Un proyecto clave para la independencia industrial y económica de España

La forma de enfrentar nuestra relación con los productos que consumimos presenta dos posibilidades: la que se fundamenta en el hasta ahora clásico concepto de usar y tirar y la que acude a modelos del pasado que procuraban girar en torno a la reutilización. Durante las últimas décadas la primera fórmula se impuso en nuestros usos y costumbres pero, de un tiempo a esta parte, y azuzada por la crisis climática, la segunda opción se revela ya no como una posibilidad, sino más bien como la opción necesaria para preservar el futuro del planeta.

Más allá de la conciencia ecológica, la economía circular se presenta como uno de los pilares de la reactivación en España, ya que la paulatina transformación hacia este incipiente modelo abrirá nuevos nichos de negocio y aportará resiliencia al aliviar nuestra dependencia del exterior en un momento de incertidumbre en cuanto a la disponibilidad de materias primas.

El Gobierno ha diseñado una serie de estrategias que permitan impulsar este sistema productivo cada vez más necesario y que las organizaciones deben comenzar a implantar cuanto antes. Entre ellos destaca el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de Economía Circular .

A través del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, se prevé destinar casi 500 millones de euros en ayudas hasta 2026 y movilizar recursos por valor de 1.200 millones de euros entre inversión pública y privada, además de crear cerca de 700.000 puestos de trabajo en nuestro país.

En concreto, el nuevo Perte afectará a tres sectores clave para la economía española pero que abordan serios retos de sostenibilidad: textil-moda (fomentando el uso de materiales sostenibles), plástico y bienes de equipo para energías renovables (donde, entre otras cosas, se incentivará la reutilización y el reciclaje).

Sin embargo, el plan va mucho más allá y pretende concienciar a la industria en general sobre la importancia de transitar hacia un modelo de economía circular. En este sentido, ha diseñado un sistema transversal con el fin de que las empresas se sumen a los planes de reutilización de materiales, primen el ecodiseño y el uso de materiales sostenibles y refuercen los sistemas especializados en el tratamiento de residuos.

En definitiva, se trata de un proyecto clave para la independencia industrial y económica de España que permitirá dar paso paso a un sistema productivo mucho más competitivo, eficiente y sostenible.