Agricultura rectifica y reconocerá al arroz como regadío en la nueva PAC

El ejercicio de presión desplegado en las últimas semanas por los arroceros sevillanos ha surtido efecto: finalmente, el Ministerio de Agricultura ha quedado comprometido a equiparar el cultivo del arroz con el regadío, quedando así corregidos los nuevos ecoesquemas.

Asaja-Sevilla, la Federación de Arroceros y las cooperativas de arroz sevillanas respiran, por el momento, aliviadas, tras haber logrado que el ministro Luis Planas haya aceptado reescribir, para la nueva PAC, la conceptualización del arroz, que había quedado separado de otros regadíos abocándole a recibir menor importe.

Este texto inicial recogía que los arroceros de la Marisma del Guadalquivir podían esperar, a partir del año 2023, perder hasta el 80% de la cantidad que recibían el resto de los agricultores de regadío, por no asimilarles a las cantidades previstas para el mismo, como hasta ahora.

Protestaron los agricultores y federados además por haber observado este cambio en el diseño de los ecoesquemas sin haber recibido aviso previo. Una novedad “sorpresiva”, denunciaba Asaja-Sevilla, que recuerda que el arroz es un cultivo de regadío que se desarrolla bajo el agua.

Una “severa” penalización, apuntaba igualmente la asociación sevillana, a unos arroceros que “sufren pérdidas por la reducción del número de regiones en el nuevo sistema de ayuda a la renta”; arroceros que ”sufren una pérdida aún mayor por la desaparición del Pacto Verde concedido por Bruselas y su sustitución por los nuevos ecoesquemas”, denunció el coordinador de los Servicios Técnicos de Asaja Sevilla, Antonio Caro, durante la celebración del Día de Arroz de 2021.

A las puertas de una nueva campaña, los arroceros sevillanos suman a su alerta además la situación de sequía y el escaso porcentaje de reservas de los embalses del Guadalquivir (en el entorno del 25%), subrayando que la próxima cosecha puede verse seriamente menguada por la también comprometida campaña de riego.

Son más de 5.000 los empleos directos los que genera la industria arrocera sevillana, suponiendo el 1,9% de los puestos de trabajo del sector de la agricultura y la ganadería de la comunidad andaluza.

Un motor económico

Anualmente, los salarios derivados de su actividad ascienden a los 100 millones de euros, sumando también los de otros sectores vinculados como el de las de las empresas fitosanitarias, el de la industria de transformación o el del turismo y la gastronomía.

En volumen de ventas anuales, la actividad del arroz genera más de 680 millones de euros, quedando aglutinados más de 580 sólo en la industria base, y contribuyendo con 38 millones a las arcas públicas de la región.

Son cifras recopiladas en el “Estudio del impacto económico y social del cultivo de arroz en las Marinas del Guadalquivir”, encargado por la Federación de Arroceros a la Universidad de Sevilla, y que justifican la categoría de generador clave de riqueza y empleo que supone el cultivo del arroz en la provincia, en el conjunto de Andalucía y, más allá, para todo el país.

La investigación confirma asimismo que la provincia de Sevilla es la primera, en toda España, en cuanto a la producción arroz, ocupando más de 36.500 hectáreas y aportando casi la mitad de la producción nacional y el 15% de la europea.

En Sevilla se extiende el 92% de la superficie andaluza dedicada al arroz, ocupando espacios en ambas márgenes del río Guadalquivir y teniendo una representación más significativa en las localidades de Isla Mayor, La Puebla del Río, Aznalcázar, Los Palacios y Villafranca, Dos Hermanas y Utrera. Debido a su enclave junto al Parque Natural de Doñana, los arrozales son un ecosistema perfecto para la avifauna de la zona, lo que implica la búsqueda de métodos agrarios sostenibles con el medioambiente.

En su conjunto, la Comunidad de Andalucía es la principal productora de arroz de todo el territorio nacional, acogiendo un 33% de la superficie dedicada a su cultivo de todo el país. El rendimiento de los mismos, en la Marisma del Guadalquivir, firma también un hito en el continente: es ampliamente superior al de las medias española y europea, produciendo hasta 10.000 kilos de arroz por hectárea.

Las explotaciones andaluzas tienen una extensión media de 10 hectáreas, y Bélgica, Reino Unido y Estados Unidos son los principales importadores.