Aqualia refuerza su posición en el sector del agua egipcio

La compañía española ha renovado el contrato de gestión de la desaladora de El Alamein y se prepara para participar en el plan de inversiones para hacer frente al estrés hídrico.

Aqualia ha firmado con el Gobierno de Egipto un contrato para seguir gestionando hasta finales de 2026 la desaladora de El Alamein. Esta planta de ósmosis inversa, cuya ejecución finalizó Aqualia en 2019, es operada y mantenida desde entonces por la compañía española y proporciona abastecimiento a más de un millón de personas. La infraestructura, que cuenta con una capacidad de producción de agua potable de 150.000 metros cúbicos al día, está considerada como un activo estratégico por el Ministerio de Defensa al tratarse de la mayor desaladora del país.

“Esta infraestructura constituye un auténtico hito en una zona con una grave escasez de recursos hídricos y de creciente desarrollo turístico, constituyendo el mayor abastecimiento de agua de la Costa Norte de Egipto. El proyecto da fe del compromiso de Aqualia con la sostenibilidad hídrica del país de los faraones en el que el último contrato ejecutado por Aqualia fue el de la depuradora de Abu Rawash, que se encuadra dentro del ambicioso programa de actuaciones en materia de agua y saneamiento que tiene el Gobierno de Egipto y cuenta con el respaldo del African Development Bank, organismo multilateral cuyo fin es la financiación de proyectos de desarrollo en el continente africano”, José Enrique Bofill, Regional Manager de Middle East, North Africa y Asia de Aqualia.

La renovación de este acuerdo refuerza la posición de Aqualia como socio estratégico del Gobierno egipcio y coloca a la compañía en lugar privilegiado ante el inminente plan de inversiones en plantas desalinizadoras diseñado por el ejecutivo egipcio para afrontar los retos derivados del estrés hídrico que sufre el país.

Más allá de El Alamein, Aqualia tiene una importante presencia en Egipto, donde ha realizado también el diseño, construcción y financiación de la EDAR de New Cairo situada en la capital. La empresa se encargará de la gestión de esta instalación durante un periodo de 20 años, el primer contrato adjudicado en el país para un proyecto de colaboración público-privada. Además, Aqualia ha ejecutado recientemente los trabajos para el diseño, construcción y operación de la EDAR de Abu Rawash, también en El Cairo. La planta trata 1,6 millones de metros cúbicos de agua al día y da servicio a seis millones de personas, lo que la convierte en la más grande de África y una de las de mayor capacidad en el mundo.

Inversión histórica en desalación

En los últimos años, Egipto se ha convertido en uno de los países más afectados por la falta de agua en el mundo. Sus ciudadanos dependen del Nilo para abastecer el 95% de las necesidades hídricas, pero el cambio climático, el crecimiento demográfico y la competencia con los países de la cuenca superior del río están dando lugar a problemas de escasez. Un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) revela que, si la población y la economía continúan creciendo, en 10 años el país importará más agua de la que suministra el Nilo. Así, el gobierno ha diseñado una estrategia destinada a exprimir al máximo los recursos convencionales. Para ello, invertirá 2.440 millones de euros en la construcción de 47 plantas desaladoras hasta 2025 con el objetivo de producir 2,44 millones de metros cúbicos de agua potable al día para esa fecha.