a la iniciativa de los investigadores de Grupo Nueva Pescanova, que han logrado cerrar el ciclo de vida de esta especie mediante este sistema de crianza controlado. La empresa de alimentación especializada en la pesca, cultivo, elaboración y comercialización de productos del mar, tanto frescos como congelados, pondrá en el mercado los primeros pulpos de acuicultura en verano de 2022. Esto permitirá hacer frente a la escasez de pulpo gallego en estado salvaje con un resultado idéntico al paladar.

Tras muchos años de investigación, Nueva Pescanova ha conseguido que Lourditas, el primer pulpo en nacer en acuicultura, creciera, alcanzará la edad adulta y llegara a tener tataranietos (quinta generación), con lo que ya es posible poner en el mercado este octópodo, que hasta ahora se resistía a este tipo de cultivo fuera de su hábitat natural. De hecho, el nombre de Lourditas hace referencia a los milagros atribuidos a Lourdes, la ciudad francesa de peregrinación católica. En un primer momento, como explica el consejero delegado de Nueva Pescanova, Ignacio González, el desarrollo de esta técnica se llevará a cabo en O Grove para posteriormente abrir una segunda planta acuícola en Las Palmas de Gran Canaria. Nueva Pescanova ya fue pionera en su día en el empleo de buques congeladores en sus capturas de pescado en alta mar el mismo instante de la pesca. Ahora cuenta con una flota de 62 pesqueros y 17 plantas de producción repartidas por todo el mundo. Emplea a más de 10.000 personas en 19 países de Europa, África, Asia y América, y vende sus productos en más de 80 países de los cinco continentes.

La apuesta del Grupo Nueva Pescanova por la acuicultura como actividad complementaria a la pesca tiene como objetivo garantizar la disponibilidad de los recursos marinos para generaciones futuras, promoviendo, a su vez, una mayor protección de los caladeros salvajes. En este sentido, ya desde los años 80 del siglo pasado, la compañía alimentaria produce en acuicultura rodaballo en Galicia, “del que durante algunos años fuimos los únicos productores en el mundo y que llevó a este Grupo a liderar esta especie de forma global”, relata José María Benavent, presidente del Grupo Nueva Pescanova, quien recordó, además, que en Nicaragua, Guatemala y Ecuador crían langostino vannamei en un total de 15.000 hectáreas de lagunas naturales que equivalen a 15.000 campos de fútbol.

Actualmente, el 50% de los productos del mar que consumimos en el mundo ya proceden de la acuicultura, en la que trabajan 2,5 millones de personas en todo el mundo. Al hilo de este dato, Benavent cita el estudio The future of foods de 2020, de la multinacional financiera Morgan Stanley, que pronostica que el crecimiento de la acuicultura va a ser en la década de 2020 a 2030 de un 5% anual, por lo que al final de la misma alcanzará un volumen global de 300 mil millones de dólares (260 mil millones de euros). Ahora mismo, en el mundo se cultivan 580 especies marinas por el método de la acuicultura, que se reparten del siguiente modo: Asia (91,9%); América (3,2%), Unión Europea (2,7%), África (2,9%) y Oceanía (0,2%), en las que trabajan 20 millones de personas. En lo relativo a nuestro país, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, reveló, durante la reciente inauguración del Biomarine Center en O Grove, que es donde se ha desarrollado este primer pulpo de acuicultura, que durante el 2020 este sector creció un 7,5% y facturó 254 millones de euros.

Centro pionero en acuicultura

Biomarine Centre, perteneciente al Grupo Nueva Pescanova, es el primer centro privado de acuicultura en España, el cual, con una inversión de 7,5 millones de euros, va a posicionar la compañía a la vanguardia de la investigación acuícola a nivel mundial. Esta instalación aspira a convertirse en un espacio de referencia en la mejora de la salud, la nutrición, el bienestar animal, la sostenibilidad y nuevas especies de cultivo. Además, es un ejemplo en sostenibilidad. Con 4.000 metros cuadrados y un parque solar fotovoltaico para autoconsumo con 714 módulos y una capacidad para producir energía anual de casi 300.000 kilovatios hora, que evitará la emisión de CO2, el equivalente a plantar más de 7.000 árboles, en él trabajan más de 40 investigadores.

Desde esta planta privada de I+D+i, una de las tres más punteras de Europa en Acuicultura, se trabaja en varios proyectos de colaboración con socios tecnológicos, universidades y centros de investigación con el fin de avanzar en transformación digital y sostenibilidad. Ejemplo de ello son los trabajos realizados con tecnologías de inteligencia artificial y big data en la acuicultura del langostino con Microsoft, lo que permitirá controlar el 100% de los procesos de forma automatizada y en tiempo real. Esto potenciará la eficiencia y sostenibilidad de los cultivos, garantizará la trazabilidad alimentaria y mejorará la salud y el bienestar animal.

El Biomarine Centre dispone también de un museo que conciencia sobre la importancia del cuidado de los ecosistemas marinos para el futuro desarrollo del planeta al tiempo que recorre la historia de la acuicultura (que comenzó en China en 3.500 a.C.), así como sus beneficios, futuro y nuevas tecnologías con el propósito de garantizar el bienestar animal. En este sentido, desde Grupo Nueva Pescanova refieren que el hecho de haber producido este pulpo de acuicultura libre de plásticos y metales pesados supone un notable avance en materia de sostenibilidad y salud para las personas. De este modo, en palabras de Benavent, “la acuicultura es la primera opción para una pesca sostenible cuya meta es contribuir a la recuperación de los mares”.