El Gobierno chino prioriza la recuperación del río Yangtsé

El Ministerio de Medio ambiente y Ecología (MEE) ha presentado un plan de acción para la protección y restauración del rio con más tráfico de mercancías del mundo cada vez más amenazado por la sobreexplotación y los alarmantes niveles de contaminación que registran sus aguas.

La actividad en su cauce y sus riberas genera, cada año, una riqueza de más de cuatro billones de dólares, un 35% del Producto Interior Bruto de China. Es el rio con más tráfico de mercancías del mundo, el más largo de Asia y el tercero a nivel global, por detrás del Amazonas y del Nilo; a lo largo de sus 6.300 kilómetros se diseminan 460 millones de habitantes y se erigen incontables ciudades y pueblos que lo posicionan como uno de los pilares fundamentales de la economía china. Sus aguas protegen también más del 40% del área forestal de todo el país y representan una fundamental reserva estratégica y una fuente estratégica de energía renovable. Cientos de milenios después de su nacimiento, hoy, el río Yangtsé está, como tantos otros, en serio peligro, y su preservación y recuperación se revela como objetivo prioritario del recién renovado Gobierno del presidente Xi Jinping.

Aunque la preocupación por el Yangtsé no es novedosa, el nuevo proyecto condensa las líneas de acción que entienden las autoridades deben ser inminentes.

Medidas de urgencia

El ‘Plan de acción para el Yangtsé’ pivota en torno a tres objetivos prioritarios: mejorar la calidad y la seguridad del agua, fomentar el desarrollo y crecimiento sostenible del río y procurar también la restauración de su ecosistema.

El primero se centra en la gestión y control de contaminantes en el agua y en el trabajo para incrementar la tasa de tratamiento de desechos domésticos por encima del 97%, así como en la eliminación de las aguas negras y residuales de las miles de áreas urbanizadas del cauce, entre otros.

Además, el fomento de la sostenibilidad se quiere procurar vigilando el uso de la tierra (reduciendo pesticidas y emisiones), y controlando las fuentes de contaminación de barcos y puertos.

En paralelo, el protocolo plantea restaurar el ecosistema, recuperando bosques, praderas y humedales a través de la reforestación, y recuperar también la biodiversidad acuática conservando y rescatando especies en peligro de extinción.

En este sentido, el Gobierno chino, hace dos años, prohibió ya la pesca en sus aguas por un plazo de diez años, favoreciendo la proliferación de especies antes amenazadas. Es el caso de las marsopas sin aleta, con una población de apenas 1.000 especímenes en 2017, pero aupada ahora también con planes de recuperación como el desplegado por el Departamento de Agricultura de la provincia de Jiangxi, que facilita alimento directo a los ejemplares localizados.

Oportunidades de negocio

Uno de los sectores más relevantes para el comercio bilateral con China, según el ICEX, es el relativo a los bienes industriales y tecnológicos, principalmente el que tiene que ver con los equipamientos medioambientales para el tratamiento de agua y residuos. El país cuenta con más de un centenar de ciudades que superan el millón de habitantes en las que los recursos hídricos son escasos y, además, están distribuidos de forma irregular, como ocurre en la cuenca del Yangtsé. En este sentido, el proyecto para recuperar el rio puede suponer una oportunidad de negocio para empresas españolas especializadas en la gestión del ciclo del agua y el desarrollo de procesos de gestión ambiental.

Tanto en la gestión como en el abastecimiento, la empresa pública ha sido históricamente predominante, pero en los últimos años la inversión privada ha ido ganando cada vez más espacio.