Carmen Sánchez, presidenta del Consejo de Procircular: “Apostar por el ecodiseño es fundamental para que un porcentaje mayor de los envases sea reciclado”

Con vocación de abarcar tanto los envases domésticos como los comerciales e industriales, Procircular, operado por Reclay, va a trabajar por el mejor aprovechamiento de los residuos y por aumentar el abanico de fracciones recuperadas. Carmen Sánchez analiza los primeros objetivos del nuevo SCRAP en España

Facilitar a los productores soluciones a todas sus inquietudes y trabajar por una mayor implicación del ciudadano. Procircular, el nuevo SCRAP de gestión para todo tipo de envases, plantea iniciar su actividad de forma inminente y posicionarse como una herramienta de cambio en materia de reciclaje.

Procircular plantea abordar todo el ciclo de vida del envase, como ya se hace en otros países. ¿Qué resultados se consiguen ya fuera de España?

Actualmente, en España se siguen modelos y sistemas muy estándar: los procesos están planteados, las empresas se apuntan y todas siguen la misma línea. En otros países se trabaja más en el ecodiseño del envase, en la mejora de su reciclabilidad, se realizan también pruebas en plantas para comprobar cuál es el comportamiento del envase y del material con los equipos ópticos y decidir si hay que modificarlo o está funcionando correctamente... En definitiva, se aplican soluciones ad hoc para permitir que, finalmente, se recupere una mayor cantidad de envases y de materiales, introduciéndolos en los ciclos de reciclado.

En Alemania, por ejemplo, llevan muchos años trabajando con un sistema de evolución y retorno por el que los envases PET y las latas de bebidas no se depositan en el contenedor amarillo. Estos sistemas están obligados por ley a cumplir objetivos muy ambiciosos sobre separación de materiales y sobre lo que llega a través del contenedor amarillo, incluso superiores a los que establecen las directivas y legislaciones europeas. Así, consiguen reciclar más fracciones.

El grupo Reclay, operador del nuevo SCRAP, está presente en otros países. ¿Qué modelos e innovaciones plantean importar?

Sabemos que se puede lograr un mayor aprovechamiento del contenedor amarillo y lo que queremos hacer, antes de implantar nuevos desarrollos en los procesos de selección y reciclado, es un análisis de la situación de reciclado en el mercado español. Queremos hacerlo conjuntamente con las administraciones porque los municipios son los que tienen las competencias en recogidas selectivas. También la mayoría de las plantas de selección son públicas o de concesionadas. Por eso, queremos llevar a cabo nuestras pruebas piloto con ellos para comprobar cómo operan las plantas, cuál es su funcionamiento, qué comportamiento presentan los materiales, qué polímeros se están separando, etc.

Nuestra apuesta pasa, entre otros, por empezar a separar también el polipropileno. Ahora en nuestro país no se hace, y queremos realizar las pruebas pertinentes y estudiar cómo modificar los procesos para aprovechar la cantidad y calidad que ofrece este material que ahora se pierde. Si eso es así, podríamos extender esa modificación a las plantas de España y emular el mismo proceso en todas las fracciones.

¿Cuentan ya con algún tipo de respaldo de la Administración? ¿Qué implicación aspiran que tenga en el nuevo modelo?

Antes que nada, tenemos que recibir la autorización para poder operar. Estamos ya en conversaciones con algunas administraciones. Hemos visitado ya casi todas las Comunidades Autónomas y nos hemos reunido con muchas empresas de gestión pública, que son las que llevan a cabo las operaciones de selección, y todas han recibido con mucho interés nuestra propuesta de plan de análisis.

Debemos abordar los retos planteados conjuntamente con las administraciones y con las empresas públicas para poder cumplir con los ambiciosos objetivos que marcan las legislaciones española y europea.

También tenemos que seguir trabajando en promover la participación activa de la ciudadanía para que depositen más cantidades de envases en los contenedores y, después, poder separarlos en las plantas. Si no nos llega el material a través de los contenedores, aunque contemos con la planta más puntera imaginable, poco podremos hacer.

¿Cómo entienden que se puede implicar más a la ciudadanía?

El ciudadano es absolutamente clave. Hay que seguir trabajando con campañas de concienciación y formación y lo que queremos es presentarles soluciones más intuitivas y sencillas sobre qué es lo que tienen que hacer con sus envases. En otros mercados, como el de Austria y Canadá, ya las hemos desarrollado a través de, por ejemplo, aplicaciones móviles.

Son ideas dirigidas, sobre todo, a los jóvenes, a las siguientes generaciones, y que están funcionando muy bien. Incentivan el depósito de cualquier tipo de envase en el contenedor amarillo, siempre que sea adecuado, a cambio de puntos que se pueden canjear por bonificaciones, premios, descuentos o que permiten participar en concursos. Se trata de aplicaciones sencillas que se acercan mucho al ciudadano y que a nosotros también nos permiten hacerlo.

¿Qué fracciones del plástico no se recuperan todavía en España y qué se está perdiendo con ello?

Terminaríamos antes si decimos lo que sí se está recuperando. Ahora mismo sí se recupera el PET (el de, por ejemplo, las botellas, muy bueno e interesante para el reciclado), el polietileno de alta densidad (que se utiliza mucho en detergentes) y el plástico film.

