El poder de las grandes compañías tecnológicas para liderar la lucha contra el cambio climático

A mediados de este 2022, el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) presentó su último informe confirmando los temores de muchos: el cambio climático se ha acelerado de tal manera que pronto podría causar daños irreversibles. Incluso para los más escépticos, el cambio climático ya no es una verdad incómoda sino un peligro inmediato. La preocupación es tal, que ya estamos viendo como las grandes compañías tecnológicas se están movilizando.

Apple, por ejemplo, ha confirmado que 175 de sus proveedores pasarán a utilizar energías renovables. Google se ha comprometido a emplear energía 100% renovable para 2030, y nuestro partner a nivel global, Microsoft, ha anunciado su intención de ser una compañía “carbono negativo” para 2030.

“La innovación tecnológica tiene que estar ligada a la sostenibilidad”

Estos compromisos deben marcar la pauta para el resto de compañías que operan en otras industrias. Porque, si nos fijamos en los datos y eso en SAS es parte de nuestro ADN, podemos comprobar que los gigantes tecnológicos no son los que más contaminan. En 2019, The Guardian revelaba los nombres de las 20 empresas responsables del 35% de las emisiones mundiales desde 1965, un ranking compuesto únicamente por compañías energéticas. De hecho, de éstas, solo tres han iniciado una transición hacia la sostenibilidad. En este sentido, surge la gran pregunta: ¿por qué se exige más a las grandes empresas tecnológicas que al resto de compañías?

La respuesta es sencilla. La innovación tecnológica está fuertemente ligada a la lucha contra el cambio climático. De hecho, según un estudio presentado en la COP26 de Glasgow, la innovación es la única manera de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. De una cifra actual que se sitúa en torno a los 51.000 millones de toneladas, hasta lograr cero emisiones para 2050.

Las compañías tecnológicas tienen la gran responsabilidad de abanderar la lucha contra el cambio climático porque cuentan con el capital, los recursos técnicos y humanos, además del compromiso decidido de apostar por una innovación sostenible. Los avances tecnológicos permiten que activos como los vehículos, la maquinaria de las industrias o los electrodomésticos de nuestros hogares usen la energía de un modo más eficiente, reduciendo así su consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esta innovación en la cadena de producción permite también utilizar vectores de energía y agentes químicos alternativos, como la implementación de las fuentes de energía renovables, o crear otras formas de suministrar bienes y servicios que generen menos cantidades de GEI, a través de productos o materiales sustitutivos.

De todas formas, todavía queda un largo camino por recorrer en materia de responsabilidad social corporativa. Según la OCDE, las administraciones públicas y las ONG son responsables de más de la mitad de la inversión mundial en protección del clima: 321.000 millones de dólares de un total de 632.000 millones. En cuanto a los grandes gigantes tecnológicos, su contribución sigue teniendo gran margen de mejora, diluida entre la escasa inversión realizada por parte de las empresas privadas (alrededor de 124.000 millones).

‘Data for Good’: más allá del propósito corporativo

Mientras el mundo sigue enfrentándose a una serie de desafíos que generan una situación de gran incertidumbre, la solidaridad y el poder de la comunidad han servido como inspiración y demostración de todo lo que podemos lograr juntos. Por eso, desde que SAS naciera hace casi 50 años, nuestro propósito ha sido fomentar una curiosidad y creatividad que sean capaces de impulsar la innovación. Y el resultado ha sido experimentar, en primera persona, cómo el poder de la tecnología tiene la capacidad de transformar vidas e impulsar la toma de decisiones más informadas que ayudan mejorar nuestro mundo.

La creación de un futuro más brillante no se limita al valor añadido que proporcionamos a nuestros clientes a través de soluciones innovadoras. Como líderes del movimiento Data for Good fomentamos el uso de datos de forma significativa para resolver problemas a los que nos enfrentamos como sociedad, como es el caso del deterioro del medio ambiente.

Pasar a la acción y animar a nuestros stakeholders a que se suban a este barco forma parte del ADN de SAS y nos lleva a desarrollar soluciones analíticas que son reconocidas por solucionar algo más que simples problemas empresariales. Nuestro firme compromiso y apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas hace que estemos en una constante búsqueda de nuevas formas en las que la analítica y la inteligencia artificial puedan ser utilizadas para abordar los mayores desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad: desde la salud mental hasta el acceso a la educación y el cambio climático.

Como defensores del Acuerdo de París, nuestra dedicación y desarrollo de una estrategia de sostenibilidad pueden verse a través de nuestras propias prácticas corporativas, que incluyen décadas de iniciativas medioambientales. Hemos ampliado constantemente nuestros esfuerzos de sostenibilidad y conservación en la sede de SAS y en las oficinas mundiales. También utilizamos nuestra reconocida experiencia analítica y nuestras potentes soluciones de software para ayudar a las organizaciones a desarrollar operaciones más eficientes, así como la implementación de políticas verdes.

Estoy convencido de que fomentar la curiosidad y la creatividad para impulsar la innovación y participar en el cambio debe ser la piedra angular de las empresas que quieran posicionarse como sostenibles. Tenemos que poner de nuestra parte para demostrar cómo el poder de la tecnología puede transformar vidas e impulsar mejores decisiones, ayudando a nuestro entorno, a nuestra comunidad, y haciendo avanzar a nuestro mundo.