Así se anticipó Ebro Foods al golpe causado por el coronavirus

La compañía se adelantó a los efectos de la pandemia comprando material de protección para sus empleados, e incrementando el inventario de materiales de repuesto en sus líneas productivas para cubrir cualquier eventualidad o avería que pudiera surgir durante el confinamiento.

Ebro Foods, empresa líder en arroces y pastas, con marcas como SOS, Brillante o Garofalo, y unas ventas consolidadas en 2019 de 2.813 millones de euros, continua con sus iniciativas en esta emergencia sanitaria donando materiales sanitarios críticos, como mascarillas, test o ropa de cama en residencias y hospitales, así como dinero, arroz y pasta a bancos de alimentos u organizaciones asistenciales y asociaciones vecinales. Todo ello en un contexto en el que su presencia global, un moderno y extenso parque industrial, un amplio portfolio de marcas y categorías de productos, o la diversificación de sus áreas de aprovisionamiento y materias primas, han supuesto para la compañía un inmejorable punto de partida para afrontar la presente crisis sanitaria. “De hecho, esta posición global nos permitió conocer con anticipación cual iba a ser el alcance de la pandemia y reaccionar con celeridad en la toma de decisiones”, asegura Ana Antequera, directora de Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa de Ebro Foods.

Una previsión que Antequera concreta diciendo que “además de las compras de materiales de protección individual, incrementamos el inventario de materiales de repuesto en nuestras líneas productivas con el objetivo de cubrir cualquier eventualidad o avería que pudiera producirse durante el confinamiento. Adaptamos nuestra actividad fabril para aumentar la productividad y atender con solvencia los intensos picos de demanda que se produjeron en el inicio del estado de alarma, y orientamos la producción hacia aquellos productos más demandados por los consumidores en el corto plazo sin descuidar o dejar de apoyar los segmentos que seguirán creciendo en el medio y largo plazo -premium y convenience-”.

Ebro Foods no solo ha mantenido el empleo durante la alarma sanitaria al tiempo que ha anunciado que no prevé ningún ERTE, sino que ha premiado el esfuerzo y compromiso de todo su personal de fábrica con una prima extra en su salario mensual. La seguridad de la plantilla ha sido y es una prioridad para la empresa. “El personal de oficina ha estado teletrabajando desde del inicio del confinamiento, en cuanto al de fábrica, hemos hecho una importante inversión en material de protección y desde el primer día se han hecho controles de temperatura a la entrada, se han unificado los accesos, se han extremado las medidas de distanciamiento social y los protocolos de desinfección y limpieza, se han instalado mamparas de protección, carteles informativos y medidas de señalización”, dice Antequera.

En relación a la actitud de los consumidores de hacer acopio de alimentos como arroz y pasta en los primeros días de confinamiento, Antequera revela que después de una fase de compras compulsivas, las ventas en su empresa ya están en niveles parecidos a los del año pasado. “Sí creemos que, respecto a España, la bajada del turismo supondrá una bajada en el consumo de arroz, pero no podemos prever qué sucederá en los próximos meses, porque no sabemos hacia donde evolucionarán las tendencias de consumo”. Ante los más que previsibles cambios en la demanda de productos por parte del consumidor cuando se supere la pandemia, Antequera asegura que la empresa va a seguir con sus proyectos de I+D vinculados a productos de conveniencia, pero de calidad culinaria. “Es inherente al ADN de Ebro poner a disposición del consumidor una oferta diferenciada de productos. Hemos desarrollado un sinfín de categorías, tanto en arroz como en pasta, adaptadas a las diferentes necesidades y gustos, y seguiremos haciéndolo”, concluye Antequera.