El sector del porcino reduce casi un 30% el uso de agua por litro de carne producido entre 1990 y 2020

    Los ganaderos del sector del porcino de capa blanca han logrado reducir en un 28% la huella hídrica relativa a la producción de un kilo de carne de cerdo de capa blanca entre 1990 y 2020, según la interprofesional Interporc. Para la organización agroalimentaria esto ha sido posible por la optimización del consumo de pienso por cerdo; la eficiencia de la conversión pienso/carne; la optimización de los índices de reproducción, transición y engorde; la consecución de un buen equilibrio en la dieta proteica del ganado; o la optimización del bienestar animal y de su sanidad y comodidad. También se ha debido, añaden en Interporc, a la optimización de equipos y calidad del agua, así como a sistemas de limpieza y refrigeración; la minimización del contenido de nitrógeno de purines y estiércoles; y la mejora de la recuperación de agua procedente de los vertidos. En total, la cantidad utilizada en la producción de un kilo de carne es de 5.950 litros. De ellos, el agua potable únicamente representa el 8%. Hay que señalar, a la hora de calcular la huella hídrica, que el 82% del agua destinada a la producción de carne de cerdo es la denominada agua verde, que es la que proviene de las precipitaciones, queda retenida en el suelo y permite la existencia de la vegetación natural. Le siguen el agua gris (10%), el agua contaminada asociada a la producción de bienes y servicios; y el agua azul (8%), que es la que proviene de los ríos, pantanos, lagos y acuíferos: es decir, la superficial o subterránea.

    La ganadería solo representa el 2% del total de la huella hídrica en España, mientras que el sector del porcino únicamente utiliza el 0,05% del agua total disponible en nuestro país. En este sentido, diversos estudios apuntan a una disminución del empleo del agua en otro 10% adicional en 2030. En el camino hacia un impacto climático neutro, el objetivo es que su huella hídrica sea un 40% menor en 2050 respecto a 2020.