Asturias aprueba su primer Plan de Abastecimiento

El Principado invertirá 433 millones en crear una red de tuberías que garanticen el suministro a todos los concejos, especialmente a los más vulnerables ante sequías.

A pesar de disponer de agua en abundancia, Asturias arrastra desde hace décadas diversos problemas en cuanto a la regulación de sus recursos hídricos. Este hecho ha ocasionado en el pasado varios episodios de escasez que pueden volver a producirse en el futuro incluso con mayor frecuencia e intensidad debido a los efectos del cambio climático. Por eso, el Ejecutivo autonómico ha iniciado una serie de reformas en materia hídrica que permitan adoptar medidas más eficientes en el diseño y la gestión de los servicios para poder cubrir con garantía las demandas de abastecimiento para consumo, industria y de otras actividades económicas.

El Principado acaba de aprobar su primer Plan Director de Abastecimiento, un proyecto dotado con 433 millones de euros que se ejecutarán en los próximos años por parte del Ejecutivo asturiano, el Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa) y el Gobierno de España, que ya incluye parte del presupuesto en el tercer ciclo de la planificación hidrológica de la Demarcación Hidrográfica Cantábrico Occidental (2021-2027) que se aprobará próximamente.

Se trata de una estrategia hasta el año 2030 que pretende garantizar definitivamente el suministro sostenible para toda la población y los diferentes sectores económicos en línea con el contenido de la futura Ley de Aguas -actualmente en proceso de elaboración- y que contempla la construcción de una red de arterias que conecten recursos regulados en los embalses y conduzcan el agua hacia las zonas de mayor demanda, como la costa o determinadas áreas del centro. Esta infraestructura permitirá dotar a todos los concejos de una fuente de suministro garantizada y diversificar las fuentes de abastecimiento.

En concreto, el proyecto se propone reforzar la conexión entre el sistema central del Nalón y los recursos del Narcea regulados por el embalse de Soto de la Barca, lo que permitirá llevar agua de la zona central a otras áreas con limitaciones, como la costa oriental, el bajo Nalón y el Aller-Caudal. Además, prevé extender el suministro desde el embalse de Arbón a zonas próximas del interior, como Boal, y de la costa occidental, hasta Luarca.

Las actuaciones incluidas también pretenden mejorar la calidad de las aguas, tanto de las abastecidas como de las masas naturales, y tendrán especial incidencia en varios concejos de la comarca, como Grado, Candamo, Salas y Las Regueras.

Para optimizar la demanda industrial, el ámbito que más agua consume de la región, el plan contempla la regeneración de las aguas residuales a través de la EDAR de Villapérez y el aprovechamiento del agua de las minas con fines industriales, medioambientales y de servicios.

Cadasa será un actor clave en el desarrollo y ejecución de las actuaciones a través de su plan estratégico de inversiones, al que dedicará 130 millones hasta 2030 y que, entre otras cosas, permitirá extender el área de protección de los sistemas supramunicipales de la compañía desde los actuales 26 concejos con conexión efectiva a 23 municipios más, convirtiéndose en la entidad responsable del abastecimiento de agua en alta. En el caso de los concejos a los que no sea viable llegar con el agua de los sistemas supramunicipales, se mejorarán infraestructuras como depósitos y plantas potabilizadoras, con el fin de aprovechar sus captaciones y dar respuesta a las demandas actuales y futuras.