La ONU alerta del riesgo de escasez de agua urbana en 2050

El agua es esencial para la producción de energía y alimentos, la salud de los ecosistemas, la reducción de la pobreza y en definitiva, para el desarrollo de la vida. No obstante, miles de millones de personas siguen sin tener acceso a ella pese a ser un recurso indispensable.

Un informe publicado por la Unesco en nombre de ONU-Agua señala que 2.000 millones de personas (el 26% de la población mundial) no disponen de agua potable y que 3.600 millones (el 46%) carecen de acceso a un saneamiento gestionado de forma segura. Y, peor aún: advierte de que la escasez se agravará en las próximas décadas, afectando especialmente a las personas que viven en las ciudades. El documento prevé que la población urbana que sufre escasez de agua se duplique, pasando de 930 millones en 2016 a casi 2.000 millones de personas en 2050.

Con estos datos, Naciones Unidas alerta por primera vez de que la falta de agua “tiende a generalizarse” y a empeorar con el impacto del calentamiento global afectando incluso a las regiones que hoy se salvan, como Asia o América del Sur. Ante estas perspectivas, la ONU insta a fortalecer la cooperación internacional para proteger y preservar este recurso a escala mundial. “De 2000 a 2019, las inundaciones causaron pérdidas económicas por valor de 650.000 millones de dólares, afectaron a 1.650 millones de personas y provocaron más de 100.000 muertes”, repasa el informe de la Unesco, que también señala que “en ese mismo espacio de tiempo, las sequías afectaron a 1.430 millones de personas, con unas pérdidas estimadas que ascienden a casi 130.000 millones de dólares”.

Con esta batería de datos y perspectivas sobre la mesa, decenas de líderes mundiales y empresariales se reunieron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, un evento definido como histórico por haber concluido con la adopción de la Agenda de Acción para el Agua, un plan que incluye 689 compromisos y 300.000 millones de dólares para impulsarlos. Aunque estos acuerdos no tienen carácter vinculante, sí se espera que actúen como un catalizador para desarrollar medidas voluntarias que permitan acelerar el progreso durante la segunda mitad de la Década de Acción por el Agua 2018-2028, así como la segunda mitad de la Agenda 2030.

La ONU subraya igualmente la importancia del sector privado mundial a la hora de construir un futuro con menos estrés hídrico. Las empresas son los mayores consumidores de agua a nivel mundial y, por eso, se posicionan como actor clave a la hora de buscar soluciones. A través de la iniciativa CEO Water Mandate, más de 50 empresas se han unido para asumir el compromiso colectivo de aumentar la eficiencia hídrica en sus procesos productivos.