El sector del frío se derrite por la subida de la luz

La subida de un 35% en el coste de la luz en lo que llevamos de año, unida al incremento en un 7% de los precios en las tarifas de los peajes, convierten el coste de la energía eléctrica en un lastre para el sector del almacenamiento frigorífico. De hecho, supone el 40% de gasto total medio de un almacén de frío

El sector del almacenamiento en frío de productos congelados y refrigerados -alimentos en un 90%- soporta un coste desmedido de energía eléctrica -una cuarta parte del gasto total-que amenaza con lastrarlo, como denuncia Aldefe (Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España). Esta organización sectorial representa a más de medio centenar de empresas dedicadas al almacenamiento en frío para terceros, las cuales suman una superficie de siete millones de metros cúbicos de almacenes capaces de albergar a un millón de toneladas de mercancías. Si esta actividad factura, según los datos estadísticos de la asociación, en torno a 30 millones de euros trimestrales (120 al año), las pérdidas podrían acercarse a los 50 millones de euros anuales.

El presidente de Aldefe, Julián Corriá, denuncia que “la factura eléctrica de una empresa dedicada al almacenamiento en frío representa en torno al 40% de su cuenta de explotación. Además, la fiscalidad ligada a la energía es altísima y estamos excluidos por Cenae (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) en bonificación del impuesto eléctrico”. Y añade: “No conseguimos ayudas a la eficiencia energética de forma directa porque la administración no nos considera industria, cuando transportamos y almacenamos cada día miles de toneladas de alimentos y otros productos perecederos”. En Aldefe recuerdan que en el transcurso de este año se ha incrementado un 35% el importe total de la factura y que desde el mes pasado los precios de los peajes de acceso a la energía han subido un 7%. “Nuestras empresas asumen el 1 de junio un incremento de precios en las tarifas de los peajes, que estaba previsto, y ahora el mercado nos sorprende con nuevos incrementos que no estaban anunciados ni en el mercado energético ni en nuestra gestión empresarial. Y lo que es peor, que no sabemos hasta cuándo van a continuar”, puntualiza Corriá.

Para el presidente de Aldefe “el problema es muy grave para las empresas, ya que se han cerrado contratos con clientes a un precio determinado y ahora los costes se incrementan sin que podamos repercutirlos en terceros, lo cual nos aboca a unas pérdidas que ponen en peligro las empresas y el empleo”. Corriá explica que en una reunión que mantuvieron recientemente con la Subdirección General de Energía Eléctrica se les indicó que los cambios normativos recientes buscaban que el impacto fuera neutro en la facturación, “algo que, evidentemente en nuestro caso no ha sido así”, destaca.

En cuanto a la anunciada bajada temporal del IVA de la electricidad del 21% al 10%, Corriá considera que “es una medida populista que no beneficia en nada a las empresas mientras no baje de 45 euros el kilovatio”. En este sentido, Marcos Badenes, secretario general de Aldefe, precisa que “al particular le afecta, pero no a las empresas, que lo que hacemos es compensarlo con nuestros servicios, productos y compras que hacemos. No es una reducción real. La reducción real viene antes que el IVA, en el impuesto eléctrico, en el impuesto de la producción de la energía eléctrica, viene en las tasas municipales por el uso de la red, todas estas cosas que inflan la factura eléctrica”.

Con el fin de minimizar las pérdidas por la subida de la luz, Badenes explica que lo primero que han hecho ha sido tomar medidas de carácter interno, “tratando de ajustar todas nuestras potencias y la actividad del frigorífico en la medida de nuestras posibilidades”. En segundo lugar, dice, están las negociaciones que han mantenido con la administración central “en las que hemos puesto encima de la mesa que no tenemos ninguna deducción en el impuesto eléctrico porque no se nos considera industria. Y eso es un error, porque para funcionar necesitamos precisamente un permiso de industria”, matiza Badenes.

El secretario general de Aldefe lamenta que no se escuchen las demandas de un sector volcado en la sostenibilidad y la eficiencia energética. Así, recuerda que el refrigerante básico que emplean los parques frigoríficos españoles es el amoniaco, que es respetuoso con el medioambiente, “mientras que en Francia tienen un problema gravísimo porque la mitad del parque de almacenamiento frigorífico funciona con CFC (gases derivados de los hidrocarburos) y cambiarlo tiene un coste altísimo”.

Siguiendo con la sostenibilidad, Badenes, explica que los residuos que pueda producir el sector de almacenamiento en frío, “que básicamente son envases, embalajes y plásticos,” son compactados y llevado a reciclar. “Todo lo que sea sostenibilidad está incardinado en el ADN de un almacén frigorífico”, asevera. “Somos muy eficientes, tratamos de ser respetuosos con el medioambiente, de no emitir residuos, hacemos revisiones exhaustivas de las instalaciones, pero hay algo de lo que no podemos escapar, que es el precio de la luz”, expone Badenes a modo de corolario para poner en valor a un sector clave en la economía española que a pesar del covid está en un 76% de su capacidad.