Solo un 12,5% de los fondos europeos irá a la gestión sostenible del agua

El ciclo del agua en España necesita 20.000 millones para abordar los retos futuros del sector, pero únicamente se destinarán 2.500 millones del Plan de Recuperación a este ámbito. La cifra es insuficiente y no aborda amenazas como el cambio climático o la sequía, según un informe elaborado por europeG.

España necesita invertir cerca de 20.000 millones de euros para actualizar la gestión del ciclo del agua y garantizar la gestión sostenible del recurso, tal y como reflejan los nuevos planes de cuenca que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico pretende aprobar próximamente. Estaba previsto que parte de esta modernización se llevara a cabo con cargo a los fondos europeos Next Generation, pero el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia destinará 2.500 millones de euros a este sector, una cifra que supone un 12,5% de la cantidad requerida y que no bastará para resolver los retos que aborda la gestión hídrica en España en un contexto de crisis climática y sequías por venir, según destaca el Grupo de Opinión y Reflexión en Economía Política europeG en su informe Los fondos Next Generation y su efecto sobre la sostenibilidad del ciclo del agua.

El documento señala que aunque los fondos son necesarios no supondrán un cambio significativo en la gestión de los recursos hídricos en España y advierte de que el cambio hacia la sostenibilidad será “modesto” si no se acompaña de una reestructuración profunda de los órganos de gestión del agua y su gobernanza, así como una reforma de la administración para agilizar la tramitación y ejecución de proyectos. Asimismo, considera que los fondos “no tienen una clara asignación y, en los casos que se concretan, se destinan sobre todo a actuaciones de mejora hidromorfológica y a la restauración fluvial, que son necesarias, pero insuficientes si no se acompañan de una gestión integral en la cuenca (gestión de sedimentos, gestión forestal, caudales ecológicos, etc.).

Por otro lado, señala que las inversiones en agricultura, básicamente destinadas a modernizar regadíos, no conllevan ninguna garantía hacia la sostenibilidad medioambiental y el establecimiento de los caudales ecológicos necesarios para cumplir con la Directiva Marco del Agua (DMA). De hecho, asegura que los fondos no tienen suficientemente en cuenta los cambios críticos que se pueden producir en el futuro, como la disminución de recursos hídricos por el cambio climático, las inundaciones por el aumento de la intensidad de las lluvias o los problemas de abastecimiento derivados de las sequías, especialmente en lo que se refiere al uso agrícola, mayoritario en muchas cuencas españolas, y tampoco analizan adecuadamente los costes ambientales

Los analistas alertan de que la aportación de los fondos tampoco servirá para cumplir con la Directiva Marco del Agua (DMA) en lo relativo a lograr un buen estado para las masas de agua naturales o un buen potencial para las masas fuertemente modificadas para 2027. “Las perspectivas de que se llegue a este objetivo en 2027 son escasas, no solo en España, sino también en la gran mayoría de cuencas europeas”.

En este contexto, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) considera que en lo relativo a agua los Fondos Next Generation “son una oportunidad desaprovechada, de manera que se tendrá que impulsar el modelo concesional para poder acometer las inversiones prioritarias en la materia”. Asimismo, calcula que al actual ritmo inversor, las actuaciones propuestas en el tercer ciclo hidrológico 2022-2027 no estarán ejecutadas hasta 2045, 18 años más tarde de lo previsto y sobrepasando en 15 años el cumplimiento de los ODS.