Elvira Carles, directora de la Fundación Privada Empresa y Clima: “Los empresarios desempeñamos un importante papel en las negociaciones climáticas”

Por decimocuarto año consecutivo la Fundación Empresa y Clima participa en la Conferencia de las Partes (COP) que se celebra en la ciudad de Sharm el Sheikh (Egipto) como Observer de Naciones Unidas. Esta categoría permite a los representantes de la entidad intervenir en los foros empresariales que allí se generan.

Elvira Carles, directora de la organización, asiste a la COP27 acompañando a una delegación compuesta por 29 empresarios que pueden conocer de primera mano las negociaciones de esta cumbre, marcada por los daños que en los últimos meses se han producido a causa del calentamiento global. La Fundación acude a la conferencia internacional con una completa visión de los efectos que el cambio climático genera a nivel global ya que acaba de presentar la última edición de su Informe de Situación de las Emisiones de CO2 en el mundo, un estudio que analiza los datos oficiales publicados por distintas organizaciones públicas y privadas y que cuenta con el apoyo de Global Omnium como patrocinador principal y la colaboración de Fundación Bancaria “la Caixa”; la Oficina Española del Cambio Climático, Epson, Eldu Electro Aplicaciones y Baleària.

El informe señala que España está describiendo, desde el año 2017, una tendencia hacia la reducción de sus emisiones totales de CO2 y que en 2020 emitió un 6,4% menos que tres décadas atrás, en el año 1990. ¿A qué se debe este descenso continuado?

Hay varios motivos importantes. El primero pasa por la creciente voluntad de las empresas de ser neutras en carbono, aunque no se vean afectadas por la directiva para el comercio de derechos de emisión. Es decir, muchas compañías están trabajando para reducir las emisiones que genera su actividad de manera voluntaria y movidas por el convencimiento.

También ha influido la aplicación de las políticas europeas de eliminación de la generación eléctrica con carbón, así como el parón vivido durante el primer semestre de 2020 por el Covid-19 que ha ayudado a mantener el ritmo de descenso.

Con la crisis derivada de la invasión rusa de Ucrania algunos países de nuestro entorno cercano, como Alemania, se han visto obligados a volver a recurrir a la quema de carbón como solución de emergencia para generar electricidad, al tener que desvincularse forzosamente del gas que hasta ahora compraban a Rusia. ¿Cómo repercutirá esto en la crisis climática?

Los países que han vuelto al carbón lo han hecho porque realmente no tenían otra opción. No obstante, la Unión Europea se ha marcado objetivos muy claros y no tengo ninguna duda de que conseguirá alcanzarlos, aunque algunos países tengamos que hacer más esfuerzo que otros en determinados aspectos.

Europa ha sido, hasta ahora, un continente altamente dependiente del gas ruso, pero el hecho de no tenerlo está generando una tendencia positiva en cuanto a la implementación de tecnología e innovación, especialmente en el ámbito de las energías renovables.

El estudio y la inversión en proyectos relacionados con el desarrollo de nuevos combustibles se está acelerando como nunca para conseguir que en todos los países el 80% del mix energético sea de origen renovable.

¿Y de dónde entiende que se obtendrá el 20% restante?

Para mí es un porcentaje de seguridad y la tecnología que mejor puede aportar esta seguridad de suministro es la nuclear. Lo bueno de esta energía es que no genera emisiones y eso nos ayudará a alcanzar la neutralidad que tanto estamos buscando, pero no podemos olvidar su parte negativa y es que para obtenerla se generan residuos radiactivos.

¿Cuáles son, según sus análisis, los sectores que más redujeron sus emisiones en España?

El informe se divide en dos grandes grupos. Por un lado, el de los sectores difusos y, por otro, el de aquellos que se encuentran sujetos a directiva. En este segundo caso, y atendiendo directamente al caso de España, son 18 si contamos al marítimo, que está a punto de entrar.

Teniendo esto en cuenta, observamos que las emisiones vinculadas al transporte han aumentado, que las de los servicios manufactureros se han mantenido y que se ha registrado un claro descenso en las emisiones españolas provocadas por las industrias y el sector energético. Estas han pasado de 105,77 millones de toneladas de CO2 equivalente en el año 2000 a 54,75 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2020.

Las emisiones sujetas a Directiva siguen bajando y, en 2020, el descenso ha sido del 20,8% respecto a 2019, manteniendo la senda descendente que se inició a partir de 2017 cuando se empezaron a aplicar restricciones a la generación eléctrica de carbón.

Así, en 2020 las emisiones se han situado en 91 millones de CO2 equivalente frente a los 114 millones de toneladas de 2019.

Las emisiones energéticas de GEI en el mundo aumentaron mínimamente, un 0,2% respecto a 2018, y superaron los 37.600 millones de toneladas. ¿Se mantiene la estabilidad de las emisiones globales que se ha registrado durante los últimos años?

En este apartado hablamos de 2019 porque el informe utiliza y correlaciona datos publicados oficialmente por las distintas organizaciones públicas y privadas que hacen que su interpretación sea plenamente fiable, pero también supone un decalaje en el tiempo.

