El coronavirus encareció en 260 euros la cesta de productos frescos

Confinamiento y desescalada fueron determinantes el año pasado en el aumento del 14% del gasto de las familias en alimentos frescos, según datos del Observatorio de Aldi 2021

La pandemia supuso en 2020 una alteración del comportamiento que venía registrando en los últimos años la categoría de frescos en el carro de la compra de los españoles. En resumen, el gasto de los hogares en este capítulo aumentó; con el gasto en frutas y verduras como protagonista, el frenazo del descenso de consumo en carnes y pescados, y el pan como principal damnificado.

La tercera edición del Observatorio de frescos de Aldi 2021 refleja que el consumo de productos frescos vivió un empujón durante el año pasado, con un aumento del 8,8% frente a los tímidos avances de entre el 2 y el 3% de ejercicios anteriores. Así, los hogares españoles gastaron un 14% más en fruta, verdura, pan, embutidos, carnes y pescado frescos y huevos. De hecho, la media del gasto de cada hogar en este tipo de alimentos se situó en 2,192 euros, lo que supuso 260 euros más de presupuesto en plena pandemia.

De todo este presupuesto familiar, un tercio se destinó a la compra de fruta y verdura. Aunque, en general, el consumo de todas las categorías de frescos subió, el de pan fresco y el de charcutería bajaron durante el confinamiento. Las restricciones, sin embargo, hicieron que la carne y el pescado frenaran el descenso que venían sufriendo desde 2013. Al no poder acudir a establecimientos hosteleros, escenario habitual del consumo de estos alimentos, los españoles lo hicieron en sus hogares. De esta forma, la carne fresca registró un aumento cercano al 10% durante el segundo trimestre de 2020 respecto al mismo período de 2019, una cifra que alcanzó el 11% en el caso del pescado y el marisco.

Otro de los fenómenos derivados de los meses de restricciones que se refleja en la tercera edición del Observatorio de Frescos de Aldi es que el 55% de los hogares reconoce que realizó en 2020 más comidas especiales en casa que fuera, una cifra que aumenta un 6% respecto 2019. También pasaron más tiempo en la cocina: de media, dedicaron 33 minutos a las comidas entre semana y más de 35 el fin de semana. Durante 2020, las principales motivaciones para el consumo de alimentos fueron la conveniencia (24%), el placer (23%) y el sabor (19%), y, aunque en el consumo de productos frescos, la salud y la conveniencia son las razones principales (50% en su conjunto), el placer y el sabor cobran cada vez más importancia (40% en su conjunto).

Llama también la atención el hecho de que durante la pandemia, el porcentaje de hogares que reconocían haber reducido el consumo de proteínas de origen animal haya descendió al 25% frente al 42% registrado a finales de 2019 y el 36% de finales de 2020 en plena desescalada. Las familias que declaran haber renunciado completamente al consumo de proteína animal apenas alcanza el 2% en nuestro país.

El estudio realizado por Aldi también analiza las motivaciones de los consumidores a la hora de elegir los productos de su cesta de frescos. Así, la calidad sigue siendo el factor más valorado (59% de las preferencias), aunque la relación calidad-precio se mantiene en segunda posición (51%). Los elementos que elevan la percepción de calidad en este caso son la proximidad y los certificados de denominación de origen, seguidos de las certificaciones de bienestar animal, agricultura ecológica y sostenibilidad, así como la presentación y estética. La sostenibilidad es cada vez más determinante, siendo el granel la opción preferida en la compra de frescos (61%). Más del 79% valora un envase sostenible y el 91%, que se reduzca el plástico.