Un modelo en forma

En las últimas semanas, la maquinaria institucional comunitaria ha pisado el acelerador con importantes movimientos legislativos en materia de gestión ambiental de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y de pilas y baterías.

Entre estos avances normativos encontramos, en primer lugar, la aprobación por parte del Consejo Europeo de su mandato de negociación de las modificaciones propuestas a la legislación comunitaria sobre gestión de RAEE. El objetivo de dichas enmiendas es alinear la Directiva de 2012 con una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la aplicación retroactiva injustificada de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) a los residuos de paneles fotovoltaicos comercializados entre el 13 de agosto de 2005 y el 13 de agosto de 2012.

En segundo lugar, la Comisión Europea ha abierto recientemente una consulta pública para evaluar el impacto y la eficacia de dicha Directiva, consulta que estará disponible para la participación de las partes interesadas hasta el próximo 22 de septiembre. Su finalidad es obtener una evaluación en consonancia con los objetivos del Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción para una Economía Circular, así como con cualquier otra actualización de la política medioambiental y de residuos de la UE.

Por último, ya en el terreno de las pilas y baterías, el pasado 14 de junio, el pleno del Parlamento Europeo aprobó las nuevas normas para el diseño, la producción y la gestión de este tipo de residuos. Entre las nuevas medidas contempladas se encuentran una declaración y etiqueta obligatorias sobre huella de carbono, así como un pasaporte digital para las baterías de vehículos eléctricos, medios de transporte ligeros -bicicletas y patinetes eléctricos- y las industriales recargables con una capacidad superior a 2 kWh.

Establece, además, objetivos ambiciosos de recogida: para las baterías portátiles, el 45% antes de terminar 2023, el 63% en 2027 y el 73% en 2030; para las baterías de medios de transporte ligeros, el 51% en 2028 y el 61% en 2031.

Para hacer frente a este contexto desafiante, en Recyclia contamos con el respaldo de un modelo que nos ha permitido optimizar un 30% la gestión de RAEE y pilas en nuestro país mediante la administración de varios sistemas colectivos -Ecoasimelec, Ecofimática y Ecopilas- bajo una única entidad.

Este modelo, adoptado posteriormente por otros actores de nuestro mercado, nos ha permitido generar sinergias operativas en la gestión de aparatos electrónicos y pilas, reduciendo así los costes. Igual de importante es que nos ha dotado de la flexibilidad y capacidad de adaptación necesarias para absorber nuevas tipologías de residuos, según las necesidades y tendencias del mercado. En definitiva, un modelo eficaz respaldado, entre otros factores, por los crecimientos arrojados por nuestro ejercicio de 2022.

Y es que, el año pasado, gestionamos 64.349 toneladas de RAEE y de pilas y baterías, un 12% más que el año anterior. Destaca especialmente el notable incremento registrado en gestión de flujos de residuos provenientes de mercados emergentes como los paneles fotovoltaicos y las baterías de vehículos de movilidad eléctrica.

En concreto, gestionamos un 124% más de paneles fotovoltaicos que en 2021(1.255 toneladas) y un 71,6% más de baterías de vehículos de movilidad eléctrica (116.052 kilos). En relación con este último tipo de residuo, el grueso de este volumen correspondió a baterías de automóviles (100.048 kilos) y motocicletas eléctricas (11.885 kilos), cuya recogida registró un incremento del 97,5% y del 91%, respectivamente, en 2022. Por su parte, las baterías de bicicletas y patinetes eléctricos sumaron más de 4.000 kilos.

De las más de 64.000 toneladas de residuos que gestionamos el año pasado, 55.088 toneladas corresponden a aparatos electrónicos, lo que supone un incremento del 11% respecto a 2021. Las 9.261 toneladas restantes corresponden a pilas y baterías domésticas, industriales y de automoción. Esta cifra representa un incremento del 13% en relación con 2021 y triplica el volumen de estos residuos gestionado por Ecopilas en 2014. Asimismo, cabe destacar que este sistema recicló nada menos que el 56,4% de las pilas domésticas puestas en el mercado español en 2022, cifra que se traduce en 4.181 toneladas o la gestión diaria de 490.863 unidades.

Para alcanzar estos datos, en 2022 sumamos 4.983 puntos a nuestra red de recogida, hasta alcanzar los 93.265 y consolidarse como la de mayor capilaridad de nuestro país para depositar aparatos electrónicos y pilas y baterías. De este total, el 51% corresponde a contenedores para este último tipo de residuos. Asimismo, el año pasado agrupamos a 1.610 fabricantes e importadores de aparatos electrónicos y de pilas y baterías, un 10,5% más que en 2021, lo que refuerza nuestra posición como la mayor entidad administradora de sistemas colectivos de gestión de este tipo de residuos en nuestro país.

Sin duda, estos resultados nos servirán de aval para hacer frente a nuestro próximo reto, ya muy “tangible”: el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases aprobado el pasado diciembre y que obliga, por primera vez, a los fabricantes e importadores de estos a organizar y financiar su gestión. En este sentido, nuestros siguientes pasos se encaminan a ofrecer una solución integral de gestión que incluya estos envases, mediante la constitución de un nuevo sistema colectivo también bajo administración de Recyclia.

En definitiva, numerosos retos, entre los ya en vigor y aquellos que se avecinan, para los que contamos con el conocimiento proporcionado por una década de experiencia como primera entidad administradora de sistemas colectivos de gestión de residuos de España y más de 20 años en el cumplimiento de la RAP.