Las cifras analizadas señalan que, de los cinco primeros países emisores, China y Rusia aumentaron, mientras que Japón y Estados Unidos redujeron emisiones respecto del año anterior, aunque en este último caso el descenso vino claramente marcado por el arrastre de las políticas implantadas por el expresidente Obama. Por su parte, la India se mantuvo estable.

Sin embargo, uno de los datos que me parece más relevante es que Irán sustituyó a Alemania como el sexto emisor a nivel mundial. Este país, junto con Indonesia, está teniendo un crecimiento brutal.

También llaman la atención la evolución al alza que están experimentando La India y Turquía...

Estos países no han tomado ningún tipo de política que favorezca la reducción. Turquía en concreto no está haciendo nada por reducir las emisiones que genera su actividad y únicamente se centra en fomentar su economía sin preocuparse de la sostenibilidad, ni tener en cuenta el daño que puede provocar a nivel interno y al planeta y sin tener muy en cuenta los acuerdos internacionales.

En este sentido merece la pena señalar que el actual Gobierno de España está tomando medidas que se encuentran bien alineadas con las políticas europeas. Estamos avanzando por el buen camino a pesar de todos los inconvenientes que en estos momentos se están produciendo debido al elevado precio de la energía.

El documento que publican también analiza las subastas y revela que entre 2020 y 2021 el precio del medio de la tonelada de CO2 aumentó un 117%. Desde el punto de vista empresarial es necesario que exista un precio único para el carbono pero, ¿es esta una buena medida para acelerar la transición energética?

Sin ninguna duda. De hecho, la gran mayoría de empresas está reduciendo sus emisiones sin tener la obligación de hacerlo porque han observado cómo el precio del CO2 se multiplicaba mientras el de las renovables caía en picado. Esa ha sido otra de las motivaciones que han reforzado sus compromisos.

El precio medio de la subasta entre 2020 y 2021 pasó de 24,27 euros a 52,66 euros por tonelada de CO2 haciendo que la cantidad de permisos comprados haya descendido un 35%.

Los empresarios tienen visión a largo plazo y han optado por invertir en tecnologías limpias que les permitirán recuperar la inversión a corto o medio plazo.

Y respecto a la COP27, ¿cuáles son sus expectativas?

Las cumbres siempre suponen una oportunidad para seguir avanzando, aunque sea de una manera más lenta de lo que a mí me gustaría. Espero que los países aumenten su ambición y se puedan concretar acciones que disminuyan las emisiones que generan, pero lo cierto es que en todas las ediciones hay algún país que presiona hasta el extremo para obtener beneficios y en esta ocasión creo que será Pakistán el que ponga problemas. Los monzones le han hecho perder una tercera parte de su territorio y es muy probable que aproveche la coyuntura para pedir ayuda en la construcción de infraestructuras, hospitales o carreteras como moneda de cambio para cerrar determinados acuerdos.

Con la de Egipto, la Fundación Empresa y Clima habrá asistido a 15 Conferencias de las Partes y en esta ocasión acude acompañando a 29 empresarios. ¿Cómo ha evolucionado la participación en estos encuentros internacionales?

Naciones Unidas sabe que los políticos tienen una visión cortoplacista y por eso confía mucho en los negociadores empresariales; la ONU sabe que estamos acostumbrados a tomar decisiones de inversión a largo plazo.

Los observadores, como la Fundación Empresa y Clima, desempeñamos un importante papel en las negociaciones climáticas y nuestro trabajo se valora de forma muy positiva. Prueba de ello es que el número de acreditaciones que nos han concedido ha aumentado de siete a 12.

Yo diría que este año somos una de las delegaciones más potentes del sur de Europa y, sin ninguna duda, la más potente de España. Eso nos permite tener representantes en prácticamente todas las mesas de negociación, salones y plenarios.

Además, el hecho de ir con un grupo tan bien nutrido de empresarios nos facilita en gran medida todos los trabajos y nos permite también conocer de primera mano los avances de las negociaciones porque los representantes de las diferentes compañías pueden participar en aquellos foros correspondientes a su actividad.

Por ejemplo, el representante de Global Omnium asiste a las reuniones relacionadas con agua y el de Balearia, a las del sector marítimo. El de Acciona participa de los foros relacionados con las de energía renovables y Cementos Molins tiene presencia casi garantizada en las de economía circular, por formar parte activa de la industria cementera, que es uno de los sectores con una mayor capacidad recicladora de Europa.

La XIII edición del informe sobre emisiones concluye con el análisis de los datos ofrecidos dentro del nuevo marco ampliado del Protocolo de Kioto entre y 2013 y 2020. ¿Qué supone el hecho de haber cerrado este capítulo?

La elaboración del Informe de situación de las emisiones de CO2 en el mundo nos ha posicionado como referente técnico porque los datos analizados se han recogido de fuentes oficiales como la Agencia Internacional de la Energía, la Comisión Europea, la Agencia Europea del Medio Ambiente, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y, puntualmente, de EUROSTAT y del INE.

Esta característica lo convierte en una obra de consulta única en el mundo que es muy apreciada por los departamentos técnicos de sostenibilidad de muchas empresas y Administraciones Públicas.