La transformación digital de la industria alimentaria, clave para la recuperación
El contexto económico actual llama a hacer una revisión de procesos en todas las industrias para buscar la mayor eficiencia en la gestión y el máximo ahorro en costes. La tecnología tiene aquí un campo de actuación inmenso, así como la posibilidad de marcar la diferencia, ayudando a las empresas a automatizar procesos, centralizar y unificar las fuentes de información, además de potenciar el desarrollo de negocio.
No cabe duda de que la transformación digital de procesos de fabricación es una de las principales palancas para mejorar y potenciar la competitividad de las empresas. En el caso particular de la industria alimentaria, esta transformación tecnológica debe adentrarse de la robotización de fábricas, a la digitalización de los procesos de gestión de negocio, abarcando toda la cadena de valor y generando ahorros que generen beneficios en la cuenta de resultados.
La transformación de la industria alimentaria es crucial de igual forma para la recuperación económica y para construir un modelo industrial que permita una sostenibilidad real a futuro. En la Unión Europea la industria alimentaria tiene un valor superior a los 1.192.000 millones de euros, siendo en España de 30.342 millones de euros y representando el 2,6% del PIB nacional. En esta industria, los procesos de desarrollo de producto se enfrentan en la actualidad a una imperante necesidad de digitalización global. Las compañías fabricantes de alimentos y bebidas requieren soluciones innovadoras para afrontar la gestión del ciclo de vida y de datos del producto, que además sean diseñadas de forma específica para este sector.
El software PLM (Product Lifecycle Management por sus siglas en inglés) es precisamente un software de gestión clave para impulsar esta transformación en toda la cadena valor de la industria alimentaria. Una solución que permite controlar la gestión de todo el ciclo de vida de los productos alimenticios, desde la confección de la receta a su producción, envasado y etiquetado final.
La incorporación de soluciones PLM al ecosistema tecnológico de las empresas alimentarias permite obtener una visión única, centralizada y transparente de los diferentes estadios de cada uno de los productos incluidos en su catálogo, desde la fase de I+D hasta la obsolescencia y discontinuación del producto en el mercado.
En el caso de la industria alimentaria además cobra especial relevancia la oportunidad que ofrecen las soluciones PLM para asegurar el estricto cumplimiento normativo, en cuanto a seguridad alimentaria y etiquetado de productos alimenticios. El sector es uno de los más regulados en cada país, con excepciones y normas, específicas de cada mercado, que deben cumplir. Las soluciones de PLM generan una base de información centralizada y común a toda la empresa, para todas sus sedes, que permite adaptar la receta y etiquetado a las legislaciones de los distintos países donde distribuyen sus productos, simplificando considerablemente los procesos necesarios.
Las soluciones PLM van más allá de la mejora de procesos y aportan grandes beneficios. Ayudan a consolidar la competitividad, generan beneficios tangibles y medibles, y supone una ventaja estratégica para aquellas compañías que lo integran en sus procesos de digitalización.
En el contexto actual, es importante destacar que las soluciones PLM reducen el time to market, crucial en el contexto actual, en el que no dejan de salir nuevos productos al mercado. Además, aumenta la rentabilidad, mejora la eficiencia y reduce considerablemente los desperdicios en el proceso de producción.
Por otra parte, la automatización de procesos que posibilitan las soluciones PLM permite eliminar la duplicidad de datos y reducir los costes y tiempos en la ejecución de tareas operativas. Así, el valor añadido de PLM reside en su capacidad de optimizar el tratamiento y gestión de la enorme cantidad de datos que manejan las empresas de alimentación, lo que supone una mejor gestión del mayor activo de los productores de alimentos y bebidas. Esta información ha de ser gestionada de forma eficiente para aumentar los ingresos y conseguir el retorno de la inversión más alto que se pueda obtener.
El funcionamiento de las soluciones PLM pasa por reducir los costes y tener un control de calidad desde la elaboración del producto hasta el etiquetado. El sistema se encarga de registrar la información relativa a los ingredientes en crudo, cuál es su fecha de procesamiento y de vencimiento, así como la información de alérgenos. Toda esta información estará actualizada en tiempo real y visible y accesible de forma compartida y remota para todas las sedes de la compañía.
Centralizar la gestión de toda esta información, en una misma fuente común a toda la empresa, se traduce en una mejor toma de decisiones, más consensuada y alineada con la estrategia de la compañía, en la que se integran las necesidades del producto y la adaptación a la regulación vigente en cada uno de los mercados donde se comercializa el producto.
Además, la información almacenada por la solución PLM es flexible, es una fuente viva de información, que se puede actualizar, adaptar y modular según las modificaciones que se realicen en las legislaciones internacionales.
La evolución en la forma de consumir y la aparición de nuevas necesidades de los consumidores a las que las empresas de la industria alimentaria han de adaptarse, hacen que esta digitalización de los fabricantes de alimentos y bebidas sea necesaria y aplicable a toda la cadena de valor, empleándose de soluciones como el software PLM para ganar en competitividad y adquirir un mayor control de los productos.
Una implantación óptima de una solución PLM pasa, además, por su integración con el ERP de la organización. Con ello, entre otras ventajas evidentes, a la trazabilidad de los componentes o ingredientes –por ejemplo, por si se prohíben o se limita su uso- el ERP añade la trazabilidad logística –por si hay que retirar una partida del mercado-).
Las soluciones PLM nacen como respuesta a estas necesidades de la industria alimentaria, siendo la respuesta que proporcionará mayor transparencia, trazabilidad, control en la gestión y cumplimiento legislativo internacional.