Hacia una gastronomía global y digital

La revolución digital que la sociedad llevaba experimentando desde hace varios años, se ha acelerado en los últimos meses debido al impacto del Covid-19, demostrándonos que, ahora más que nunca, ser digital ya no es una opción. La situación que acabamos de vivir ha transformado radicalmente nuestra interacción con el entorno, la forma que tenemos de relacionarnos y de consumir. Sólo hay que fijarse en cómo se disparó el e-commerce en las primeras semanas de pandemia, creciendo hasta un 55%. La pregunta aquí es ¿estábamos digitalmente preparados? La respuesta, sí, pero no en todos los sectores. Algunos ámbitos hasta ahora más tradicionales como la educación, la sanidad o la restauración se han visto obligados a subirse al tren de las nuevas tecnologías en cuestión de días, lo vimos con las clases escolares a distancia, las consultas médicas por videoconferencia o en cómo los establecimientos encontraron en los sistemas digitales su mejor aliado en la reapertura.

Poniendo el foco en nuestro sector, muchas plataformas nativas digitales nacieron en los albores de la revolución digital impulsadas por el boom definitivo de internet con el propósito de cambiar el juego, transformando radicalmente la forma de consumir de los comensales y abriéndoles a un mundo de posibilidades, este fue el caso de empresas como ElTenedor. El imparable desarrollo tecnológico ha hecho de internet el mayor escaparate de restaurantes del mundo, es decir, un lugar donde a cualquier hora del día, desde cualquier sitio y todos los días del año, tenemos la posibilidad de elegir entre miles de experiencias gastronómicas diferentes, en casa o fuera de ella, cada vez más personalizadas gracias al desarrollo de la geolocalización, el Big Data y la Inteligencia Artificial. Siempre ha sido vital la localización de los establecimientos para atraer más tráfico, y esta misma necesidad se ha visto trasladada al entorno digital, donde el número de búsquedas de términos relacionados con “restaurantes” ha crecido un 50% en los últimos cinco años.

Teniendo en cuenta esta realidad y el contexto actual, los profesionales del sector hemos puesto al cliente en el centro, ampliando nuestra cartera de soluciones en base a los nuevos hábitos de comensales y a sus preocupaciones. No podemos negar que, tras el Covid-19, nos enfrentamos a un nuevo escenario de consumo, más digital y preocupado por la salud que nunca, y al que debemos adaptarnos escuchando al consumidor y devolviéndole la confianza. ¿Qué quieren los comensales? ¿qué necesitan ahora? ¿en qué canales están? son algunas de las preguntas que debemos hacernos para satisfacer sus necesidades y reactivar el consumo.

Asimismo, la digitalización está jugando un papel determinante en el presente y el futuro de los restaurantes, que han encontrado en ella un sinfín de posibilidades para mantener sus salas llenas, garantizar su rentabilidad, optimizar la atención al cliente e incluso reinventar sus negocios. Hasta hace unos años la hostelería era un sector tradicional, tanto que los restaurantes no contaban ni con un email de contacto. Ahora el 40% reciben ya sus reservas vía online y la gran mayoría usa activamente las redes sociales, están referenciados en grandes apps o cuentan con una web propia, se puede decir que la industria está digitalizándose, pero aún le queda un largo camino. Quizás el gran reto esté ahora en la digitalización de puertas para adentro. Digitalizar la gestión, las comandas, los pagos, el contacto con proveedores, etc., son algunos de los desafíos a los que tiene que hacer frente un sector al que le está costando mucho desterrar el libro de reservas en papel.

En los últimos meses y para adaptarse a la nueva realidad, son muchos los establecimientos tradicionales que se han visto en la necesidad de digitalizarse en cuestión de días, descubriendo el gran potencial que la tecnología tiene para su negocio. Comprobando en primera persona cómo las reservas online y los sistemas de gestión digital son, hoy en día, imprescindibles para maximizar su ocupación, controlar mejor sus turnos, optimizar el espacio en sala, aumentar la rentabilidad, fidelizar a sus clientes o potenciar nuevos canales de visibilidad que les permitiesen atraer, de nuevo, comensales, en un entorno cada vez más competitivo y marcado por la incertidumbre. Sin duda, se han dado cuenta que, si no son digitales, están perdiendo negocio.

Y es que hay un hecho innegable, el comensal ya es absolutamente digital, y eso nos obliga a todos a serlo también. Un modelo de restauración de éxito en los próximos años estará basado en una gran propuesta y experiencia culinaria, pero no será lo único. Los restaurantes tendrán que ser capaces de atraer clientes a través de los nuevos canales de comunicación, tratando de ser muy inteligentes con su gestión de los costes, que deberán estar basados en una inversión de marketing y comunicación 100% variable y ligada a resultados por comensal obtenido, al igual que ya se hace en otras industrias. Esto obligará a muchos players de este mercado, a cambiar el modelo de negocio. En la misma línea, las herramientas digitales les permitirán el día de mañana tener una oferta totalmente flexible que planteará tener distintos precios en carta, según el día de la semana, o poder obtener ingresos incrementales, si el usuario quiere reservar un espacio concreto de la sala o un día u hora más demandado, tal y como ya hacen las líneas aéreas o los hoteles.

Y si hablamos de digitalización, no podemos dejar a un lado las redes sociales, claves para cualquier estrategia de negocio, y que se han convertido en canales fundamentales donde transmitir tendencias culinarias de una manera cercana y visual. Además, también pueden comercializarlos incluyendo botones de reserva e incluso utilizar herramientas de Inteligencia Artificial para dar un servicio cada vez más ultrapersonalizado a sus clientes. Paralelamente, estos canales han dado lugar a democratización de las opiniones, en la que los usuarios pueden compartir sus propias experiencias y consultar las de los demás. Unas opiniones que cada vez influyen más en la decisión de los consumidores. De hecho, el 80% de los usuarios afirma consultar las opiniones de otros comensales antes de elegir restaurante. No hay duda, la tecnología ha creado un mundo cada vez más globalizado, también en el ámbito gastronómico.