Sigre se consolida como motor del ecodiseño en el sector farmacéutico

La entidad encargada de gestionar los restos de medicamentos de origen domiciliario ha coordinado en los últimos 20 años más de 3.000 iniciativas destinadas a fomentar la sostenibilidad medioambiental que se han aplicado en casi 500 millones de envases comercializados.

La correcta gestión de los residuos procedentes de los medicamentos caducados o en mal estado resulta fundamental para la salud, pero también para la protección del medio ambiente. Estas sustancias contienen una importante carga contaminante que, si no se trata en condiciones controladas y a través de los canales adecuados, puede acabar en ríos, lagos, mares, suelos o aguas subterráneas generando situaciones de riesgo para la salud pública y afectando al normal funcionamiento de los ecosistemas.

Con el fin de minimizar el impacto de este proceso en el medio ambiente, el sector farmacéutico cuenta con un modelo circular que permite gestionar los residuos de medicamentos de origen domiciliario y posibilita el reciclaje de los elementos valorizables, así como el tratamiento adecuado del resto del producto.

Tras más de 20 años funcionando, Sigre se ha convertido en el mayor proyecto colaborativo puesto en marcha por el sector farmacéutico en España. Su actividad permite fomentar la sostenibilidad de los envases a través de ecodiseño para que cada vez sean más respetuosos con el medioambiente. A través de los Planes Empresariales de Prevención (PEP), Sigre asesora a los laboratorios con el objetivo de avanzar en este ámbito, incrementar la reutilización y aumentar el porcentaje de reciclado.

Gracias a este programa, la industria farmacéutica ha conseguido reducir en los últimos 20 años el peso de sus envases en más de un 25% y se han diseñado cerca de 3.000 iniciativas de mejora medioambiental que se han aplicado en cerca de 494 millones de envases comercializados. Solo en 2021, los laboratorios farmacéuticos han aplicado 421 iniciativas de ecodiseño que permitieron hacer más sostenible 117 millones de los envases puestos en el mercado.

La entidad también se encarga de recoger los residuos de medicamentos depositados por los ciudadanos en el Punto Sigre de la farmacia. En este sentido, hay que destacar la positiva evolución de la colaboración ciudadana, ya que la recogida de residuos en 2021 experimentó un crecimiento del 8% respecto al ejercicio anterior. El sistema cerrado de logística inversa es uno de los rasgos más característicos de este sistema, que aprovecha las mismas rutas que distribuyen medicamentos y productos sanitarios a las más de 22.000 farmacias españolas para retirar y trasladar a sus almacenes los envases y restos de medicamentos que los ciudadanos depositan en los puntos de reciclaje. Este proceso permite ahorrar unas 1.400 toneladas de CO2 anuales y también garantiza que los residuos sean controlados por agentes legalmente autorizados para la distribución y dispensación de los medicamentos.

Los restos de medicamento se transportan a la Planta de Tratamiento de Envases y Residuos de Medicamentos de Sigre, ubicada en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero, que es la única instalación específica para el tratamiento medioambiental de este tipo de residuos que existe en España. La planta cuenta con un alto grado de automatización y está dotada de procesos y equipos de última generación, así como robots de inteligencia artificial para la separación y clasificación de todos y cada uno de los productos. Gestiona una media de 4500 toneladas de residuos al año y durante el proceso obtiene distintos materiales que son separados para proporcionar a cada una de ellos el tratamiento más adecuado.

Todo el proceso, desde la recogida de los residuos hasta su clasificación en planta, está controlado mediante un sistema único de trazabilidad que utiliza un sistema de radiofrecuencia y está digitalizado para garantizar la calidad de la información.

Además, la planta está concebida para el aprovechamiento de las aguas residuales y construida bajo el concepto de vertido cero. Cuenta con un sistema que recoge las aguas de lavado y limpieza para su posterior tratamiento y reutilización promoviendo así la economía circular

Los materiales reciclables, como vidrio, cartón, plástico o metales, pueden ser aprovechados nuevamente como materia prima para producir nuevos envases u otros productos, mientras que los restos de medicamentos y los envases que no pueden ser reciclados son sometidos a un proceso de elaboración de combustible derivado de residuos, tanto solidos como líquidos, para después ser valorizados energéticamente por gestores autorizados.