Global Omnium fomenta la agricultura sostenible con HortiGO2

La compañía valenciana ha desarrollado un modelo de certificación de la huella de carbono para los productos agrícolas que permite su documentación a través de una etiqueta inteligente que aportará transparencia y rigor a los consumidores.

Va a ser la herramienta óptima para demostrar que la actividad agrícola es un ejemplo de sostenibilidad y de responsabilidad ambiental y económica. Global Omnium, a través de su plataforma GO2, se ha unido a la cooperativa agroalimentaria Anecoop y al Tribunal de Aguas de Valencia para liderar la evaluación y la posterior certificación del impacto ambiental de los productos agrícolas. Poniendo en marcha el proyecto HortiGO2, plantean elaborar una medición global tanto de la huella hídrica como de la capacidad de absorción de la actividad en las zonas de regadíos de las Comunidades de Regantes de las Acequias de Rascaña, Casinos, San Pedro Apóstol de Godelleta, Llíria y Mislata, en la provincia de Valencia.

Gracias a este acuerdo, e implementando el proyecto piloto diseñado durante los últimos meses, las tres entidades van a poder compartir sus conocimientos y experiencias para crear una etiqueta inteligente que, basada en normas y certificaciones que observan los estándares europeos, garantizará la trazabilidad y el rigor del impacto positivo de los productos del campo.

Cada firma va a aportar sus conocimientos para construir una unión que se base en tres pilares: la experiencia en innovación, investigación y control del ciclo integral del agua que despliega Global Omnium; el conocimiento del mercado de la agricultura del cítrico con el que cuenta Anecoop, como el mayor exportador español de estos productos y uno de los principales comercializadores hortofrutícolas en toda Europa, y la tradición pegada a la tierra del Tribunal de las Aguas de Valencia, una de las entidades hídricas más antiguas del mundo.

El proyecto plantea aplicar el método desarrollado por Global Omnium y que determina la cantidad de dióxido de carbono que es capaz de absorber una huerta para conocer, así, hasta qué punto ese espacio dedicado a la agricultura actúa como sumidero de carbono, equilibrando con esta absorción las consecuencias derivadas de su propia actividad.

Mediante este estudio también se va a poder valorar en términos de riqueza económica la actividad desarrollada en el entorno.

Así, HortiGO2 va a definir la potencia de la agricultura para la lucha contra el calentamiento global y los principales retos sociodemográficos del siglo XXI. Mediante esta certificación, verificada por AENOR, se pondrá negro sobre blanco que la agricultura sostenible tiene un impacto positivo en el medio ambiente, en las economías locales, y que sirve también como impulsora del desarrollo económico en las zonas rurales.

Por un lado, a los productos de las huertas de las zonas implicadas se les conferirá un valor añadido para los consumidores, que sabrán que los productos por los que optan colaboran en la preservación del patrimonio natural y de la biodiversidad de sus entornos cercanos.

Además, esta certificación va a contribuir también a la estabilización demográfica en las zonas rurales, haciendo frente a la emergencia climática que amenaza con provocar el abandono de sectores como el primario.

Los agricultores van a poder ver reconocidas sus huertas como sumideros de carbono, viendo así recompensados sus esfuerzos económicos en las tareas de reducción de emisiones.