Los regantes reclaman un Pacto de Estado por el Agua contra la sequía

Los agricultores de regadío piden al Gobierno medidas que ayuden a paliar los graves impactos que la prolongada sequía está causando en los cultivos y, más allá, abogan por elaborar un plan de acción coordinado que garantice la producción de alimentos y la contención de los precios.

Este año no hay brotes verdes, hay números rojos”. Seguramente, la frase más visual de las pronunciadas por los agricultores y ganaderos después de levantarse de la Mesa Nacional de la Sequía que compartieron con el Gobierno. Pero las perspectivas se completan de otras imágenes icónicas: un verano con pocos melones de Villaconejos y menos sandías murcianas, con una campaña de arroz en Sevilla que se da por perdida y con una producción en los olivares que promete catapultar, todavía más, el precio del aceite. El campo, por la sequía, no se prepara para lo peor; ya lo está viviendo.

Todas las fotos son históricas. Anulado cualquier refrán que tenga que ver con las lluvias en primavera, el valor medio de las precipitaciones en estos primeros meses del año es un 21% inferior al del periodo 1991-2010. El pasado año hidrológico se cerró como el tercero más seco desde 1961, momento en el que se empezó a elaborar el registro, y varias localidades españolas recuperaron el fantasma de las restricciones de agua y temen revivirlo en las próximas semanas.

Desde el comienzo del año hidrológico en octubre, el valor medio de las precipitaciones en España asciende a los 334 litros por metro cuadrado, lejos de los esperados 425. Con unos embalses que apenas rozan el 50% de su capacidad y de camino al verano, casi el 30% del territorio o ya está en emergencia o, al menos, en alerta por la escasez de agua.

Medidas insuficientes

De una Mesa Nacional de la Sequía tildada, en primer término, de decepcionante por el sector afectado, se han precipitado después medidas leídas como insuficientes. De manera general, el Gobierno ha anunciado una rebaja del 25% en el IRPF aplicable ya a la declaración de la Renta de 2022 para más de 800.000 agricultores y ganaderos que tributan por el sistema de módulos. Esta reducción asciende al 30% en el caso de frutas de hueso como el melocotón, la nectarina o el albaricoque y para los cereales, y 50% en el olivar o el almendro.

Más allá de saludar la exención, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) solicita un IVA reducido al 5% para el suministro de energía al regadío, la exención del IBI en todas las instalaciones del sector, el apoyo al uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas y el respaldo al uso de recursos no convencionales, como las aguas regeneradas y desaladas. En el plano estructural piden políticas de ahorro de agua mediante la modernización de regadíos. Para ello, urgen a incrementar los fondos Next Generation para estas obras.

Apuestan también por elaborar un Plan Hidrológico Nacional que coordine los diferentes planes de cuenca y facilitar contratos de cesión de derechos de uso del agua entre comunidades de regantes y entre los propios regantes de cada asociación.

Con Fenacore, las asociaciones Asaja y COAG han reclamado la aprobación de un decreto de sequía que recoja todas estas ayudas y, por caminar el país hacia las elecciones autonómicas y municipales, han exigido también que la sequía no se convierta en un argumento de campaña o en un arma arrojadiza entre los gobiernos regionales y el central.

Por ver está qué responde la Comisión Europea a la petición del ministro Luis Planas sobre una aplicación más flexible de la Política Agraria Común. También sobre la posibilidad de adelantar el grueso de las ayudas, previstas para octubre. El titular de Agricultura quiere así que Bruselas se haga cargo de las especiales dificultades que atraviesan los cultivos españoles y que los agricultores y ganaderos no vean peligrar las ayudas.