El Covid pasa factura a la industria de la panadería y la bollería con una caída en las ventas del 17,6%

    La Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac) acaba de presentar sus datos económicos del último ejercicio, en los que destacan fuertes descensos tanto en producción (-12,4%) como en facturación (-17,6%). En este último apartado, pasó de una facturación de 1,376 millones de euros en 2019 a 1.134 millones en 2020. Se trata, aseguran en Asemac, de una situación sin precedentes. De hecho, la patronal revela que, por primera vez en la historia de Asemac y de las estadísticas que divulga cada año, se ha producido un enorme descenso tanto en la producción como, lógicamente, en la facturación correspondiente.

    “La causa de esta caída y estos movimientos ha sido, exclusivamente, la pandemia y las condiciones legales que se ha impuesto a la población para prevenir la expansión de los contagios: confinamiento de varios meses primero, cierre del canal horeca después, caída del turismo a niveles de 1960, y crisis del pequeño comercio alimentario por la desconfianza de la clientela a acceder a espacios cerrado”, enumera el presidente de Asemac Felipe Ruano. Ruano también achaca estos malos resultados a cambios en los hábitos de compra y de consumo, pasándose de panes de corteza (normalmente entregados manualmente dentro de una bolsa) a panes directamente envasados. “La bollería ha sufrido más aún, por su importante peso en el canal horeca y su presencia en eventos y reuniones presenciales, donde se consume tanto en desayunos, meriendas o formatos on the go”. Desde Asemac estiman que las cifras del primer trimestre no mejorarán debido al cierre intermitente del canal horeca en determinadas comunidades autónomas y el lento progreso de vacunación frente al Covid. Si se recupera el turismo y cierta normalidad, en la patronal creen que en el tercer cuatrimestre del año se podrá recuperar gran parte de lo perdido en 2020.