El resto se integra en la fracción de plástico mezcla, al que van muchos tipos de masas. Así, las aplicaciones posteriores de esa mezcla podrían ser más interesantes si se hubieran separado en el proceso de selección.

Además, los propios procesos de selección, como todos los operativos, presentan una serie de ineficiencias a lo largo del camino. Lo que nosotros pretendemos es que llegue a la planta más material por paso previo y que, además, a lo largo de todo el proceso en la planta se puedan recuperar más fracciones de plástico y derivarlas así a procesos de reciclado de la más alta calidad.

También agrupan las soluciones para todo tipo de envases: domésticos, comerciales e industriales. ¿Se pueden establecer estrategias transversales?

En principio, las soluciones para envases domésticos y las que se refieren a los comerciales e industriales se agrupan bajo el paraguas de dos hojas de ruta que confluyen en el hecho principal de que hay que reciclar y, cuanto más, mejor.

El primer plan, el de los envases domésticos, se gestiona por la vía municipal, a través de los contenedores y las plantas de selección. En este ámbito vamos a convivir varios SCRAPS (de momento, Ecoembes, Ecovidrio y Procircular), y nosotros participaremos en la cuota de mercado proporcionalmente.

En el caso de los envases comerciales e industriales, lo que hay que hacer es un análisis de cuáles son los circuitos operativos de cada productor, porque la diversidad es enorme: un productor puede vender al sector comercial, al canal Horeca o a otra industria. Por eso, lo que tenemos que analizar son todos los productos que ese fabricante pone en el mercado, qué canales comerciales tiene y, después, llegar a acuerdos con el último destinatario y con gestores de residuos, así como organizar la recogida en función de los distintos canales.

Una ventaja muy importante que ya encontramos en la gestión privada es que, en un porcentaje muy alto y mayoritario, la gestión se está haciendo correctamente.

Ahora es necesario trazar los datos, controlar y gestionar tanto la información como las operaciones que ya se están llevando a cabo y trabajar en aquellos procesos que tienen margen de mejora.

¿Cómo se va a tratar de implicar a los productores en la toma de decisiones?

Queremos que nuestro modelo de gestión sea participativo y transparente. Eso implica que debemos tener en cuenta las opiniones de todos los productores adheridos.

Vamos a crear comisiones técnicas y grupos de trabajo para identificar los temas críticos y clave, sus prioridades, y disponer de estos foros para que compartan sus inquietudes y poder crear un modelo muy abierto y dinámico, que aporte valor a todos.

¿Qué se les va a ofrecer para que consigan sus objetivos?

Más allá, lo que queremos es que las empresas integradas en este sistema puedan encontrar en un mismo lugar todas las soluciones, las legales, de procedimiento, etc., es decir, todas las exigencias que traen las nuevas legislaciones.

Nuestro fin es proporcionar soluciones adaptadas a cada situación; a cada empresa y a cada sector. Eso es lo que nosotros pretendemos aportar como elemento diferencial frente a otros SCRAPS.

Y, ¿cómo pueden ayudarles a mejorar la reciclabilidad de sus envases?

Fijándonos en el mismo diseño de los envases. Cuando hablamos de reciclabilidad, en primer lugar debemos estudiar cómo es el diseño del propio envase. Si ya existe, es conveniente analizar su comportamiento para estudiar qué cambios son necesarios aplicar.

Este aspecto es fundamental para aquellos envases que se integran en el mercado y también para los que ya existen, porque si se estudian convenientemente van a comportarse mucho mejor en el proceso de selección, permitiendo que un porcentaje más alto de su material sea separado.

¿Se diseña bien en España?

Una vez que empiezan a ser formulados los modelos de responsabilidad del productor (ya en 1997 con la Ley de Envases... y los sucesivos cambios que se han producido), y desde el momento en el que se establece una tarifa al envase en función de la facilidad o complejidad de su proceso de gestión posterior, ya estableces un incentivo. Así, las empresas llevan años trabajando en este sentido.

También se han hecho cambios para procurar la reducción de los pesos: cuando menos material usas, menos coste asumes.

Ahora, el impulso adicional se relaciona con los objetivos de recogida y reciclado y, también, con los que promueven la incorporación de materiales reciclados en los envases. Esto procura un nuevo empuje y espolea tanto a productores como diseñadores para que avancen hacia patrones mejores.

En el futuro, no obstante, se seguirá mejorando: tanto el diseño de los envases como la tecnología de selección y reciclado continúan desarrollándose y se irán retroalimentando constantemente.

Procircular acaba de iniciar su camino. ¿Cuáles son los primeros objetivos marcados?

Nuestro primer reto pasa por conseguir la autorización para poder operar. Nuestra expectativa es contar con ella en julio o, en todo caso, antes de septiembre y empezar a rodar en 2024.

Una vez tengamos la autorización, las empresas ya se pueden adherir. Tendremos también que firmar convenios con las administraciones y, en paralelo, con los poseedores finales de los envases (los comercios, las industrias, los negocios) y, también, acuerdos con gestores.