Canal abrirá en 2024 la primera hidrogenera con agua reciclada

La compañía destinará 7,3 millones de euros a la construcción y explotación de esta infraestructura pionera en España que se ubicará en la localidad madrileña de Pinto.

La Comunidad de Madrid ha validado los permisos de construcción y de explotación de la que va a ser la primera planta de hidrógeno verde producido a partir de agua regenerada que se levanta en España.

Dependiente de Canal de Isabel II, cuenta con una inversión de 7,3 millones de euros y, tras haber comenzado ya con trabajos previos (como la instalación de placas solares) encara las obras que permitirán que esté en funcionamiento a mediados de 2024, dentro de 13 meses.

Esta hidrogenera va a ser levantada en la depuradora Arroyo Culebro Cuenta Media Alta, en Pinto, y contará con una capacidad de producción anual de 80.000 kilos de hidrógeno.

El pionero proyecto gana su título por ser el primero que contempla la producción de hidrógeno no a partir de agua potable sino de aguas depuradas que han recibido un tratamiento adicional; lo hará mediante electrólisis, combinando además dos fuentes de energías renovables: la generación solar fotovoltaica y la cogeneración de biogás procedente del aprovechamiento de los residuos generados en la propia depuradora.

Gracias a los tratamientos aplicados en esta instalación, Canal de Isabel II va a poder suministrar una cantidad de agua regenerada suficiente para cubrir toda la demanda de agua requerida por el electrolizador: por cada kilo de hidrógeno, 12 litros de agua.

De esta forma, la moderna planta hidrogenera obtendrá toda la energía necesaria para su funcionamiento de fuentes renovables y generadas en la propia instalación.

Se suma así también un nuevo uso alternativo al agua regenerada. Hasta ahora, además de ser devuelta en parte al cauce de los ríos, es empleada de forma significativa sólo en el riego de zonas verdes o en la limpieza y el baldeo de las calles.

Por otro lado, el hidrógeno producido durante la electrólisis, fruto de la separación de las moléculas del agua, tiene también un aprovechamiento previsto: va a servir para mejorar el tratamiento de depuración de reciben las aguas residuales que llegan a la EDAR de Arroyo Culebro, generadas por más de 1,2 millones de madrileños.

De esta forma, la infraestructura se revela como ejemplo de economía circular: no consume energía que no genera por sí misma, toda ella es de origen renovable, utiliza además agua recuperada y confiere un uso alternativo a los residuos derivados de su actividad.

El hidrógeno verde que va a ser producido en esta planta será destinado después a alimentar vehículos de transporte de pasajeros. Se pretende así seguir cimentando las bases de la electrificación del transporte pesado, así como procurar la descarbonización de los procesos industriales. Gracias a la actividad desarrollada en la nueva instalación madrileña, se van a seguir contrastando los posibles usos del hidrógeno.

Canal de Isabel II plantea abrir una nueva ruta para la movilidad sostenible, a la vista de que uno de los principales vectores energéticos del futuro se representa precisamente en el hidrógeno verde por ser almacenable, transportable y neutro, puesto que no genera emisiones contaminantes ni durante su producción ni durante su consumo.

El futuro del hidrógeno verde

De manera general, el hidrógeno verde se obtiene incluyendo en la ecuación para generarlo agua dulce. No obstante, su obtención se revela ya como una de las alternativas sostenibles de más potencia.

Grandes potencias internacionales no hacen sino fortalecer su apuesta por esta energía. Australia, el país que con más intención ha apostado por esta energía alternativa de todo el mundo, pero también los Países Bajos, Alemania o China apoyan sus infraestructuras en la energía eólica y en la solar, pero no evitan el uso de aguas naturales.

Según IRENA, la Agencia Internacional de Energías Renovables, la generación de hidrógeno verde no tiene por qué implicar necesariamente el uso de aguas puras. Así, proyectos como el aprobado en la Comunidad de Madrid aspiran a generar proyectos punteros en el ámbito de la economía circular, así como los que basan sus operaciones en el agua desalada, es decir, en agua de mar purificada.