Nestlé traza un plan para abastecer sus fábricas sólo con energía verde

La filial española se ha propuesto sustituir los combustibles fósiles por otros de origen renovable instalando en sus plantas sistemas de producción energética que ayuden a reducir sus emisiones con el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono para el año 2050.

Nestlé España continúa avanzando en su compromiso por alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en el año 2050 y como parte de su estrategia para conseguirlo la compañía tiene previsto actualizar y renovar todos los servicios de producción energética que abastecen sus fábricas con el fin de sustituir los combustibles fósiles por otros de origen renovable.

La planta ubicada en La Penilla de Cayón (Cantabria) ha sido una de las primeras en llevar a cabo esta transformación y recientemente ha instalado una caldera de biomasa que utiliza la cascarilla obtenida durante la torrefacción del cacao como biocombustible para producir vapor y, al mismo tiempo, convertirlo en fuente de energía para alimentar el proceso de tostado de esta materia prima y reduciendo en 2.100 toneladas las emisiones de CO2 que se producen anualmente en la factoría.

El sistema diseñado para la planta cántabra sigue el ejemplo del que hace tres años se instaló en la factoría de Girona, donde se utilizan los posos de café obtenidos en la elaboración de café soluble para crear vapor de agua gracias al cual se ha logrado reducir un 25% el consumo de gas natural.

La estrategia de la compañía pasa por complementar las calderas de biomasa con otros procesos energéticos eficientes. En este sentido, La Penilla cuenta con un primer grupo de torres de refrigeración que permiten reutilizar continuamente el agua utilizada en la actividad industrial y tiene previsto instalar equipos adicionales que permitirán dejar de abastecerse del agua del río Pisueña, recurso que en la actualidad la factoría utiliza para procesos de refrigeración y que luego devuelve al mismo cauce.

En esta misma línea, la planta embotelladora de Viladrau (Girona) ha puesto en marcha recientemente un sistema de refrigeración sostenible que utiliza tanto refrigerantes naturales como las bajas temperaturas ambientales propias del Montseny -donde está ubicado el centro- para enfriar la factoría y sus procesos productivos.

Más allá de los procesos internos que la compañía está implementando, toda la energía eléctrica que las diez fábricas de Nestlé en España compran a la red ya procede de fuentes renovables. Para reforzar su compromiso con las energías limpias, la multinacional ha instalado en el centro de producción de Reus un parque solar fotovoltaico que consta de más de 1.500 paneles de última generación y que generan 1,1 GWh destinados, en su mayoría, al autoconsumo.

Todas las factorías españolas han conseguido reducir notablemente desde 2010 tanto sus emisiones de CO2 como su consumo de agua y las instalaciones de Girona y Reus, además, están consideradas cero residuos a vertedero ya que minimizan la generación de los mismos y fomentan su reutilización, reciclaje o valorización.

Agricultura regenerativa

Otro de los objetivos de la compañía desde el punto de vista medioambiental es garantizar que el café que produce se fabrica de manera responsable y sostenible, una labor que desarrolla desde 2010 a través de su programa Nescafé Plan. Se trata del mayor programa de sostenibilidad de café que existe en todo el mundo y su objetivo es mejorar la calidad de vida de los caficultores, reducir el impacto de las fincas cafetaleras y a aumentar el bienestar de dichas comunidades en países como Brasil, Colombia, Costa de Marfil, Kenia, México, Filipinas o Vietnam, entre otros.

Para continuar con esta iniciativa, la marca ha lanzado recientemente Nescafé Plan 2030, un proyecto que pretende acompañar a los caficultores en su transición hacia la agricultura regenerativa.

Así, la empresa prevé que el 100% del café se obtenga de manera responsable para 2025 y que la mitad de este proceda de métodos agrícolas regenerativos para 2030.