Ribera prohibirá las granjas de visón y los cartuchos de plomo
El Plan de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad diseñado por el Miteco plantea medidas para proteger los ecosistemas más afectados por la contaminación y promover la depuración de agua.
Las últimas décadas han supuesto, para medio mundo, el mayor cambio de paradigma económico y social de la historia. La asunción del modelo liberal que, en la práctica, impera en la mayoría de los países desarrollados, la frenética evolución de la tecnología y la interconexión global son las máximas sobre las que pivotan las decisiones de los gobernantes y, más allá, son también los resortes que ordenan y organizan las rutinas de las mismas sociedades.
No obstante, y casi de forma consecuente, las propias sociedades despistan los peajes que todo lo anterior supone. El cortoplacismo y la cultura del ahora son la aparentemente inexcusable derivada que, como el humo de un tubo de escape, generan los motores sociales asumidos, suponiendo, como ocurre con los propios motores de combustión, una fuente de contaminación que amenaza de forma silente la propia pervivencia de cualquier modelo.
Más de un millón de especies animales y vegetales se encuentran actualmente en serio peligro de extinción, y los ecosistemas siguen sometidos a un ritmo de degradación acelerado consecuencia de la actividad humana, advierte Naciones Unidas. La conservación de la biodiversidad, recuerda el organismo, no es únicamente deseable, sino “fundamental” para la Humanidad, habida cuenta de su íntima relación con el desarrollo social y económico y, más allá, con el propio bienestar y con la salud de las personas.
Con el fin de paliar esta situación en la medida de lo posible, el Gobierno ha sacado recientemente a consulta pública el borrador de Real Decreto para la aprobación del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad a 2030. El documento identifica las líneas de actuación prioritarias, objetivos y actuaciones a desarrollar de manera urgente durante los próximos años para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y plantea medidas para reducir las amenazas que acechan al patrimonio natural y la biodiversidad, poniendo el foco en la protección de aquellos espacios y especies particularmente sensibles a los efectos del cambio climático entre los que figuran los ecosistemas de humedal, acuáticos o dependientes del agua. También contempla el establecimiento de compromisos de cooperación y participación internacional, así como el refuerzo del sistema de gobernanza y del marco legislativo. Entre las medidas más polémicas destacan el cierre de las granjas de visón para 2030 y el fin de la munición de plomo para cazar.
Un patrimonio seriamente amenazado
España es uno de los países con mayor diversidad biológica de la Unión Europea y forma parte de uno de los 25 enclaves con mayor biodiversidad del mundo. Según datos del Miteco, alberga más de 85.000 especies de animales, hongos y plantas, lo que representa el 54% de las especies que habitan en Europa y cerca del 5% de las especies conocidas. Nuestro país es también uno de los Estados miembros de la Unión Europea en los que es posible encontrar mayores y más numerosas extensiones de territorio en estado natural o seminatural y alberga 117 tipos de hábitats naturales de interés comunitario, el 56% del total europeo.
Sin embargo, toda esta riqueza natural se encuentra en declive y seriamente amenazada. Tal y como revela el informe nacional de aplicación de la Directiva Hábitats en España para el periodo 2013-2018, más de la mitad de las evaluaciones llevadas a cabo en todo el territorio nacional se encuentran en estado desfavorable-inadecuado (ver gráfico).
“El estado de la biodiversidad de la Unión Europea sigue en declive a un ritmo alarmante”, recalca el último informe sobre el Estado de la Naturaleza en la UE. El análisis apunta que las principales presiones que afectan al estado de conservación y su tendencia están principalmente relacionadas con la actividad agrícola y la urbanización de los terrenos, aunque también señala otros factores como las especies invasoras, el cambio climático, la contaminación, el comercio y la recolección ilegal del patrimonio geológico y mineralógico, los incendios forestales, los hábitos de consumo y los modelos de producción, las innovaciones tecnológicas o los sistemas de gobernanza.
Hábitats en estado desfavorable
El análisis sobre la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio en España (EME) indica que el 45% de los servicios de los ecosistemas se ha degradado o se están usando de manera insostenible y que los ecosistemas más afectados son los acuáticos: humedales y ríos.
En este sentido, el plan prevé aplicar medidas de restauración ecológica que eliminen barreras en los cursos y aumenten el espacio de libertad fluvial, de forma que para 2030 unos 3.000 kilómetros de corredores estén restaurados. También trabajará para mantener el buen estado en el resto de las masas de agua hasta alcanzar una red de más de 3.500 kilómetros de reservas naturales fluviales y recuperar 20.000 hectáreas de humedales.
Para fomentar la sostenibilidad del ecosistema marino, la estrategia contempla aprobar una regulación que establezca zonas para la pesca de arrastre y promover la declaración de nuevas reservas marinas de interés pesquero. Además, se pondrá en marcha un estudio sobre colisiones de cetáceos con embarcaciones y antes de 2025 se regularán las medidas para reducir este tipo de accidentes.
Lucha contra la contaminación
El Gobierno pretende avanzar hacia el objetivo de contaminación cero establecido en la Unión Europea y, para ello, es necesario reducir los pesticidas, el exceso de nutrientes, los plásticos y microplásticos y distintos metales pesados como el plomo, que afectan a los suelos y las aguas. Por eso, la hoja de ruta plantea impulsar la limpieza y descontaminación continuada de plásticos y microplásticos tanto en el medio marino como en el terrestre, mejorar la depuración de las aguas residuales y promover las prácticas agrícolas y de usos del suelo sostenibles que reduzcan la contaminación difusa por nutrientes y pesticidas. Con el fin de eliminar los riesgos del plumbismo para la fauna y las personas, “se aprobará antes de 2025 una normativa para eliminar el uso de plomo en los aparejos de pesca y en la munición para caza mayor en todo el territorio nacional”. En 2030, la eliminación de plomo se extenderá a la munición de caza menor y también al tiro deportivo. Esta medida ha generado una importante polémica en el sector cinegético ya que, según un estudio de la Federación Europea de Deportes de Tiro (ESSF), el 34% de las armas de fuego operativas son incompatibles con municiones sin plomo y el reemplazo supondría una inversión millonaria.
Especies exóticas invasoras
El documento también contempla nuevas herramientas para frenar la entrada de especies exóticas invasoras entre las que destaca la programación del “cierre progresivo de las granjas de visón americano, que deberá culminar en 2030”. Actualmente hay en España cerca de 30 granjas dedicadas a la cría de este animal considerado el mamífero con mayor impacto en la fauna autóctona de Europa. La Asociación Española de Criadores de Visones (Agavi) asegura que se trata de una actividad “muy regulada y profesionalizada”.
Por otro lado, y para limitar las amenazas directas a las especies, el Miteco se ha comprometido a implementar en 2022 nuevas medidas para evitar la muerte de aves en las líneas de alta tensión, circunstancia por la que mueren anualmente entre 11.000 y 33.000 ejemplares.