La Miño-Sil ultima los permisos para la depuradora de mina Navaleo

La Confederación Hidrográfica ha sacado a información pública el proyecto impulsado por el Grupo Lamelas Viloria que pretende aprovechar y depurar las aguas de las minas de carbón sin actividad en Torre del Bierzo (León) para producir electricidad limpia a través de una central hidroeléctrica.

El proyecto de depuradora y central hidroeléctrica reversible Navaleo está ya un paso más cerca de convertirse en una realidad. La iniciativa, impulsada por el Grupo Lamelas Viloria, contempla una inversión de 220 millones de euros y prevé aprovechar el agua de drenaje de esta antigua mina situada en el término municipal de Torre del Bierzo (León) para producir electricidad y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de las aguas vertidas al río. La Confederación Hidrográfica Miño-Sil, organismo que ostenta las competencias para otorgar el permiso final, ha sacado a información pública el proyecto y hasta el 12 de marzo los interesados o posibles perjudicados podrán presentar las alegaciones que consideren oportunas.

La central ha sido concebida con el objetivo de generar energía eléctrica a partir del desembalse diario de un caudal de agua de 90 metros cúbicos por segundo, entre dos depósitos ubicados en los dos márgenes del río Tremor que se encuentran separados por una distancia de 710 metros. La producción anual de la instalación oscilará, en función del régimen de funcionamiento, entre 700 y 1.000 gigawatios por hora al año.

El recurso hídrico para el funcionamiento de esta central se obtendrá de una captación de aguas ubicada en la bocamina de Navaleo, donde aflora un caudal medio de 4.500 metros cúbicos diarios. Estas aguas, que salen al exterior de forma natural vertiéndose al arroyo Rial, contienen una elevada carga contaminante ya que arrastran consigo gran cantidad de metales pesados, principalmente hierro, manganeso, zinc, níquel y cromo.

El vertido tóxico que desde hace años sale al exterior por la bocamina de Navaleo procede de, al menos, cinco labores mineras abandonadas que se encuentran comunicadas entre sí y que expulsan el agua sobrante de las galerías disolviendo los metales que encuentran a su paso. En general, se trata de caudales elevados que no permiten ser depurados por métodos convencionales y el hecho de emplear tratamientos activos supondría un coste de depuración anual muy elevado.

Además de contaminar los cauces adyacentes e impedir el cumplimiento de la Directiva Marco de Aguas esta situación es una de las principales causas por las que el río Tremor no alcanza el buen estado químico y ecológico, tal y como pone de manifiesto el vigente Plan Hidrológico del Miño-Sil. Por eso, además de aprovechar las aguas residuales para uso hidroeléctrico, la central prevé aplicar diferentes tratamientos de neutralización, aireación, oxidación, floculación y decantación. Una vez depuradas, las aguas serán vertidas de nuevo al cauce.

Proyecto de Interés Común

El proyecto mina Navaleo ya cuenta con la declaración de impacto ambiental favorable y en 2018 obtuvo el respaldo del grupo de expertos en energía hidroeléctrica de la Comisión Europea. Así, la iniciativa que se plantea desde el Bierzo ha sido seleccionada como Proyecto de Interés Común (PIC), un requisito que ayuda a la obtención de fondos europeos. Cabe mencionar que las centrales hidroeléctricas de bombeo con agua de minas han sido incluidas entre las tecnologías que pretende impulsar el gobierno a través de la recientemente aprobada Estrategia de Almacenamiento Energético. Además de Navaleo, el grupo leonés Lamelas Viloria está tramitando la ejecución de otras dos centrales hidráulicas en viejas explotaciones de carbón ubicadas en el suroccidente de Asturias.