La CHS activa un plan de choque contra el mejillón cebra

El organismo de cuenca, que realiza controles de esta especie invasora desde 2005, implementará nuevas técnicas de muestreo continuo, realizará desembalses controlados para la extracción manual de ejemplares y ejecutará protocolos para desinfectar los útiles de pesca y navegación.

Es una de las principales amenazas para la conservación de las especies autóctonas, causando la sustitución y progresiva eliminación de estas a través de la depredación, hibridación, introducción de enfermedades, alteración del hábitat y competencia por los recursos o por el espacio. En los ríos de España (también en los portugueses), las carpas, percas americanas, galápagos de Florida o visones son las más presentes y, por tanto, las más peligrosas. Las especies exóticas invasoras, más de 300 según el proyecto LIFE Invasaqua, ponen en jaque la biodiversidad de nuestras aguas y sus entornos y, para enfrentar las que más degradan la cuenca del Segura, su Confederación Hidrográfica acaba de activar un Plan de Choque contra el mejillón cebra y la almeja asiática.

Implantando medidas de control biológico, la CHS pretende proteger el Dominio Público Hidráulico del Segura aplicando nuevas técnicas de muestreo continuo, desembalses controlados para la extracción manual de ejemplares y practicando desinfecciones de útiles de pesca y navegación.

En la Cuenca del Segura se realizan muestreos de mejillón cebra de forma casi ininterrumpida desde 2005. Así, de forma temprana, se han podido detectar larvas en concentraciones bajas en el embalse del Talave y en Camarillas en 2019 y, recientemente, en mayo y octubre de 2022, fueron hallados los primeros individuos adultos. El nuevo Plan de Choque establece la adaptación de nuevas técnicas de muestreo, análisis y detección precoz de ambos, para su retirada.

En concreto, el rastreo continuo permitirá analizar volúmenes muy superiores a las técnicas tradicionales o manuales; ya se ha instalado en el río Mundo un punto de control que posibilita un número muy relevante de muestras.

Una vez detectadas, el laboratorio de la Confederación analizará los ejemplares y establecerá las actuaciones necesarias. Las nuevas técnicas permitirán realizar análisis que facilitarán la identificación mediante PCR del material genético de las larvas. Toda la información recopilada se compartirá con Agentes Medioambientales, Guardería Fluvial y personal laboral de presas, que habrán recibido las pautas adecuadas por parte del departamento de control de Calidad de Aguas del organismo de cuenca. El objetivo es identificar los ejemplares adultos de mejillón cebra (de forma temprana), habiendo conocido previamente cuáles son las prácticas adecuadas para prevenir su expansión.

El Plan contempla también el suministro de hidrolimpiadores y pulverizadores para desinfectar cualquier material que entre en contacto con el agua para evitar la contaminación de otros embalses. De forma excepcional, el protocolo de la CHS aconseja limitar el uso del canal del Talave-Cenajo entre los meses de mayo y octubre, tiempo de su explotación, para evitar que las larvas se propaguen entre ambos pantanos.

Todas las iniciativas técnicas se completarán con campañas informativas para usuarios de embalses como clubes deportivos, de pesca o empresas que organizan actividades en la naturaleza.

Una peligrosa amenaza

Además de una de las últimas especies exóticas registradas en las aguas ibéricas, el Dreissena polymorpha es una de las plagas más dañinas en el mundo. Se han llegado a contabilizar densidades de hasta 750.000 individuos por metro cuadrado y espesores de 30 centímetros. No en vano, es uno de los moluscos con mayor capacidad reproductiva; una hembra puede liberar un millón de huevos al año durante sus dos o tres de vida. El mejillón cebra contribuye al empobrecimiento del ecosistema fluvial y sus colonias obstruyen infraestructuras y dañan las embarcaciones degradando sus cascos o colapsando circuitos de refrigeración. Además de la cuenca del Segura, están especialmente amenazados los cauces del bajo Ebro y la cuenca del Júcar.