P&G aplica en Jijona su idea para resolver la crisis del agua

El centro alicantino ha sido uno de los elegidos a nivel global para implementar la estrategia diseñada por la compañía para proteger este recurso en zonas de estrés hídrico.

Una de cada seis personas en el mundo se ve afectada, actualmente, por el estrés hídrico, que supone que la demanda de agua es mayor a la cantidad disponible durante, al menos, un periodo determinado de tiempo o, en todo caso, que tiene acceso a agua pero esta es de mala calidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que para 2050 más de la mitad de las personas atravesarán episodios de esporádica carestía.

Consciente de la gravedad que está adquiriendo este problema, Procter & Gamble (P&G) ha impulsado una serie de planes específicos para que las plantas de la compañía que se ubiquen en territorios afectados por el estrés hídrico recuperen más agua de la que consumen contribuyendo así a proteger las cuencas hidrográficas locales.

La fábrica de Jijona (Alicante) ha sido una de las 24 instalaciones seleccionadas a nivel global para implantar un plan de acción específico que fomente el uso responsable de agua. Este centro de producción ha conseguido reducir su consumo en un 42% desde el año 2010 -lo que equivale a 6,4 millones de litros de agua- gracias a medidas como la mejora de la red de tuberías, el acondicionamiento de la planta para incrementar la eficiencia o la instalación de herramientas de Business Intelligence. Además, la fábrica alicantina ha seguido los pasos uno y dos de la norma 2.0 incluida en la Alianza para la Gestión Sostenible del Agua (AWS), organización que une a empresas, entidades sociales y sector público para velar por la preservación de los recursos hídricos y el uso sostenible del agua.

Más allá de las políticas a nivel interno, la compañía se ocupa de promover el uso de productos, herramientas e información que ayuden a sus consumidores a utilizar menos agua en casa. Por ejemplo, la marca Ariel ha ayudado a aumentar el uso de ciclos de lavado de bajo consumo, evitando la emisión de 15 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono y la fórmula de Fairy ha eliminado el prelavado de la vajilla, permitiendo que los hogares pueden ahorrar hasta 12 litros de agua cada dos minutos de media.

Cero emisiones netas para 2040

La compañía presentó el año pasado el Plan Net Zero que pretende acelerar las acciones relacionadas con el cambio climático y fija como meta lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para 2040 redoblando los esfuerzos en tres áreas: la reducción de las emisiones GEI en sus operaciones, la utilización de electricidad procedente de fuentes renovables, y la descarbonización de la cadena de suministro y logística.

Para compensar las emisiones residuales que no se pueden eliminar, P&G desarrolla soluciones naturales y técnicas que almacenan y eliminan carbono colaborando con proyectos solidarios como la iniciativa Apadrina un Olivo a través de la que se han recuperado 3.476 olivos centenarios abandonados en Oliete (Teruel), la cantidad suficiente para retener en su biomasa 1.600 toneladas de CO2. También se ha unido a Reforest’Action para repoblar diferentes zonas forestales de Castilla y León afectadas por los incendios con la plantación de 10.000 árboles con capacidad para almacenar 1.500 toneladas de CO2.

Más bosques y menos plástico

Desde junio de 2021, el 100% del aceite de palma que utilizan todas las marcas de gran consumo de P&G está certificado por el sistema de aceite sostenible (CSPO), un aval creado por la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible para garantizar que la producción cumple determinados estándares medioambientales y fomenta prácticas agrícolas más sostenibles. Además, el 75% de los productos de cuidado familiar están fabricados con pulpa 100% certificada por terceros procedente de bosques gestionados de manera responsable.

En su empeño por conseguir que todos sus envases sean respetuosos con el medio ambiente, la compañía se ha comprometido a reducir el uso del plástico virgen en el packaging en un 50%, y trabaja para que el 100% de sus envases sean reciclables o reutilizables para 2030. En el último año las diferentes marcas han realizado distintos lanzamientos que ofrecen alternativas al packaging convencional, sustituyendo el plástico virgen por otros materiales más sostenibles y apostando por un modelo de relleno inteligente que impulsa un cambio en la forma en la que los consumidores compran y desechan sus botellas de champú.

Por otra parte, Gillete y Venus han sustituido el plástico en los envases de sus máquinas de afeitar recargables por nuevos de cartón reciclables, un cambio que permite ahorrar 26 toneladas de plástico sólo en España y Portugal. A esta iniciativa se suman otras innovaciones tecnológicas en los mangos de las maquinillas reutilizables y en los recambios que permiten alargar la vida útil de los productos y reducir los residuos. En este sentido, Gillete ha lanzado un programa de reciclaje con servicio de mensajería gratuito para todos los hogares españoles.