Águilas cubre su desaladora de placas solares flotantes

La Comunidad de Regantes del municipio murciano ha instalado 1.728 paneles fotovoltaicos para reducir sus costes energéticos y minimizar su impacto ambiental.

Favorecer el ahorro energético impulsando la utilización de las energías renovables y, por tanto, contribuyendo a reducir las emisiones de CO2 generadas por la actividad agrícola se ha convertido en uno de los principales retos que deben enfrentar los cultivos de regadío y, por eso, las comunidades de regantes están llevando a cabo diferentes actuaciones en este ámbito.

La Comunidad de Regantes de Águilas (Murcia) ha instalado sobre su balsa de riego una planta fotovoltaica flotante con una potencia de 786 kW que permite abastecer a la desaladora Miguel García. La energía solar que produce esta planta ayudará a disminuir los costes energéticos de los bombeos asociados -tanto de captación como de elevación a la salida- que consumen la mayor parte de la energía que precisa la instalación para su funcionamiento. Asimismo, contribuirá a reducir la evaporación del agua y la proliferación de algas.

La planta solar alimenta dos bombas de elevación de 600 CV cada una y a dos bastidores de 340kW generando un total de 2.057 MWh/año de energía renovable fotovoltaica. La Comunidad de Regantes prevé que gracias a la nueva instalación el consumo energético se reduzca en un 8,5% y la emisión de CO2 en 1.440 toneladas al año.

Debido a las dimensiones de la balsa, se ha colocado también una junta flexible a lo largo de toda la plataforma flotante para permitir al sistema descansar en solera y taludes apropiadamente cuando el nivel de agua baja, lo que en épocas de sequía es cada vez más habitual. Además, se ha construido una instalación fotovoltaica, sujeta directamente a los taludes exteriores de la balsa para que de soporte energético, junto con la flotante, a las bombas de elevación de la balsa y parte de la desaladora.

El proyecto ha sido desarrollado por la compañía española Isigenere en colaboración con la empresa Gigosa encargada de la instalación de la estructura flotante, anclajes, amarres y la parte eléctrica.

Adicionalmente, la Comunidad de Regantes está instalando un sistema de alarma anti-desbordamiento en el depósito de agua bruta de la planta desaladora, con el fin de evitar las pérdidas de agua por el aliviadero del depósito. El sistema incorpora un equipo de telecontrol vía GSM, dotado de sondas de nivel en depósito y elementos de maniobra de las bombas, que comunicará la planta desaladora con los drenes y pozos de la rambla de Cañarete.

Respuesta al déficit hídrico

La desalación está desempeñando un papel esencial a la hora de mantener la estabilidad de los recursos hídricos en la zona de Levante. La Confederación Hidrográfica del Segura mantiene todavía el nivel de prealerta por escasez en el sistema global de explotación, pero ha evitado entrar en alerta por sequía gracias a las lluvias registradas el último mes, los limitados aportes del trasvase Tajo-Segura, la reutilización de aguas y, sobre todo las aportaciones de la desalación.

La cuenca del Segura dispone de grandes instalaciones proyectadas y ejecutadas que se han convertido en la gran apuesta de la Administración para contrarrestar el déficit hídrico, especialmente en el sector agrícola, con diferentes medidas para impulsar esta tecnología. Como ejemplo, el Consejo Nacional del Agua ha aceptado recortar los niveles previstos para los trasvases del Tajo al Segura -unos 30 hectómetros cúbicos al año en vez del triple-, a cambio de que los actores implicados se comprometan a realizar trabajos de modernización para depurar el agua en las ciudades que vierten al río cedente y también a usar más las desaladoras.