Salvar la hostelería, un objetivo que debe movilizar a todos

La hostelería tiene una importancia vital para la economía española. De acuerdo con los datos de la patronal hostelera de España, cuenta con un peso entre dos y tres veces superior al que tiene este sector en otros países, representando un 6,2% del PIB. Y, por si eso fuera poco, supone además un eje clave de apoyo al turismo, otro de los motores de la riqueza nacional. Sin embargo, y a pesar de su importancia, desde la patronal recuerdan también que se trata de un sector particularmente frágil y vulnerable a ciclos y choques económicos, como la actual crisis provocada por el Covid-19.

Ya antes del verano, el informe Impacto del Covid-19 en la Hostelería en España, elaborado conjuntamente por la consultora Bain & Company y la firma de servicios profesionales EY, alertaba de que la pandemia de coronavirus podría provocar una caída de la facturación anual del sector hostelero español de hasta 55.000 millones de euros durante 2020, el equivalente a un 40%. Además, el empleo podría sufrir también un fuerte impacto, con hasta 680.000 puestos de trabajo afectados en los momentos más críticos del proceso y una pérdida estructural definitiva de 207.000 puestos de trabajo. Sin medidas de apoyo para aumentar los niveles de liquidez, la necesidad de financiación de las compañías hosteleras para cubrir los gastos fijos operativos durante la crisis fluctuaría entre los 6.000 y los 16.000 millones de euros.

Y el problema es que ahora, con la llegada de la segunda oleada del virus, y las nuevas restricciones, esas previsiones se han quedado cortas. El sector admite ya que puede perder entre el 50 y el 70% de sus ventas y que hay 85.000 establecimientos al borde de la quiebra y el cierre definitivo. Y aunque es cierto, lógicamente, que las grandes empresas, lo que se conoce como la restauración organizada, tienen más músculo financiero para resistir que las pequeñas, la gravedad del problema está golpeando a todos en mayor o menor medida. La concesión de los préstamos avalados en el ICO fue, en este sentido, una herramienta básica para poder hacer frente a los problemas de liquidez. Pero ni los créditos ni la extensión de los Erte son suficientes. Especialmente cuando en comunidades como Cataluña se ha vuelto a decretar el cierre total.

Para empezar, es necesario, tal y como reclama el sector, una refinanciación de los préstamos que evite situaciones de impago y una quiebra en cadena de cientos de pequeñas y medianas empresas. Salvar la hostelería debe de ser algo estratégico por la importancia que tiene no solo para nuestra economía, sino también para el empleo. Si la hostelería y el turismo se hunden, España se empobrecerá aún más rápido.